Lo Mas Cercano Al Infierno [TERMINADA]

19. Aquel Día

"Tengo un corazón,
un alma y una
filosofía; llevar siempre
la sangre caliente y
la mente fría."

Erika

《 Ese día desperté muy temprano, al fin había llegado, pasaría mi primer cumpleaños en casa de los abuelos, siendo un viernes, tendría todo el fin de semana con ellos, baje muy rápido desde mi habitación y corrí hacia papá, al verme, se puso en cuclillas y abrió sus brazos, mamá se unió y juntos me abrazaron;

- Feliz Cumpleaños mi niña - dijo mi papá mientras yo tenía mi cabeza entre su cuello.

- Feliz Cumpleaños mi Reina - Está vez era mamá quien me abrazaba muy fuerte - Ahora ve y te arreglas, los abuelos llegarán pronto - obedecí y subi a mi habitación, los abuelos llegarían en su auto por mi, y ya debería tener todo listo, y ya lo tenia, el equipaje estaba hecho, nada se me quedaba. Un hora después, el claxon del auto sonó fuera de la casa, mire por mi ventana, y la abuela movía su mano hacia mi, desde la calle, en forma de saludo y le respondi con el mismo gesto, baje de nuevo corriendo, con el equipaje arrastrado, al bajar, con otro abrazo me despedí de mamá y papá, mamá lloraba, y yo igual, pues seria el primer cumpleaños lejos de ellos, y a todos nos dolía por igual, por otro lado, los abuelos vivían lejos de la ciudad, en un pueblo, no con mucho habitantes, pero era un lugar agradable, muy agradable, la tranquilidad de allí, no se comparaba con la ciudad, en Nuevo México el ruido era bastante y casi nunca se sentía paz en las calles, pero este pueblo era totalmente distinto, al llegar al auto, el abuelo guardo el equipaje en el baúl, y aborde en los asientos de atrás, y antes de emprender el viaje, baje de nuevo sin dar explicaciones, me faltaba algo, o bueno, mejor alguien, vi a Karol que venia, con su muñeca, en sus brazos, corría hacia el auto, salí y también corrí hacia ella, a pesar de ser algo mayor que yo, siempre nos habíamos relacionado muy bien;

- Solo quería desearte un Feliz Cumpleaños - dejo caer su muñeca y me abrazo, a lo cual respondi.

- Muchas gracias amiga - las lágrimas no se hicieron esperar, tanto en ella como en mi, y no nos apartabamos.

- Espero que disfrutes este fin de semana, y te estaré esperando - se apartó y tomó mi mano - Ahora vé que te esperan - termino y allí se quedó parada, mientras yo me iba alejando, caminando hacia atrás, sin dejar de mirarla, llegue al auto y subí;

- Nos podemos ir - dije mientras con mi brazo, limpiaba mis mejillas.

- Entendido princesa - espetó el abuelo y arranco el auto.

En nuestro camino, de más de nueve horas, hicimos tres paradas, dos para alimentarnos y otra para descansar, pues el único que podía conducir era el abuelo y se sentía cansado, pues ya había conducido nueve horas para llegar por mi, en una estación de servicio, el abuelo pareció empatar muy bien con unos hombres con los cuales hablo durante la medio hora que estuvimos allí, luego de eso y un estrechon de manos con aquellos hombres, salimos de nuevo, rumbo al hogar de los abuelos. Dormi casi todo el trayecto, al igual que la abuela, quien dormía en el asiento del copiloto, y yo, tenia todo el asiento trasero, solo para mi, el cual ocupaba todo acostada de lado a lado.

Finalmente llegamos, cerca de las 4pm, descargamos el equipaje, entre en la casa y al ver lo que me tenían preparado, mi corazón se quería salir de su lugar, la primer planta de la casa, estaba adornada fon globos color azul, azul claro, mi preferido, y algunos corazones de un rojo intenso, un rojo escarlata, que resaltaba muy bien en esas formas de corazón, y sobre la mesa del comedor, una caja gigantesca, no me alcanzaba a imaginar que habría allí, pero referí esperar a que los abuelos llegarán, quizás era algo de ellos y no quería estropearlo, pues hasta el momento, el viaje había sido perfecto. Llegaron y ambos se quedaron tras de mi;