The Best Deception (Camila Cabello Y Tu).

Cap.43

________ P.V.O

Desperté tan pronto como sentí que el cuerpo a mi lado se movía. Entre la pereza que tenía podía lograr dormir y ver a Camila levantarse, estaba sentada en la cama poniéndose la ropa interior. Me moví hasta ella y bese suavemente su cuello, sintiendo como se quedaba inmóvil mientras que seguía repartiendo besos por toda su espalda hasta que se giro y colocó sus piernas a los lados de mi abdomen, sujetando mis manos por arriba de mi cabeza.

— Buenos días.

— Buenos días, Camila — me sonrió y me eleve unos cuantos centímetros para besarla pero ella se aparto.

— Mal aliento — rodé los ojos.

— Cabello, a ti todo te huele demasiado bien — ella arqueo una ceja y se inclinó.

— ¿En serio?

Cuando pensé que iba a besarme, me sonrió burlonamente y se escabulló entre mi cuello, comenzando a dejar pequeños y dulces besos. Con movimientos inútiles trataba de zafarme del agarre firme que mantenía en mis manos, pero la morena parecía decidida a no ceder a darme el control. Gemi cuando succionó fuertemente una zona del cuello, tense mi mandíbula y me quede quieta.

— Al parecer a ________ Dallas le gusta ser dominada, a que si — sentía su sonrisa.

— ¿Quien no quiere ser dominada por Camila Cabello? — Y por supuesto, nadie podía tener ese privilegió.

Yo era una maldita perra con suerte.

— Por eso debes de estar agradecida por tener ese privilegio — musitó con arrogancia.

— ¿Sabes? Eres como Betty Cooper, puedes ser tan tierna e inocente pero tienes ese maldito carácter tan dominante, sexy y egocéntrico que me vuelve loca — Camila empezó a reír.

Aproveche el momento de distracción y di una maniobra para intercambiar posiciones.

— Así que... — me incline y robe un beso corto de sus labios, después me acerque a su oído y le susurré — debo domarte, cariño.

En respuesta Camila gimió.

— ¿Que esperas, amorcito? — sonrei.

Su mirada dulce e impaciente. Tome su rostro con ternura y la bese, lentamente recorrí el contorno de sus labios con mi lengua, disfrutando su textura. Baje mis manos y cuando ella noto mis intenciones, se separo jadeante con los ojos abiertos.

— Ni se te.... — Camila fue interrumpida por las cosquillas que no pare de hacerle. No podía dejar de sonreír escuchando esa melodiosa armonía. Su risa era hermosa. Me detuve unos instantes mientras seguía sobre ella, me incline y volví a besarla fugazmente.

Agradecía por tenerla en mi vida.

— Te amo tanto — me miro con fascinación luego de apoyar sus codos sobre la cama quedando muy cercas de mi rostro.

— Me haces muy feliz. Eres lo mas importante en mi vida, estoy muy enamorada de ti.

Si, ahí estaba entrando en un estado de ensoñación viendo y procesando esas palabras. Mirando como mi subconsciente gritaba felizmente mientras hacía un baile extraño.

— Hey.. — Camila chasqueo sus dedos en mi rostro y soltó una risita adorable — Es hora de levantarnos.

Finalmente me incorporé y deje que Camila terminara de vestirse, viendo atentamente cada movimiento. Me miro prontamente y me sentí apenada al igual que acosadora. Aparte la mirada y me levante también, comenzaba a sentirme como un violador acechando a sus presas. Frunci el entrecejo al no ver mi ropa por algún lado, entonces recordé que mi ropa seguía en el salón de juegos, esparcida por los rincones. Cuando camine hasta el closet me di cuenta de que la morena me sonreía descarada desde el umbral de la puerta, mirando mi entrepierna sin disimulo alguno. No me sorprendió, pareciera como si se hubiera arrepentido en querer levantarnos. Le sonrei con arrogancia y me coloqué la ropa interior junto con unos jeans blancos que había encontrado, a una velocidad extrema. Pareció no tomarlo en cuenta, después su vista subió a mi abdomen y no la despegó de esa zona, hasta que baje mi vista y mi mandíbula cayo hasta el piso.