42. Fragmentos

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"No se muere quien se va,
solo se muere quien se olvida,
al fin y al cabo la
muerte va tan segura de ganar,
que en desventaja
te da una vida."

Erick

Tres semanas; tres largas en las que no había rendido deportiva y mucho menos académicamente.

Tres semanas en las que aún lloraba cada noche en mi habitación, antes de dormir, bueno, me dormía llorando, mirando a la gran pared en la que estaba pintado el retrato de Clere y yo.

No sabía si algún día podría superarlo. Mis ganas de seguir respirando se habían ido acabado poco a poco. Erika alegraba mis días, mis noches, y Shane hacia lo posible por hacerme sentir bien, con sus chistes y sus anécdotas únicas.

Por otro lado, mi padre había pasado más tiempo en casa, hablaba conmigo, me pedía opiniones y me preguntaba por mis días en el IAD y el equipo, yo le mentía pero sabía que no duraría mucho; Rebecca no tardaría en llamarle a la oficina para comunicarle, de igual forma, habia perdido sentido alguno para mi.

Llevaba dos días sin ver a Erika, desde el jueves no la veía, habiamos hablado por chat, pero no era lo mismo, ella era la única persona con la que me quería topar todos los días.

Un sobre esta frente a mi, una carta, otra carta, unas más para esa estrella que me cuida cm cada vez que abro los ojos, Clere.

El día de su sepultura, escribí algo para Ella en una hoja blanca, algo que las palabras no salían de mi boca en el momento, pero si podían salir de mis manos, con una pluma y un papel;

"Imagínense perder a quien
les dio esperanza y alegría
en la vida, para siempre.

Es como perderlo todo,
como morir, como si tu
corazón dejara de latir
junto al suyo.

Pero no, no podés rendirte.

No cuando sabes que esa
persona querría verte brillar.

Puede haber dejado este mundo,
pero cada persona que
toca corazones vive para siempre.
Así que la llevo cálidamente
en mi núcleo.

Voy a dibujarla sonriente y
feliz en mi memoria.

Siempre voy a recordarla,
como el alma hermosa,
talentosa y fuerte que era.

Ella, que siempre defendió
a los demás, la que apoyó a todos,
la que trabajó y trabajó muy duro,
para seguir su lucha.

Mi amor y admiración por
Ella nunca se atenuaran.

Voy a llevar siempre conmigo
todo lo que me dio,
y voy a hacerlo bien.

Haré que estés orgullosa de mi.

Pelearé, como vos me enseñaste."

Decía la carta que lancé ese día en aquel agujero, donde poco después, quedaría enterrada, gran parte de mi vida.

Estaba sentado en la mesa que hay en la biblioteca, la cual hace unos días estaba llena de libros, los cuales ya había leído, pero decidí organizarlos y ahora ocupaban parte de un grabado armario en mi habitación, los que leyera, irían a parar allí.

Lo Mas Cercano Al Infierno [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora