Maldita Obsesión {Severus Snape}

*Capítulo 12: Cementerio

Maratón 1/4

/Laurine Selwyn/

Caminamos por todo el castillo, no fue para nada extraño que estuviera tan silencioso pues la atención estaba completamente puesta en los cuatro campeones.

Remus se encontraba a mi lado, podía notar a lo lejos su nerviosismo y lo comprendía completamente pues sus mejores amigos estaban envueltos en todo esto.

Seguimos a Severus por un pasillo en el cual había un pasadiso secreto que conducía a un local de Hogsmeade.

No tardamos mucho en alejarnos lo suficiente de Hogwarts como para poder aparecernos en el cementerio del Pequeño Hangleton que al parecer él ya bien conocía. Era bastante grande por lo que caminamos al rededor de una hora para hallar lo que Severus buscaba.

Me acerqué a la ostentosa lápida y leí: Tom Riddle

-Es ese Muggle, su padre- aclaró al notar mi cara de confusión.

De pronto, se acercó a inspeccionar la figurilla de metal que había encima, tocó cada centímetro como si buscara algún tipo de palanca o botón el cual presionar y al parecer lo encontró pues salté hacia atrás al escuchar un sonoro ruido de movimiento.

Miré con atención como era que una compuerta se abría sobre nosotros, algo que definitivamente no estaba esperando. Nuevamentendí un par de paso hacia atrás y llegue hasta donde Remus aguardaba en silencio. Nuestras miradas no tardaron en demostrar el mismo brillo de confusión.

-¿Vendrán?- preguntó Severus sacando su varita y colocándose al inicio de las escaleras de piedra que habían emergido del mismo extraño lugar.

Ambos hicimos lo mismo que él al sacar nuestras varitas y seguirlo en completo silencio a la expectativa de lo que lo que podría pasar.

-Lumos- susurró internándose en lo que al parecer era una cámara secreta bajo la tumba del padre de Riddle. -Saca el mapa- indicó hacia Lupin al momento en el que llegó al final de los escalones.

Remus obedeció y le entregó lo que le había pedido, al abrirlo notamos que una intensa luz roja emanaba de él. Avanzamos sobre un largo, sucio y oscuro pasillo principal y conforme más lo hacíamos, el mapa y su intensa luz parecían parpadear como si estuviéramos cerca de lo que buscábamos.

Estaría mintiendo si dijera que aquella situación no me asustaba en lo absoluto, pero no era el mejor momento para correr a los brazos de Snape y sentirme protegida. Ya era mayor, bastante a decir verdad y tenía que buscar la manera de protegerme a mí y Claire, sin importar si Severus estaba involucrado o no.

Nos detuvimos cuando él pareció encontrar algo, mi corazón se aceleró y el que esa molesta luz parpadeara como si fuese a explotar no ayudaba a disminuir mi temor.

-¿Con exactitud que buscan?- preguntó con un frío tono que me hizo temblar aún más.

-No estamos seguros, en realidad esperábamos unos diera algún indicio de ellos....- dijo Remus, dejando al aire la última expresión. Y de todos los nombres que había involucrados, Severus pronunció el que menos esperaba.

-Lily.....

Los segundos de completo silencio reinaron y yo me desesperé al no haber respuesta de ninguno. Avancé hasta donde él se había quedado de pie y al llegar vi frente a nosotros una caja de madera. Era vieja, estaba polvorienta y su tamaño era considerable pero nada exagerado como para no pasarla desapercibido.

La tomé sin importar que algo pudiera pasar y comencé a avanzar de regreso por el pasillo, ganándome una mirada molesta por parte de Severus. Tenía un presentimiento, como si algo malo fuera a pasar, como si Él mismo fuera a aparecer de pronto.

Quería salir de ahí inmediatamente. Si esa caja era importante o contenía algo de nuestro interés, la abriríamos en un lugar en el que no estuviéramos tan expuestos y es que cualquiera que fuera un poco lógico huiría de inmediato de aquella extraña guarida del innombrable porque podría estar llena de los más secretos oscuros eso sin mencionar cientos de hechizos o trampas.

Al salir, la luz del día me cegó por completo pero seguí avanzando hasta que pude acostumbrarme a la claridad.

-¿Por qué hiciste eso?- preguntó acercándose amenazadoramente.

Cuando Remus, quien fue el último en llegar, dio su último paso afuera, la compuerta se cerró de inmediato como si no pudiera aguardar un segundo más.

-¡Cállate y ábrelo!- exigí de la misma manera que él.

Severus me miró tratando de descifrarme, luego extendió su varita hacia la caja y la abrió tal como lo pedí. Su contenido no nos sorprendió más de lo esperado.

Dentro de aquella caja de madera había una varita que no reconocí y un libro bastante viejo, no contenía ninguna especie de título o palabra que indicara su contenido y estaba protegido por una extraña herradura la cual al parecer necesitaba un dije específico para abrirse. También habían tres fotos, eran nada más y nada menos que de Lily, James y Sirius.

-Esto es de Pettegrew- dijo Remus tomando la varita en su mano. Ellos habían sido amigos en el pasado y estaba más que segura que no se equivocaba al rectificar aquello.

-Él fue el informante- hablo Severus después de unos segundos, había estado silencioso, bastante a decir verdad y no podía significar nada bueno.

-¿Cuál informante?

-Fue él, Pettegrew- nos miró sorprendido. -Yo estuve en aquella reunión donde reveló información sobre los Potter. Y no hice nada al respecto- soltó aire, como si hubiera estado reteniéndolo bastante tiempo.

-¿T...tú lo viste?

-¡No!- me miró escandalizado como si necesitara de alguien que le creyera. -Llevaba una capucha, era irreconocible pero....

-Tranquilo, no fue tu culpa- coloqué mi mano sobre su hombro. Sabía que el tema lo pondría de aquella manera, probablemente incluso peor que Remus. Jamás entenderé aquella fascinación por esa pelirroja.

-Llevemos esto con Dumbledore, podría ser alguna pista importante para hallarlos.

Metimos las cosas a la caja de nuevo y volvimos con rapidez. Por el tiempo que tardamos esperábamos que estuviera ya en la celebración sin embargo, al llegar el ambiente se volvió lúgubre y había un cuerpo sobre el césped, junto a Harry quien se veía abatido.

Era ese chico Hufflepuff.