46. Revancha

57 15 0
                                    

"Ella llegó a mi vida así,
de golpe,
y yo tan distraído;
que me enamoré del susto"

- RoyHerbach

Erick

Un largo sermón, acerca de compañerismo, amistad, normas y leyes del IAD, esto era terapia mental de cada vez que alguien iba a la oficina de la Directora, siempre empezaba por lo mismo, y de ser tan repetitivo, se tornaba algo fastidioso.

Al mirar a Delko, no podía evitar que una sonrisa se esbozará en mi rostro, una ceja le sangraba, y de nuevo, habia roto otro tabique, se veía que estaba deforme y él ya se había percatado de eso, su nariz sangraba muy poco y tenia un hematoma al lado de su boca, por mi lado, solo me dolía el abdomen, cuando me tuvo sujeto con sus piernas, sobre el piso, sentí mucho dolor, era obvio, debían cuidarme y más en la parte de la pelvis, no me podía arriesgar y menos por algo insignificante, pero eso no era cualquier cosa, estaba era mi oportunidad de sacarme esa espina que tenia en mi mente y ser desde hacía dos años, ya era hora;

- Erick - Rebecca habló, la miré - Tu que opinas?

- Que Delko debería irse al demonio - escupí.

- No decías lo mismo allá afuera - se burló.

- No porque estaba ocupado, partiendote eso, a lo que llamas rostro - sonreí.

- Suficiente - Rebecca estaba enojada, como si me importará.
Salí de la oficina con una pequeña hoja de papel o algo parecido, no me había tomado la molestia de mirar.

Shane y Erika me esperaban afuera, en el auto, ya no había nadie en los pasillos del instituto y el antejardín estaba vacío, solo tres autos y dos personas;

- Hey! - dijo Erika y corrió hacia mi, dándome un abrazo.

- Auchh - me quejé, ella se separó de mi.

- Que te ocurrió? - de inmediato miró hacia mi abdomen.

- Eso dolió - dije, Erika levantó mi buso, solo se veía un pequeño hematoma, nada de que preocuparse.

- Y que tienes allí? - intervino Shane

- No sé - bajé la mirada a la hoja que tenia en mi mano - No he mirado

- A ver - Shane tomó la hoja y la examinó - Vaya que te saldrá costosa la chanza con Delko - Se burló - Te están cobrando los daños causados, en la comunidad estudiantil y en los casilleros.

- Já, deberían esperar sentados - reí

- Además de la perturbación a la tranquilidad estudiantil - Hablaba entre risas.

- No pagaré nada.

- En ese caso - siguió mirando la hoja - Dice que de no ser cancelada la cuenta, no podrás entrar a clases, será cancelado tu horario, ni podras asistir a entrenamientos hasta nueva orden de la Directora - No podía ser.

- Cuanto es? - Erika le prestaba atención a Shane, igual que yo.

- Setecientos Dólares - No podía ser, no otra vez, me giré y allí estaba la fuente de esa voz.

- Quieres seguir para que te acabe de destrozar el rostro? - Delko estaba frente a mi, en su nariz, algunas vendas y en su boca, una bandita.

- Nada de eso - viró su mirada a mi auto - Solo veo que tienes un buen motor.

- Y eso que? - para mi, no tenia importancia en este momento mi auto.

- Desde acá hasta el centro de la Gran Manzana, tu auto contra el mio - Que chiste, acaso tenia un auto?

- Y tu auto? - dije en tono sarcástico.

- Acaso no lo ves? - Cruzó por en frente del auto y se detuvo al lado de la camioneta - Este Maseratti Gran Turismo es mio -Puso su mano sobre el capó del vehículo blanco.

No me sorprendió pero segundos antes, dudaba que fuera de algún alumno del IAD, creí que sería de François.

- Nada de eso - dijo Erika - No hay nada que apostar.

- Ten en cuenta la última carrera - reflexionó Shane.

- Hecho! - dije - Shane, lleva a Erika hasta su casa, asegúrate de que llegue sana y salva - mire a Justo - El perdedor, paga la factura de daños del otro.

- Acepto - pronunció Delko y subió a su auto.

- Yo no me iré a casa hasta saber que estas bien - Erika se detuvo en la puerta del Porsche - He dicho!

- Erika...

- Nada - posó su mano sobre mi rostro, sus ojos se cristalizaron

- Tienes que poner esos ojos? - Me enloquecía esa mirada, y me partía el corazón, verla apunto de llorar.

- No quiero que te ocurra nada, no estaré tranquila - Hizo una pausa - Voy contigo - Dijo y de inmediato subió al asiento del copiloto y ajustó su cinturón.

- No quiero arriesgarte! - dije desde fuera.

- Y yo no quiero que te arriesgues - finalizó.




Restaban 4 kilómetros para llegar, la potencia del Maseratti me asombraba, era obvio que el auto estaba modificado, y eso lo hacía aun más genial.

Shane había tomado un atajo para esperarnos en el punto de llegada, la meta seria en un restaurante chino, en una esquina, justo en el semáforo seria el lugar donde la carrera acababa. Hablando de semáforos, además de ser un problema comunal y social en el instituto, me estaba volviendo un infractor de alto grado de riesgo en las calles de New York.

150, 160, 165, 180, 190, 194 y a punto, el auto estaba dando lo máximo de sí, la velocidad máxima llegaba a 221 k/h y no estaba lejos de alcanzarlo, el tanque de nitrógeno estaba vacío, ya lo habia consumido todo, tan solo 300 metros más.

El dinero a pagar era lo de menos, eso lo ganaba cada vez que iba a una carrera, pero lo que yo quería era ganarle a Delko, bajar sus aires de superioridad, y el final llego.

Por menos de 50 centímetros de Parachoques Gané.

Lo Mas Cercano Al Infierno [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora