The Best Deception (Camila Cabello Y Tu).

Cap.42

__________ P.V.O

Cuando desperté, Camila ya no estaba a mi lado. No me sorprendió pero tenía la ilusión de que se quedara a mi lado. Me levante y tome aire profundamente, ella había dormido conmigo después de todo y su dulce aroma estaba impregnado a las sabanas y almohadas. Así que, después de acomodar la cama, fui hasta el baño y no dude en darme una ducha. Me demoré en darme un baño, el echo de que aquel malestar que me había estado asechando me había tenido tan irritada que no me había podido dar una buena ducha, tranquila y relajante.

Mi cuerpo se sentía con demasiada energía a pesar de haber lidiado con ese malestar. Me sentía abrumada por estar aquí, encerrada en mi habitación y no tener el suficiente valor como para ir en busca de Camila y su compañía. El silenció me estaba fastidiando.

En la sala no había ningún rastro de Camila, tampoco en la cocina ni mucho menos en las demás habitaciones. Seguramente esta en su habitación. «Evitando tener contacto contigo» dice mi subconsciente con una mano en su frente, negando. Fue cuando reuní el suficiente valor y me levante decidida pero ella se había adelantado.

— Oh, aquí estas — sonreímos.

— Apenas iba a decirte que si querías desayunar algo — musite jugando con mis dedos.

— No tengo hambre, pero gracias. ¿Tu tienes hambre? — vacilé — Deberías comer, tal vez algo ligero le haga bien a tu estomago, ¿Te preparo algo?

— Mmm...

— De todas maneras te iba hacer desayuno aunque te negaras. Ven.

La seguí hasta que llegamos a la cocina.

— Puedes tomar asiento.

— Quisiera ayudar.

— No hace falta.

Camila cogió un par de velas y las colocó donde lo dieran suficiente luz. Tomo una y buscó en el refrigerador algo que quisiera hacer saludable, como había dicho. Saco alguna fruta que encontró y la dejo en la barra, volvió por un bote de yogurt natural que Kylie solía comerlo siempre e igual lo dejo en la barra, luego buscó un cuchillo y una tabla para picar.

En silenció comenzó a picar la fruta y no pude contenerme a mirar detalladamente sus facciones perfectamente creadas. Es tan hermosa. No tenía ningún rastro de imperfecciones. Sus largas pestañas resaltaban muy bien en esos preciosos ojos marrones, sus labios gruesos y rosados son todo un sueño, ella era el sueño de todos.

Capto mi mirada insistente y se sonrojo al verme con la mirada fija en ella.

— Mi parte favorita es cuando te sonrojas.

— Callate mejor — sonrei.

Para no incomodarla, me centre en darle atención a otra cosa que no fuera ella. Pero fue inevitable, ya que, al ver como su rostro cambiaba sin expresión, paraba de picar y su mirada se fijaba en algún punto, me preocupo.

— Camila, ¿Estas bien? — ella me miró.

— Tengo que decirte algo.

— Dime.

Nuestras miradas se conectaron pero al momento la aparto, su rostro ardió y mordió su labio nerviosa. Suspire y tome su mano, rogando porque no tuviera algún problema en hacer aquella acción.

— Puedes decirme lo que quieras.

Tenso su mandíbula y me apretó la mano.

— El primer día que estuve en Las Vegas, salí con Jordyn por la noche.. — comenzó — A algún club que llamará nuestra atención. Yo solo quería despejar mi mente y tratar de distraerme con lo primero que tuviera oportunidad, estaba tan fastidiada y abrumada en solo tenerte en mi cabeza. — bufo y aparte la mirada — Quería sacar tus malditos toques, sonrisas, quería dejar de pensar en ti. El dolor que sentía me estaba cegando y fue ahí cuando lo deje que me guiará, no pensé en nada más que buscar algún remplazo para ti. Una preciosa pelirroja de piel hermosa y rostro angelical, estaba segura que tener una buena noche de sexo con ella me haría sacarte de mi cabeza.