*Epílogo*

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Un milagro. Así es como Severus Snape lo describió por años, si es que alguien se lo preguntaba.

Y es que quien estuvo presente en Hogwarts aquel trágico día en la Segunda Guerra Mágica supo que no había escapatoria para ese par de familias.

Sin embargo Neville Longbottom de alguna manera u otra los salvó pues al comenzar a dar pasos al frente con su motivacional discurso a cerca de la muerte captó la completa atención de Voldemort.

Poco después Harry Potter, quien no había muerto del todo, se puso de pie y terminó aquello que sus padres habían iniciado años atrás.

Lágrimas, abrazos entre familias, despedidas para los fallecidos, sonrisas y palabras alegres, pero sobre todo la certeza de que habría un mejor futuro fue lo que abundó en el castillo aquella misma tarde, cuando todo terminó.

Snape jamás hubiera imaginado que estaría en deuda con aquel chiquillo al que atormentó por años en el Colegio. Y no era una deuda cualquiera, el le debía su mismísima vida.

Los años pasaron y tanto la Familia Snape como la Familia Malfoy pagaron sus deudas poco a poco.

La tensión entre aquellos que fueron enemigos por años se eliminó por completo, como era el caso entre Harry y Draco, incluso se pudo observar uno en la boda y celebraciones del otro.

Harry con Ginny, Hermione con Ron y bueno, en este preciso momento se encontraban en el altar aquellos dos chicos que como sus padres tuvieron la suerte de no sólo ser Una Maldita Obsesión.

Y después de aquella última declaración de amor por parte del Ministro, Draco y Claire se unieron en un largo beso así como unieron sus almas por siempre.

La celebración fue algo sencilla al puro estilo Malfoy, lo que significaba que habrían cientos de invitados y las más elegante y fina recepción.

Aquella boda había sido razón suficiente para reunir de nuevo a amigos, compañeros y conocidos del pasado.

Y por primera vez en mucho tiempo todo era paz y el Mundo Mágico era uno sólo.

Todos lucían alegres, claro que nadie más que los propios Draco y Claire Malfoy, a excepción quizás de Severus y Laurine.

Pues ambos traían en brazos a un pequeño de cabello rubio y nariz alargada, aquel pequeño que tenía las mejores facciones de su padre y de su madre.

Claro que Sirius no había desaprovechado el momento para burlarse y comentar que si aquel pobre pequeño se pareciera a snivellus sería horrible.

Habían cosas que nunca cambiaban.

En fin, aquel dia era perfecto: los novios bailaban al compas de la música, el pequeño Connor Snape jugaba junto a sus amigos Teddy y Valerie, y Severus miraba al amor de su vida, preguntándose ¿qué habría pasado si no hubiera conocido a aquella elegante sabandija que tanta felicidad le había otorgado.

Fin.

Finalmente hemos llegado al final de la historia espero que les haya gustado, me encantó escribir esto junto a sus hermosos votos, apoyo y comentarios.
Definitivamente voy a extrañar esta historia :(

Y disculpen la tardanza en publicar el final pero nada de lo que escribía me convencía, quería darle una muerte digna.

Entonces, esto es todo de mi parte y les agradezco de corazón que continuaran hasta llegar al día de hoy.

En mi perfil pueden encontrar más historias sobre el Mundo Mágico y bueno, por ahora no creo escribir algo mas sobre Severus pues ya tengo otros proyectos en puerta, pero en un futuro cercano lo consideraré.

Los amo a todos.

Besos

Maldita Obsesión {Severus Snape}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora