Capítulo 9

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Mientras mi madre duerme, yo descanso en un sillón que se encuentra a un costado de su cama, Gale acaba de irse, dice que él se encargara de todo lo que tiene que ver con el traslado al Capitolio, Mejor para mi.

Acordamos que vendrían por nosotras en la mañana, lo mejor es que mi madre tenga unas horas más de descanso antes del estrés que el viaje y el ajetreo que este conlleva le significaría a su cuerpo . En el cual por recomendaciones del doctor Easton iría sedada. Mientras tanto intento descansar un poco yo también, en el poco tiempo que he estado aquí he acumulado mucha tensión y agotamiento, por lo que cierro los ojos y trato de mantener mi mente en blanco buscando el sueño. Luego de una hora me doy por vencida, no puedo dormir. Me conformo con el tiempo de paz y el silencio que me rodea y hago un esfuerzo por ordenar mi mente, tratar de que esta involuntaria visita al capitolio tome perspectiva, pero en lo único que puedo pensar en este momento es que si fuera por mi jamás volvería a ese maldito lugar. Gale tratando de calmarme me dijo que ya no es como antes, que la gente cambió incluso hasta su forma de vestir, aunque todavía conservan ese tono exagerado y muy chillón. Pero la gente extraña que aplaudía y veneraba el sacrificio de niños año a año solo eran títeres, que más tarde que temprano se dieron cuenta del tipo de vida que llevaban, no es eso lo que me causa el rechazo, es lo que esa cuidad representó para mi, mas allá del tiempo y de los cambios que este haya influido en la capital.

¿Cómo le vendrá a Peeta volver a ese lugar? Si yo estoy nerviosa por volver el debería estarlo aún más que yo, aunque siempre olvido que la sensatez es una de sus muchas virtudes y quizá lo tomase mucho mejor que yo. De todas formas estoy muy preocupada por él, no quiero que vuelvan esas alucinaciones y tengo miedo que el estar en aquel lugar se convierta en un detonante. Quizá en el capitolio también puedan ayudarlo a él, después de todo el tomaba terapia con un médico del capitolio, aunque tiempo después de volver al 12 el desistió de seguir con eso, diciendo que sentía que a esas alturas podía manejarlo por su cuenta, pero al parecer no resultó del todo. Se que no debería pero no puedo evitar albergar esperanzas, después de todo; si aquí lograron curar a Haymitch de su alcoholismo, allá no les costará curar a Peeta. Antes de que pueda seguir dándole vueltas al asunto el sueño al fin me puede.

Despierto un poco alterada porque tuve bastantes pesadillas, todas sobre el capitolio. Pero no estoy dispuesta a dejarme amedrentar por esas cosas, así que me desperezo y me levanto para ver a mi madre quien ya está despierta. Me siento a su lado y le explico todo lo que va a pasar, le comento paso a paso su situación y la gravedad de sus heridas. En el momento que le digo que tenemos que volver al capitolio, abre los ojos con temor y comienza a llorar, yo intento calmarla diciendo lo mismo que me dijo Gale para tranquilizarme a mí y le repito encarecidamente que todo estará bien. Acaricio su cara mientras hablo suavemente, logrando que poco a poco comience a calmarse.Cuando se encuentra mejor la animo a dormir y descansar un rato más mientras Gale y yo arreglamos todo para el traslado que será en una hora o dos, mi madre asiente y nuevamente se deja llevar por el sueño.

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Cuando aterrizamos en el capitolio Gale me despierta e instintivamente busco a mi mamá, la veo dormida en su camilla junto a las dos enfermeras que cuidaron de ella durante el viaje. Gale me toca el hombro y me pide que lo acompañe a hacer los tramites para el ingreso, bajamos por la escalerilla y veo como bajan con sumo cuidado a mi madre para ingresarla al hospital.

-Estará bien Catnip, tú sabes que a pesar de todo aquí hay doctores y tecnologías muy buenas.

-Lo sé, creo que ese es el único motivo por el que acepte venir de todas formas- el asiente y emprendemos el camino hacia el interior del hospital. Voy distraída mirando todo lo que me rodea, nunca dejó de sorprenderme las genialidades que aquí se podían encontrar, tanto como los excesos desmedidos, de pronto recuerdo que Haymitch traería a Peeta en tren, me pregunto cómo estará, con todo lo que ha pasado ni siquiera me he detenido a pensar en lo que Gale me comentó sobre él. Decido que este en un buen momento como cualquier otro.

-¿Que fue precisamente lo que te dijo Peeta?-pregunto. Aunque no me gusta hablar de esto con él, es el único que me lo puede decir.

-Bueno, que te digo...él ya sabía que yo intentaría algo contigo.- me dice con tono despreocupado.

-A que te refieres con que ya lo sabía, ¿tú le dijiste algo que yo no sepa?

-No, de hecho el me lo dijo a mí. Me sorprendió, pero yo también sentía que debía saber qué es lo que sientes, así que no me pareció tan mala idea. Desde luego, no fingí nada de lo que pasó, solo te hable de mis sentimientos, pero ahora me doy cuenta de que él es el inseguro y tú tienes todo bastante claro en referencia a su relación, no puedo decir lo mismo del panadero. Tienes bastante claro a estas alturas lo que siento por ti Katniss, pero ayer por fin me demostraste lo que realmente tú sientes a quién realmente quieres y ese no soy yo, es Peeta.

Siento como la rabia de va apoderando de mí y sin pensarlo dos veces le pego un puñetazo en la mandíbula a Gale, que creo que me duele más a mí que a él, porque siento crujir mi mano y me encojo de dolor, pero en este momento es lo que menos me importa. Camino hacia dónde está mi madre sin detenerme a mirarlo, ¿Cómo se atreven? Odio que me hayan manipulado de esa manera, mas allá de mi propia e inapropiada reacción ante el beso de Gale en el aerodeslizador camino al 5, no puedo creer que Peeta haya hecho esto, que aún dude de mi y de lo que siento después del esfuerzo que me tomó abrirme a mis sentimientos, pero sobretodo me duele que el haya escogido a Gale para hablar de ello y más aún en este momento. Decido que solo me preocuparé por mi madre y ya resolveré esto cuando él llegue.

Real (Una Historia Pre-Epílogo)Where stories live. Discover now