24. No Me Puede Dejar

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"El amor no se basa en
besos y peluches,
nada te cuesta decir que
las amas, para que
te escuchen."

Erika

《Un día como cualquier otro en aquella ciudad calurosa para esa época, y hoy seria un largo día, en una semana entraría a la escuela, con 8 años entraría a clases luego de las vacaciones de verano, de nuevo a seguir con el 4° de primaria, otro año más junto a Karol, quien estaba conmigo en el mismo curso desde 2°, tendría que ir con mamá y la abuela a una cita médica, papá trabajaría todo el día, y el abuelo no había podido venir. Mi felicidad aumentaba cada vez más, pues sabia que no faltaban más de tres meses para mi cumpleaños número 9. Al salir de mi habitación, camine por el pasillo hasta llegar a la cocina, allí estaban mamá y la abuela, ambas ya arregladas para irnos, yo aún no lo estaba;

- Buenos Días - dijeron en unísono al verme.

- Buen Día - sonreí - ya listas?

- Así es pequeña, vé y te arreglas - la abuela pellizco con sus dedos una de mis mejillas mientras me daba un abrazo, respondí y corrí de nuevo a mi habitación, ya tenía la ropa lista.

Volví a la cocina y ahora estaban en la sala, sentadas sobre unas de las sillas que habían, no teníamos sofá en aquella época, recuerdo muy bien todo lo ocurrido y cada detalle del lugar donde crecí;

- Ven, el taxi llego - la abuela estiró su mano y la tome, salimos juntas de casa y subimos al taxi.

Llegamos a una gran clínica, la clínica entrar de Nuevo México, allí un especialista o algo así vería a la abuela, pues últimamente no había estado muy bien de salud y su respiración se dificultaba cada vez más, no le habían prestado atención hasta que empezaron los episodios en los que se quedaba completamente sin oxígeno y en una ocasión, cayó en el suelo desmayada, desde ese momento, empezaron a prestarle atención a lo que la tenía tan mal de salud, aunque aún no le definían que tenia, pues llevan varios meses tras una cita con algún especialista, todos los médicos generales que le ven, dicen que es algo de más dificultad y no le daban una cita para ir a ver a un especialista, y no contaban con el dinero para pagar uno independiente.

Bajamos del taxi y voy en medio de las dos, a cada una le doy la mano, pero logro sentir algo extraño, no en mamá, es en la abuela, sus manos tiemblan, no es normal en ella, pues nunca le tiemblan las manos y menos de esa forma, levantó mi cabeza para mirarla y al percatarse, esboza una sonrisa hacia mi, como queriéndome decir <<Todo esta bien>> pero aunque esas dos palabras salieran de su boca, no lo creería, nada estaba bien. Tomamos asiento en unas sillas de la sala de espera, hay más personas con nosotras allí, veo pasar gente en camillas, personas llorando, algunos hombres vestidos de blanco con sus trajes salpicados de un líquido rojo, al otro lado de la sala, uno de esos hombres habla con un grupo de personas, alcanzó ver como mueve sus labios y de repente, seis o siete personas que le prestan atención, empiezan a llorar, una señora llora desconsoladamente y un chico, la abraza, no entiendo que pasa pero siento ganas de llorar, así que dejo de mirar en esa dirección, mejor miro miro a mamá, pero el panorama no es muy distinto, sus ojos están a punto de estallar, aun no sé qué ocurre, porque la abuela está igual, por el altavoz, se escucha el nombre de la abuela y ellas se ponen de pie;

- Vamos - Mamá se limpia su rostro pasando su brazo por esté, me toma de la mano y nos dirigimos hacia un consultorio, al llegar la abuela toca a la puerta

- Siga - un hombre se escucha adentro y la abuela toma el pomo de la puerta y entramos, las tres tomamos de nuevo asiento, pero esta vez, ellas frente al doctor y yo, me siento en la camilla.

Pasan varios minutos, hablan, y hablan, como todo esta en silencio, logró escuchar completamente lo que dicen, por más bajo que tratan hablar;

- Es más complicado de lo que parece - explica el doctor - el Moco se almacena en las vías respiratorias y en el páncreas - Mamá se limpia sus ojos - por ello, las complicaciones respiratorias que ha venido presentando.

- Y es hereditario? - interrogó la abuela, parecía preocuparle mucho el tema.

- Así es, en la mayoría de los casos es hereditario - miro a mamá - por eso, le recomiendo que se haga los exámenes, no queremos tener alguna sorpresa.

- Doctor... Me repite el nombre de la enfermedad? - Mamá saco una libreta para apuntar.

- Fibrosis Quistica - espetó el doctor - sin embargo, quiero que me presten de nuevo los exámenes - Mamá estiró en su mano un sobre, en esté, un círculo dibujado, dentro habían unas letras, alcance las letras U.A.C.E.M., luego descubrí que era "Unidad de Apoyo Contra Enfermedades Mortales", no sabia que era una enfermedad terminal, lo que si sabia, era que podría ser muy malo, ya que la abuela lloraba como una niña pequeña, igual que mamá, yo no lloraba simplemente porque no entendía que estaba pasando.

El camino de regreso a casa, se hizo eterno, nada hablaba en el taxi, el trágico en el centro de la ciudad era infernal, pero así, logrando salir luego de unas horas. Al detenerse el auto frente a la casa, el abuelo nos esperaba junto a papá, al bajarnos, cada uno se encargó de su respectiva esposa, ambas estaban destrozadas, a mamá le hicieron los exámenes, los resultados arrojaron que no tenia nada, ni indicios de poder tenerlo en un futuro, pero lo que más duro les daba, era que el médico no le había dado muchas expectativas de vida a la abuela, así, sin anestesia, les dijo frente a mi, que no aspirara vivir muchas semanas, pues sus pulmones estaban colapsando por motivo de la enfermedad, y sería más riesgoso y doloroso intervenir quirúrgicamente, por lo tanto solo restaba esperar el momento.

Todos estaban sentados en la sala, en círculo, nadie hablaba, el abuelo no tenia idea de lo ocurrido, papá tampoco lo sabía, mamá solo lo había llamado ente sollozos y no pudo explicarle nada, algo que lo dejó aun más preocupado de lo que ya estaba;

- Entonces - susurro el abuelo - que ocurre?

- La cuestión aquí es - la abuela tomó aire y volvió a hablar - la enfermedad que padezco se llama Fibrosis Quistica, lo cual va a terminar con mk vida en muy poco tiempo - sentí mis mejillas humedecerse.

- Quien te dijo eso? - papá sonaba furioso.

- El doctor - hablo mamá - luego de ver los exámenes, y detallarlos, nos lo dijo.

- No puede ser alguien tan Insensible - sentenció el abuelo.

- Lo peor aquí es - menciono la abuela - que con ello puede dar Diabetes, algo de lo que también, ya tengo indicios.

- Lo que significa... - hablo papá.

- Así es - Mamá lo interrumpió - reduce enormemente sus posibilidades de vida - Solo fue escuchar aquello y corrí a mi habitación, gritando, no podía perder a mi abuela. Azote la puerta de mi habitación y escuche a alguien correr hacia allí;

- Erika, Erika, abre por favor - papá hablaba detrás de la puerta.

- Déjame - grite, puse mi almohada contra mi rostro, no quería saber de nada ni nadie.

- Erika - papá insistía - Abre la puerta por favor.

- Déjame dormir - volví a gritar, luego de unos momentos, la puerta dejo de sonar, ya no se veía la sombra por debajo de la puerta, se había ido, podría descansar, quizás era solo un sueño y al despertar todo sería diferente, esa era muy idea cada vez que no podía aceptar algo, dormi después de tanto llorar, no sentía hambre, no sentía sed, solo sentía dolor.

Lo Mas Cercano Al Infierno [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora