Maldita Obsesión {Severus Snape}

*Capítulo 24: Amado

/Laurine Selwyn/

Tomé la mano de Severus con nerviosismo, jamás había estado en ese lugar e incluso yo pude notar todas esas marcas de duelo y el oscuro ambiente de la casa.

El Valle de Godric.

No quisimos avisar al chico Potter de lo que haríamos pues según la Orden necesitaba menos preocupaciones en su vida a demás no podía salir del Castillo con Umbridge vigilándolo.

Moody fue el primero en atravesar el descuidado y sucio jardín, la hierba estaba bastante alta y algunas extrañas y mágicas plantas estaban en pleno crecimiento. La mayoría de los que nos acompañaron sacaron sus varitas al cruzar por el umbral de la puerta y cuando fue mi turno de pasar supe porque.

La sala principal era un desastre, todos estaba volteado o si no que destruido, pero lo peor era aquella magia oscura que se sentía. Algo andaba mal.

El silencio fue inquietante y los pasos que los miembros de la Orden daban comenzaron a ahogarse, al parecer había un hechizo silenciador por todo el lugar.

Aferré mi mano a mi varita y me mantuve alerta todo el tiempo, tuve incluso que soltarme del agarre de Severus quien no muy convencido accedió.

-Lupin, tú y Dora vigilarán las escaleras en lo que el resto revisamos las habitaciones del primer piso- indicó Allastor. -Kingley y yo por allá, Diggle y Jones al frente y Snapy ve con tu novia- sonrió con burla.

-Prometida- corrigió Sevy de inmediato. -Vamos- dijo y lo seguí con cautela hasta lo que aparecía ser la cocina.

Ambos comenzamos a revisar cada centímetro del lugar y nada sospechoso apareció hasta que escuchamos un ruido proveniente de una puerta trasera, algo así como una lata moviéndose, era el cuarto de servicio el cual estaba ligeramente abierto. Di un par de pasos nerviosa y él lo notó.

-No te preocupes Laurine, ha de ser una rata o....

-....un perro- lo miré sorprendida mientras el enorme can negro se lanzaba sobre Severus y ladraba directamente a su rostro. -¡No!- apunté con mi varita y el muy cobarde salió corriendo de inmediato pasando por el resto de las habitaciones y finalmente subiendo las escaleras haciendo caer a Lupin.

-¡¿Canuto?!- Remus fue el primero en ponerse de pie e ir tras él extraño animal.

El resto de la Orden no tardó en seguirlo escaleras arriba. Jalé a Severus conmigo y ambos nos asomamos dentro de cada habitación confundidos hasta encontrar al castaño frente al animal.

-Tranquilo, soy yo- levantó sus manos con cuidado y se señaló a sí mismo.

-¿Qué está pasando aquí?- preguntó Moody entrando al lugar.

-Al parecer el licántropo encontró a su mascota perdida- se burló Sevy a mi lado. No tardó en recibir un par de miradas molestas sin embargo él solo sonrió.

-Él- señaló al animal. -Es Sirius, puedo probarlo- dijo aparentemente emocionado.

-Eso es todo, ya se volvió loco- bufó alguien a mis espaldas.

-No, lo juro solo déjenme....- dejó la frase al aire y comenzó a acercarse al animal con bastante lentitud y cuando estuvo a punto de tocarlo volvió a saltar sobre Severus quien estaba no muy lejos, pero esta vez ladro en otra dirección y salió disparado hacia una pequeña chimenea, de ahí salió una rata la cual intentó huir sin embargo el perro fue más rápido y la tomo entre sus filosos dientes.