Eran casi las 3 de la madrugada y esta piba no paraba de hablar de ropa, zapatos, maquillaje. No me dejaba emitir palabra alguna más que "sí" y "ah, claro". Puse mi cabeza en piloto automático y la movía cual perrito de coche sin escuchar lo que Nicole me decía realmente. Esto era lo que provocaba que el estar con ella no me generara más que querer garchar. Me chupaba un huevo lo que me contaba, así como a ella mis cosas. Era mi famoso touch and go.
Después de un polvo, me levanté de la cama del hotel en el que estaba con Nicole y empecé a cambiarme.
- ¿Ya te vas?
- Sí, Niqui. Son 4 y media, y estoy muy cansado. Fui a Isabel porque Pato se puso pesado, porque la verdad que ni ganas tenía.
- Ah...Noté que se quedó pensando y que puso cara de "o sea que no fuiste por mí", la cual ignoré. Acto seguido, ella también se levantó y empezó a cambiarse. Bajamos, pagué el turno y salimos.
- Te acompaño hasta la avenida así te tomás un taxi y después yo me tomo otro -, le dije haciendo referencia a la avenida porteña Santa Fe.
- Dale.
Cuando llegamos a la esquina de Santa Fe y Billinghurst, saqué mi billetera y de ella dos tickets y una credencial plastificada de prensa.
- Tomá Ni, casi me olvido. Sé que no te gusta el rock pero el mes que viene tocamos en Obras. Si querés podés venir con una amiga.
- Qué divino, gracias -, agarró la credencial plástica y me miró extrañada. En ese momento, detuve un taxi para que ella pudiera tomárselo.
- Te espero en el after show, linda - le dije al oído, y ella se sonrío de forma seductora. Le devolví la sonrisa y me alejé del taxi, dándole paso para que se suba al auto, saludándola de lejos con mi mano.
Me subí a otro taxi, y pensaba en que me había quedado con ganas de más, tratando con esos pensamientos de no quedarme dormido en el auto con un desconocido. Me sacó de mi mundo un WhatsApp de Nicole que decía "recién llegué hermoso. Cada vez la paso mejor con vos, aunque nos veamos poco y me hagas extrañarte". "Ay dios", pensé "vos también, ¿para qué carajo le diste esas entradas si estuviste despotricando toda la noche contra la mina por lo infumable que es? Eso te pasa porque pensás con la cabeza de abajo, boludo", me retaba a mí mismo.
A veces ni yo me entiendo. Tenía esas cosas de pendejo bocón y calentón que hacían que me odiara. "Por lo menos falta bastante y en la Trastienda no vas a tener que verla", me dije mientras me metía en la cama, esta vez cuasi desnudo excepto por mis boxers. No había sido una noche descontrolada, así que estaba lo suficientemente sobrio para darme cuenta de que me tenía que sacar toda la ropa.
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Atrapados Sin Opción
FanfictionHay momentos de la vida en los que, cuando uno menos se lo espera, se lleva grandes decepciones de parte de los que más quiere, y ello trae aparejado una gran desconfianza y resistencia a volver a amar. La etapa que sigue a la desilusión, es la de c...