10. Una Visita Inesperada

68 17 0
                                    

"Y  pasa que a veces
Tratas de llegar al
Corazón de una mujer,
Haciéndola reír, y
Acabas irremediablemente
Enamorado de su sonrisa."

Erika

Todo había sido un caos, tanto dentro del Centro Comercial, como afuera, todas las personas que habían en la calle, querían saber algo acerca de sus parientes que estaban como rehenes dentro, pero los policías no podían hacer mucho, otras personas lloraban al lado de los cadáveres que ya habían sacado, todo se estaba saliendo de control.

Por suerte, a Erick se le ocurrió ir a cenar, era una gran idea, podríamos olvidarnos por un rato de todo lo que habiamos visto y vivido, el restaurante era supremamente hermoso, elegante y tenia un estilo genial. Al parecer a Erick lo conocían bastante allí, desde los guardias de la entrada, como los camareros que atendían a los clientes adentro. Tuvimos la oportunidad de platicar con mis padres de todo, de cómo ellos recibieron la noticia y de cómo nosotros hacíamos lo posible por no morir allí.

Luego de la cena, papá condiciones hasta casa, allí, un hombre corpulento esperaba a Erick, según entendí,  era el escolta y chófer de su padre, pero pasaría a serlo de Erick a partir de ahora, luego de que marcharon, mamá quiso hacerme una sesión de psicología para despejar mi mente, ella no lo sabía, pero en realidad, odiaba esas sesiones, las Retrospecciones no me ayudaban mucho en realidad, siempre evocaban recuerdos que quería quemar de mi vida, pero era como si no quieran separase de mi, aun así,  no me podía negar a lo que ella decía, desde pequeña me había acostumbrado a hacer lo que ella dijera, me gustara o no.

Luego de la larga sesión, qie tardo algo más de una hora, quise ir a descansar, al entrar a mi habitación, note algo que no había visto desde que habiamos llegado a la nueva casa, en el rincón del cuarto, justo al lado de la puerta del baño, habia un estante, allí tenia los libros que había leído,  y los que no,  tenia sagas completas y libros autógrafiados que eran mi mayor tesoro, una semana y no había percatado ese detalle, además, en la parte inferior,  totalmente llenos de polvo, habían cuatro peluches, los cuales guardaba hace más de diez años, un oso, una jirafa, un unicornio y mi preferido y el cual mis padres nunca quisieron que tuviera por su estilo sombrío,  era un murciélago, pero este estaba intacto y no tení un grano de polvo sobre su masa, era el único en perfecto estado, también recordé como lo conseguí pero eso no quería verlo en mi mente, la imagen de ese día era un momento muy doloroso, el sonido de mi teléfono me saco de el trance de recuerdos que habían acudido como lluvia  a mi mente, mire la pantalla y era un numero desconocido, dude, pero luego de unos segundos respondi;

- Bueno?

- Tuve que conseguir tu número,  porque al parecer me olvidaste - dijo una voz femenina al otro lado de la línea.

- Disculpa, te conozco? - dude al preguntar.

- Pues si te refieres a haber vivido, desde los dos años, al lado de tu casa, y crecer junto a ti, diría que sí.

- Eres...

- No sé si soy quien piensas.

- KAROL, eres tú.

- Así es ingrata mia, soy yo.

- No sabes cuanto te he extrañado, no sólo a ti, a todos, las chicas del equipo, los profesores... Cuentame todo lo nuevo.

Lo Mas Cercano Al Infierno [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora