The Best Deception (Camila Cabello Y Tu).

Cap.33

_________ P.V.O

— Lo siento señorita, no lo he podido detener — Jack entro furioso a mi habitación, el hombre que había contratado me miro apenado y mi estado de ánimo empeoró.

— Si no vas hacer bien tu trabajo, puedes largarte — dije sin ganas. Cuando la puerta se volvió a cerrar, miré a Jack fastidiada — Deberías respetar mis deseos de no ver a nadie, Howland.

— No es día para tus tonterías, ________. ¡¿Que pasa contigo?! — me gritó mientras me miraba amenazador — Tenemos que resolver urgentemente ese tema que se ha vuelto muy controversial.

— Da igual.

— ¿Qué? ¿Como que te da igual? — llevó sus manos a su cabeza con notable frustración, me miró aún mas furioso y después se acerco — esa maldita relación que llevabas con Camila, esta perjudicando demasiado tu carrera. ¿Sabes cuanto esta afectando esto a tus fans y a tu futuro? ¿sabes que no te van a tomar en serio?

El comentario sería hiriente si no fuera porque era común de el restregarme las cosas en cara.

— Ni me va ni me viene.

— Podemos salir de este mal momento de una buena manera, solo dejame ayudarte.

— Carajo. No quiero ni una puta mierda, ¿lo entiendes? ¿Te lo explico con manzanas?

Mi mánager y mi hasta ahora supuesto amigo se quedo petrificado unos instantes antes de recuperar su compostura.

— ¿Por que te comportas como una maldita perra? — sabía que no lo decía con intensión de joderme, pero sin embargo me molestó.

— Si quieres seguir trabajando para mi será mejor que respetes a tu jefa — contesté secamente, sin apartar la mirada — Mañana mismo me iré a Las Vegas, no soportó estar en este lugar rodeada de estúpidos.

— ¿Y que harás allá? Te recuerdo que no puedes huir de tus problemas.

— No estoy huyendo, idiota — masculle entre dientes.

Jack se tensó completamente, se llevo una mano a la frente estresado y negó.

— Bien, me encargaré de hacerte una semana para que te despejes.

— Volveré cuando lo deseé. Ahora vete, debo hacer algunas cosas antes de irme.

Recibió una mirada de resentimiento y enfado antes de que se fuera, dejándome nuevamente sola en la desolada habitación de huéspedes. Así que, ni un segundo paso cuando Camila volvió a mi mente como si de una dulce ilusión se tratase. Cerraba mis ojos y podía ver a la hermosa morena sonreírme desde un aproximado de la cama, como siempre; su sonrisa juguetona, el brillo en su mirada, sus gestos de ternura y sus constantes juegos. Lo que había perdido, hablar perdido a la única persona que me hacía sentir viva, que me inspiraba a cualquier momento con tan solo escuchar su dulce risa. Me sentía vacía. Camila se había ido y mi corazón con ella igual.
Ahora no tenía sentido estar aguantando a la maldita prensa ni a los estúpidos comentarios por las redes sociales y ni mucho menos a mi familia, la cual se había puesto muy pesada al enterarse. Todas mis hermanas junto con mi mamá y Colton se habían vuelto a mi contra y se habían pegado hacía Taylor, el único que se había quedado apoyarme era Rob, ahora solamente tenía a el como un fuerte respaldo y lo agradecía. Me dolía el echo de que prácticamente toda mi familia estuviera apoyando a Taylor, pero comprendía que aquí, había jugado tan mal las cosas con mi futura ex esposa, me había cegado por la lujuria y pasión que no me había dado cuenta que estaba rompiéndole el corazón a una mujer que amé. ¿Pero en el amor no se manda, o si? No, no me arrepentía de a ver iniciado una no relación con Camila, es más, agradecía de a verlo echo.