InuMoon

Algo Más

- Algo más-

Corría apresuradamente, cayendo una y otra vez, la tormenta era aterradora y sus sensibles orejitas captaban el estruendoso sonido de los truenos que hacían temblar la tierra, la oscuridad se apoderaba del inmenso bosque, todos los animales estaban en su refugio resguardados de los peligros que se asomaban en esos momentos; sus pies descalzos tropezaron una vez más con una raíz gruesa que sobresalía de la tierra haciéndolo caer sin alcanzar a meter las manos para detener el duro golpe en su cabeza contra una piedra, la sangre comenzó a brotar y no se permitió llorar, se levantó presuroso para continuar su camino sacudiéndose un poco el lodo que había manchado su rostro cuando escuchó que alguien se acercaba a gran velocidad, esto disparó su sentido de supervivencia al máximo, sus pequeñas garras afiladas y colmillos estaban listos para atacar, cualquiera que se acercara a él no lo tendría fácil, daría una pelea antes de acabar muerto por alguna bestia.

Aun sin detenerse buscaba con su olfato no tan experto ese lugar que había mirado anteriormente en una de sus exploraciones rutinarias, una cueva profunda y amplia, perfecta para evitar ser devorado y mantenerse caliente durante esa tormenta, no había alcanzado a esconderse a tiempo ya que las provisiones se le habían agotado y tuvo que ir a conseguir suficientes para unos días, su pequeño bulto colgado en su espalda comenzaba a ser bastante incómodo, pero necesitaba esas manzanas, bayas, nueces, y un pequeño conejo muerto; su corazoncito era comprimido cada que debía matar algún animal, odiaba tanto esa parte de él, se odiaba tanto, deseaba no haber nacido, deseaba no ser alguien diferente, solo quería ser normal, deseaba tener un lugar al cual pertenecer, pero sabía que no existía un lugar para él en ese mundo, los Hanyo no eran bien vistos, era repudiados por ambas sociedades y él lo aprendió a base de pedradas, golpes, insultos y a veces intento de asesinato que por protegerse terminaba lastimándolos haciendo que se le temieran más y lo dejaran escapar, así que aprendió que lo mejor era parecer amenazador aunque él no se sintiera de esa forma, el solo quería encontrar paz y "algo más" que aún no sabía que era.

Una voz interrumpió en la penumbra del oscuro y aterrador bosque, haciendo contraste perfecto con el ambiente.

-No huyas inútilmente pequeño, serás el alimento para mi camada- decía burlonamente la voz.

Inuyasha, el pequeño hanyo sabía que si era un demonio que buscaba alimento para sus crías sería muy peligroso enfrentarse a él, pero no se rendiría, su coraje era mayor.

-¡Khe!- respingó el pequeño -no digas eso; aun no me has atrapado- habló con su voz infantil y decidida mientras eliminaba el resto de su sangre sobre la herida que tenía en la frente, que ya estaba cicatrizando.

-El pequeño híbrido tiene coraje, me alaga el hacer esto más divertido; pero lamentablemente no tengo mucho tiempo-

Después de decir esto, se impulsó para tomar el pequeño cuerpo del híbrido, el cual con una habilidad increíble esquivó rápidamente el ataque situándose por la espalda, sacó sus garras y rasguño la espalda del demonio de baja categoría pero que para el infante era un reto.

-¡Ah¡- gritó el yokai -¿Pero que acabas de hacer pequeño malnacido?-

-¡Ja!, no puedes conmigo ¿Cierto?- dijo burlándose el cachorro mitad demonio con su voz infantil.

Después de esto el demonio tomó del cabello al pequeño híbrido tumbando las provisiones que cargaba en su espalda lo estrello contra un árbol y lo tomó del cuello alzándolo de nuevo sobre el tronco, el cuerpo del infante respondió con un grito ahogado de dolor, seguramente le había roto algún hueso.

El yokai se acercó al rostro de Inuyasha hablándole con voz forzada y amenazante.

-¿Y ahora qué dices, pequeño?-

La cabeza del cachorro le punzaba y el dolor que recorría su cuerpo era inmenso, pero a su vez había algo que era más fuerte y su sangre hervía; fue un impulso que había tomado posesión de su cuerpo, el cual nunca comprendió, con sus pequeñas garras atravesó el estómago de aquel yokai que lo tenía acorralado y con sus colmillos mordió vorazmente el brazo que lo sostenía del cuello, el demonio inmediatamente lo soltó e Inuyasha en lugar de escapar lo destrozó con odio y desesperación con sus propias y pequeñas garras.

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-yasha, Inu, yasha-

Se escuchaba una voz femenina a lo lejos, y sintió el contacto en su brazo haciéndolo reaccionar de manera brusca, empujando a la azabache que estaba con él en aquella cueva; haciéndola caer de sentón sobre el suelo lo observaba confusa.

-¿Qué quieres?- contestó bruscamente.

-Creí que debías despertarte, estabas quejándote, incluso parecía que querías...- fue interrumpida por el joven y malhumorado hanyo.

-No digas tonterías; solo duérmete y déjame tranquilo-

Esperaba algún reproche de parte de la mujer que le hacía compañía pero nada fue dicho de parte de ella, solo sentía su profunda mirada celeste sobre él; se levantó y caminó hacia afuera de la cueva, pero antes de salir escuchó.

-Ten cuidado, la tormenta no ha cesado-

Esto lo hizo reírse de lado, recordando que hace muchos años él había llegado sano y salvo a esa misma cueva después de pelear con aquel yokai; ¿Por qué se preocupaba por él?, ¿Por qué lo trataba amablemente?, nadie había hecho algo semejante por un ser como él, esto le hacía sentirse incómodo y extraño; pero a su vez le agradaba saber que quizá no era rechazado, rápidamente apartó esa idea de su cabeza recordando que los humanos eran traicioneros.

-¡Ja! Humana tonta, ¿crees que no puedo defenderme?-

Sin esperar alguna respuesta salió de la cueva; necesitaba despejar su mente distrayéndose con la lluvia, truenos y la oscuridad de la noche, quería sentirse parte de "algo más" y esa mujer le hacía sentir extraño; ella era una tormenta que debía soportar en su viaje a convertirse por fin en un demonio completo, tal vez ella era quien le llevaría por el camino para encontrar su "algo más".

Fin.

N/A:

Agradezco el tiempo que han tomado en leer este primer capitulo de mis Retazos.
Si les ha gustado no olviden dejar su estrella.

Nos leemos mañana GC MOON.