Capítulo 19: "Nuestros primeros meses de casados"

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El trinar de las aves que sobrevolaban por los árboles y los bellos rayos de sol entraban por la ventana de una pequeña habitación en donde una joven pareja de recién casados aún dormía tras una bella noche de amor y pasión.

Ante el bello trinar de las aves una bella jovencita pelinegra abrió sus ojos lentamente y al hacerlo se encontró con el rostro del hombre que ella amaba y amaría siempre acostado junto a ella.

Gokú, mi Gokú, aún pienso que estoy viviendo un sueño pero no, no es un sueño, es real, es real, soy tú esposa, pudimos casarnos, no nos volvimos a separar, pensaba la pelinegra mientras depositaba un tierno beso en la frente a su amado antes de bajar de la cama envuelta en una sábana para ir a darse un baño.

Minutos después:

Luego de haberse dado un baño y cambiado de ropa la pelinegra salió de la habitación dejando profundamente dormido a su joven esposo.

Milk camino por el pequeño pasillo de su casa, abriendo cada una de las cortinas que había en ella para que los rayos de sol pudieran entrar.

El sol empieza iluminar nuestra vida a partir de hoy amor, pensó la pelinegra mientras continuaba su tarea abriendo las cortinas.

Luego de ello, la pelinegra se dirigió a la cocina y empezó a preparar algo para el primer desayuno que compartiría con su amado como esposos.

Mientras tanto:

El joven de cabello alborotado despertaba estirando sus brazos y abriendo lentamente sus ojos.

Milk, Milk, dijo Gokú sentándose de impulso en la cama al no encontrar a su amada junto a él.

Ya debió haberse levantado y yo que quería prepararle el desayuno, pensaba Gokú mientras cubría su cuerpo con una bata al tiempo que veía las sábanas manchadas como muestra de la pureza de su esposa.

Mi princesita bella ahora estamos más unidos que antes, pensó Gokú mientras sonreía al recordar la noche que había pasado junto a su joven esposa.

Cocina:

Una bella pelinegra se encontraba sirviendo lo que había preparado en unos pequeños platos mientras pensaba: Paoz, este será nuestro hogar desde ahora pero una vez a la semana iremos a la Capital Central por nuestros pastelitos del amor y por aquel delicioso café, así quedamos con mi Gokú.

La pelinegra estaba tan sumida en sus pensamientos que ni noto el momento en que su esposo llego junto a ella y la rodeo con sus fuertes brazos de la cintura mientras le daba suaves besos en su rostro.

¡Gokú¡ dijo sonrojada la pelinegra.

¡Buenos días, princesita bella¡ ¿cómo amaneciste?, decía Gokú mientras continuaba besando el rostro de la pelinegra.

Bien, muy bien, decía Milk sonriendo.

No debiste levantarte tan temprano amor, debimos quedarnos abrazaditos un ratito más, decía Gokú mientras le acariciaba el oído a la pelinegra.

Recuerda que tenemos que organizar algunas cosas aún, con eso de que eres una estrella muchos contratos te ha llegado ya y de seguro te llegaran más, decía Milk dulcemente.

Si tienes razón, esos sponsor ni respetan que estoy recién casado y que quiero disfrutar tranquilo con mi esposita, decía Gokú mientras acariciaba el cuello de la pelinegra.

Gokú, ¡vamos a desayunar¡ se va a enfriar y quisiera que probaras lo que hice pues lo hice con mucho cariño para ti, dijo Milk sonriendo.

Si, tienes razón, ¡disculpa¡ pero eres irresistible, si antes de casados no podía vivir sin ti imagina ahora que ya eres mía, dijo Gokú sonriendo mientras se separaba de su esposa haciéndola sonrojar.

"Igual que ayer" (Segunda Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora