Capítulo 12: "¿A qué le tiene tanto miedo Oliver?"

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Olivia

Siento la cercanía de Oliver, su calor, sus labios en los míos, moviéndose con la intención de que le devuelva lo que está haciendo. ¿Me está besando? ¿Por qué? No puedo ni moverme, estoy paralizada.

Mis ojos están abiertos, y lo único que veo es el rostro de este chico castaño besándome. Sus ojos están cerrados y tiene las cejas fruncidas, como si tampoco entendiera lo que está haciendo.

Dios mío, ¿cómo hemos llegado a esto? Lo conozco hace unas horas, ¿qué demonios está haciendo? ¿Qué estoy haciendo?

El chico no quita sus labios de los míos, y no sé por qué; estoy totalmente en piedra, sin mover un solo músculo y él no se quita. Siento que han pasado minutos, siento como si el tiempo se hubiera detenido en el momento en que Oliver puso sus labios contra los míos, por lo que asumo ahora, para hacerme callar. ¿Por qué no simplemente se fue? ¿Por qué tenía que besarme? Estábamos insultándonos a muerte, ¿y ahora nos estamos besando? ¿Qué clase de broma está el universo haciéndome?

Quiero que deje de besarme, pero no puedo moverme del shock que siento.

No sé ni qué pensar cuando por inercia abro mi boca, y en ese instante el chico mete su lengua en ella, tocando la mía.

El roce de nuestras lenguas, el calor que siento ahora mismo, y la situación en la que estoy metida, todo junto, hace que mi cuerpo reciba una descarga eléctrica, y por instinto, cierro los ojos y empiezo a besarlo. El chico ahoga una exclamación, y por un segundo pienso que se va a detener, pero no lo hace. Su beso no es tierno ni delicado; es rápido, duro y para ser honesta, demasiado intenso. Me está besando como si quisiera comerme entera, y por cómo escucho mis propios gemidos, sé que yo también estoy besándolo de esa manera.

Ni siquiera me agarra la cara, no me toca con sus manos, simplemente me hace echarme para atrás mientras me besa, haciendo que quede atrapa entre la pared y su cuerpo. Sus labios atrapan mi labio superior y lo succionan, haciendo que el calor que siento se intensifique. Mi mente ha dejado de funcionar, claramente, porque agarro su camisa y lo atraigo hacia mí, haciendo que nuestros cuerpos se toquen, pero él no me pone las manos encima, simplemente continua su asalto mientras yo meto mi lengua en boca y le lamo la lengua, lento. El chico suelta un suspiro, y ladeo un poco la cabeza para tener más acceso a su boca sin pensar bien en lo que hago.

De un momento a otro, él deja mis labios, y va contra mi cuello. Me está besando el cuello, me está lamiendo el cuello.

¿Qué demonios sucede conmigo? ¿Por qué no puedo detenerlo? ¿Por qué no se detiene?

Mi respiración se dificulta cuando chupa el lóbulo de mi oreja, pero cuando siento el dolor en mi cuello cuando me succiona la piel con fuerza, mi sentido común hace conexión con mi cuerpo, y me adueño de la situación; en un movimiento rápido, lo empujo con fuerza, dejándolo aturdido y haciendo que se tambalee un poco.

Su pecho sube y baja, su mirada es demasiado intensa y sus mejillas están encendidas. No me está mirando, pero cuando lo hace, cuando sus ojos se plantan en los míos, la mirada salvaje y lujuriosa que tenía se desvanece y se transforma en espanto. Sus ojos mieles se abren como platos y se cubre la boca con la mano, como si no pudiera creerse que acaba de explorar mi boca como un animal con su lengua mientras me arrinconaba contra la pared de la cocina.

Con la poca cordura que tengo, le hablo.

- ¿Qué acabas de hacer? – le pregunto, asombrada.

Soy consciente de que acabamos de besarnos como dos salvajes, pero una parte de mí cree que esto no ha pasado en realidad, que solo ha sido producto de mi imaginación.

In the fallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora