Maldita Obsesión {Severus Snape}

*Capítulo 15: Convivencia (parte 2)

/Laurine Selwyn/

La noche sería larga, afortunadamente la Torre de Griffindor no estaba tan mal, teníamos lo necesario para sobrevivir entre chicas.

Me encontraba sentada con Lily, había un poco de música por debajo y el lugar parecía un completo salón de belleza.

Algunas se peinaban, otras pintaban sus uñas, unas cuantas probaban nuevos maquillajes es sus rostros y Narcisa con sus amigas presumían sus hermosos vestidos al frente.

-¡Noche de chicas!- alguien había gritado al inicio de la velada.

Y todo fue muy tranquilo al principio.

Lily se encontraba tras de mí cepillando mi largo cabello, la había dejado después de insistir.

Pero en serio, todo era tan tranquilo que me aburría horrores.

Detestaba estar encerrada solo con chicas, de haberlo querido así jamás hubiera salido de Beauxbatons. Preferiría estar mil veces con los chicos. Incluso había tenido una idea en la que planeaba hacerme pasar por uno de ellos e ir a la Sala de Menesteres a divertirme un rato, pero Lily casi me asesina cuando le dije.

Algunas comenzaron una plática animada. Hablaban sobre su "chico ideal".

Narcissa fue la primera en hablar ilusionada.

-Que sea caballeroso, tierno, guapo, elegante, que tenga una fortuna y la mejor familia- fueron algunas de las cosas que dijo, más tarde describió a Lucius con discreción. Su hermana solo bufo incrédula.

Otras pedían que fuera musculoso, intelectual o deportista, al llegar mi turno solo dije que fuera interesante, nada mejor que eso. Lily describió a su chico como todo un reto.

Como siempre habían algunas chicas soñadoras que describían a sus príncipes perfectos y dotados de habilidades, todo muy meloso.

La mayoría se comportaban como delicadas princesas hasta que me harte.

-Vamos chicas, noche de confesiones- dije parándome al frente, todas mi miraban no muy seguras pero sabían que sería divertido sacar lo trapitos de algunas.

Narcissa me miró molesta.

-Bien, tú comienza, ¿te gusta Lucius?- preguntó siendo muy directa. Se oyeron gritos de emoción en toda la sala, definitivamente estaban sedientas de drama. Y les daría un poco.

-Me agrada- sonreí como si estuviera enamorada. La rubia volvió a su lugar molesta. -Pero no me gusta, solo es mi amigo- confesé después de ver su rostro triste.

-¿A ti si te gusta ¿verdad Cissy?- una de sus amigas preguntó haciéndola ruborizar. Más gritos de emoción sonaron en la sala al no escuchar respuesta.

Los nombres de los chicos más deseados comenzaron a surgir, ellas contaban lo que les atraía e incluso lo que querían hacerles entre risitas.

-A mí me agrada Peter- confesó una pequeña chica al fondo.

-¿Pettegrew?

La miramos con asombro cuando asintió, aunque una que otra hizo una mueca de desagrado.

-Pero si es horrible

-No tanto como Severus- todas rieron. Lily me miró un poco triste, en cambio yo estaba molesta. Era mi amigo o algo así de hecho nadie tenía el derecho de insultarlo más que yo.

-Oh, perdona Laurine- sonrío con falsedad Diane una chica de Ravenclaw. -Todas sabemos que estas enamorada de ese murciélago- se burló.

-Mientes- fue lo único que dije.

-Por cierto, creo que le gustas a Sirius- comentó otra chica de Griffindor. -Lo que muchas darían por estar en tu lugar- suspiró. -O entre las sábanas de Black- rieron.

Me importaba un carajo en realidad yo no quería a nadie y eso estaba bien por el momento. Lo deje pasar y las chicas al ver mi ausencia en el tema continuaron con sus bochornosas confesiones de amor y deseo.

-Pero Lily, cuéntanos de Potter. Últimamente se les ve juntos- una castaña salto a su lado emocionada. Los murmullos comenzaron en todo el lugar.

-Creí que salías con Severus ¿No te molesta o si Laurine?- volvió a atacar Diane.

Unas risas discretas sonaron.

-Pues yo quiero a Severus, es un gran chico, es mi mejor amigo de la infancia- dijo Lily haciéndolas callar. -En cambio James- suspiró mirándome un poco asustada. Sonreí para que continuara. -Me... me gusta James- respondió a las insistencias. -Probablemente le de una oportunidad.

-¡Whooooo!- un alocado coro de emoción se escucho.

-Ya tienes libre a Sev- me guiñaron un ojo.

Estaba molesta, no quería a Severus sabía que me odiaba más últimamente. Preferí guardar silencio y observar a las demás pero por alguna razón aquella noche me molestaban solo a mí.

En un impulso de coraje me dirigí a la chica Ravenclaw quien hablaba pestes a mis espaldas.

-Escucha chiquilla, podría tener a quien quiera a mis pies, desde Sirius hasta Severus- sonreí con suficiencia. -Tú jamás podrás hacerlo

-Yo creo que si

-Como quieras, tengo una ventaja, algo que nos enseñan en Beauxbeatons y es a conseguir todo lo que quiera.

Nos gritábamos mutuamente atrayendo la atención.

Lily me detuvo antes de que comenzara una pelea, más tarde la calma volvió al lugar para quedarse así hasta la hora de dormir.