16. Fiesta

55 19 2
                                    

Erick en Multimedia


"El jinete del corcel
de la melancolía,
que avanza con la esperanza
de materializar utopías."

Erika


Habían sido un día muy largo, ayer, habia conocido un lado que nunca me imagine en Erick, habia visto a través de sus ojos, sus miedos, su amor hacia Clere y que daría su vida por aquella pequeña, pude ver el sufrimiento dentro de él, cuando me mostró aquel gran lago y la casa al otro extremo de esté, Karol, como me habría platicado antes de irnos a dormir, al fin habían conocido un hombre diferente a todos los demás que ya habían pasado por su vida pero que no duraron mucho, era temprano y mi despertador había sonado, hoy Karol viajaría de regreso a Nuevo México, debía acompañar a su madre y su hermanito, además debía retomar clases el jueves. Salí de mi cama dispuesta a bañarme, en lo que Karol se despertaba, debía acompañarla al aeropuerto. Una hora después, ambas estábamos desayunando, mamá aun no se iba y papá ni siquiera se había despertado, llegaría tarde pero era mejor dejarlo descansar, después de un delicioso desayuno para comenzar el día, mamá había salido hacia su consultorio, y yo, no sé que haría luego de dejar a Karol rumbo a nuestra ciudad. En lo que Karol se encargaba de lavar los trastes sucios, yo me lavaba mis dientes, al salir, ambas estábamos listas, salimos, luego de dejar todo bien seguro, sin fugaz de gas ni luces encendidas, ventanas cerradas y todo bien, tomamos un taxi y en menos de lo esperado ya estábamos frente al letrero electrónico, esperando que llamarán a los pasajeros del vuelo C-387 con destino a Nuevo México, ambas rompimos en llanto por tener que alejarnos de nuevo, no había pasado mucho tiempo desde la ultima vez que nos vimos, pero el hecho era que nunca nos habíamos separado por más de dos o tres días;

- Prometeme que me avisas tan pronto llegues a casa - mis ojos estaban bañándos en lágrimas y Karol estaba frente a mi, tomada de mis manos.

- Te lo prometo amiga, cuídate de regreso - a penas podía hablar, su respiración no le permitía hacerlo con facilidad.

"Pasajeros del vuelo C-387 con destino a Nuevo México, favor dirigirse a la sala de abordaje, ingresando por la puerta #27", la voz de una mujer se escucho por los altavoces y al escucharlo, lloramos aun más.

- Es tu momento amiga, debes ir - dije entre sollozos, su mirada fija, me dio a entender que no quería hacerlo, pero afirmó con su cabeza, un abrazo fue nuestro último contacto y se dirigió con su equipaje a la puerta 27, antes de entrar, se volvió hacia mi y con su mano se despido y luego no la volví a ver, después de pasar por la puerta.

El camino a casa fue largo, y al llegar y no tener la presencia de Karol, sentí como un gran vacío se apoderó de mi, ella era mayor que yo un año, pero desde antes de los dos años, jugábamos y peleabamos como buenas amigas, porque vestido le quedaba mejor a la muñeca, luego por cual pintalabios era más bonito, ya en la escuela nuestras peleas eran porque ambas queríamos al mismo chico y sabiamos que él no podía tenernos a ambas al tiempo, pero con el pasar de los años, me di cuenta que ninguna pelea o chico era más importante que nuestra amistad, y que una amiga como ella eran pocas que quedaban sobre la tierra, debía cuidarla, porque: "Quién cuida un buen amigo, guarda un tesoro", solía decir mi abuela cada vez que nos veía discutiendo, su sabiduría era tal, que más de una vez me dijo que Karol y yo, llegaríamos a sus edad, y no dejariamos de discutir por lo primero que se nos ocurriera, pero también sabia el gran lazo que teníamos.

Al entrar en mi habitación me tumbé sobre la cama y saque mi móvil para examinar que no tuviera ningún mensaje, papá ya había salido y estaba sola en casa, exactamente encontré lo que buscaba, un mensaje, dude en abrirlo pero al final, decidí abrir el chat; "Recuerda la Gran Fiesta de Bienvenida del IAD, hoy, a partir de las 5pm, ven y disfruta en la parte trasera del instituto, todos los alumnos, desde grado Noveno hasta Once, están invitados, no olvides asistir", el número del que lo habían enviado era desconocido, pero al menos, si asistía podría distraer mi mente por un rato, le reenvíe el mensaje a papá, pidiéndole permiso;

Lo Mas Cercano Al Infierno [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora