Nunca nadie me dijo que el amor podía estar en la persona que menos esperaba, que un simple beso podía hacerme sentir la mujer más afortunada del mundo. Nadie me dijo que podía volverme loca por una persona, estar a sus pies y querer darlo todo por ella. Jamas hubiera pensado que se convertiría en mi mundo. Luego de horrorosos noviazgos y un matrimonio estropeado, sabía que el amor si existía; lo aprendí con el paso del tiempo y al lado de una mujer perfecta. En aquel momento, en ese instante solo fui consiente del calor de su mano, de la leve presión que ejercía a través de la manga del abrigo, de sus ojos profundos grisáceos y con las respiraciones mezcladas, sabía que no me arrepentía de nada. Me sentía afortunada de tener al amor de mi vida, a pesar de todos los errores cometidos y por las dificultades atroces seguíamos juntas.Un jardín iluminado tenuemente por farolillos y con la luz de la luna, mi mirada se mantenía expectante en aquella hermosa mujer.
— Estás jodidamente hermosa esta noche, ¿Lo sabías?
— ¿Si? — me tembló la voz y el corazón se me desbocó. No había tenido valor para mirarla cuando me dijo aquello y continúe con la mirada baja, asegurando no tropezar.
— No lo sabes — dijo lentamente, apoyando con suavidad su cabeza sobre mi hombro.
Agradecí exageradamente cuando la falta de luz oculto mis nervios al igual que el rostro enrojecido. Despacio, su mano se deslizó por mi brazo en una caricia hasta alcanzar mi mano, con la cual entrelaze mis dedos con los suyos.
— Estás muy callada, mi amor.
La descarga eléctrica al sentir nuestra piel tocarse me había impedido responder. Mi mirada quedaba empeñada en observar nuestras manos unidas, especialmente la parte que ilumina ambas manos.
Sentí un leve tirón causando que me detuviera.
— ¿Estás segura de estar aquí? Podemos volver al hotel si quieres — pregunto buscando mis ojos.
— Quiero estar aquí, contigo. ¿Como puedes dudarlo? — la mire y, aunque no pudiera ver su rostro con evidente claridad podía afirmar el destello en su mirada.
Sonrió deslumbrante, se acercó despacio asegurando de no apartar su mirada de la mía y cuando estuve suplicando por sus labios, había depositado un beso sobre mi frente, descendiendo por el lateral de mi rostro.
— Te he echado mucho de menos — susurró entrecortada al momento que sus manos se movían con una sensualidad envidiable.
— Y yo a ti, cariño — susurré contra su oído sintiendo ese hormigueo permanente — Solo... Estos meses han sido un fastidió sin ti.
— Lo se, desde que estuve el primer día de tour, rezaba por tenerte conmigo — musitó alargando con pesadez.
— Fueron días horrorosos sin ti, creeme mi amor — ella sonrió.
— Ya estoy aquí, estamos juntas, estaré contigo — murmuró.
Mi respiración se agitó cuando su rostro acarició el mío. Rozó con sus labios mi cuello antes de besarlo y me deje llevar por su calidez. Ahogue un jadeo cuando sus besos se tornaron húmedos, recorriendo cada milímetro de la piel. Me perdí en su ardiente acogida y propia excitación cuando me llevo en busca de sus labios.
Pero, la risa de algunos hombres me detuvieron antes de poder tocarlos.
El leve jadeo de su aliento sobre mis labios me abrasó la piel, pero la inquietud frustrante me hizo dar un paso atrás, tra escuchar que se acercaban. Nos miramos en silenció con la respiración cortada. Aún sentía mi corazón latir velozmente por volver a sus labios y por la falta de aire cuando los hombres pasaron. Inevitablemente mire furiosa a los tipos.
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The Best Deception (Camila Cabello Y Tu).
Fiksi Penggemar"Se enamoro de la persona equivocada."