Real (Una Historia Pre-Epílogo)

Capítulo 10

En este momento mi madre está con los doctores, están examinando la gravedad de sus heridas y después de eso prepararan todo para poder operarla. Todos han sido muy amables y eficientes, y creo que no es sólo por deber-de algo que me sirva ser una cara conocida aún.

No he visto a Gale desde el puñetazo y tampoco quiero hacerlo, así que trato de dormir porque una enfermera me dijo que tardarían, pero no puedo, siento rabia y a la vez me duele que la persona a la que amo dude de mí, el Peeta que yo conozco no es así ¿que lo estará llevando a pensar toda esta sarta de estupideces? ¿De verdad cree que yo no lo quiero? Siento que todo esto me supera, siento las lágrimas a punto de salir, pero no lo permito, lo último que puedo hacer en este momento es ponerme a llorar, esta no soy yo.
-Katniss- reconozco de inmediato esa voz, me vuelvo para verla y me encuentro a alguien muy diferente a lo que yo esperaba.
-¿Effie eres tú?- la persona que tengo en frente es alguien totalmente diferente, sin tacones ni peluca de color chillón, aunque todavía viste muy colorida para mi gusto, ahora sin tanto maquillaje puedo ver que es bastante guapa y no tan mayor como el exceso de maquillaje la hacia parecer. Su pelo es liso y de un color muy bonito como la miel que le llega bajo los hombros.
-Así es, supe que tu madre está aquí y me decidí a venir, Haymitch me lo dijo espero que no te moleste- me dice con una sonrisa amable, que me reconforta, acto seguido me levanto y la abrazo, creo que después de todo si le tengo aprecio, al principio se sobresalta un poco pero después recibe mi abrazo y me da un beso en la mejilla.
-¿Cómo has estado? estas muy cambiada Effie ¿qué te paso?- y de verdad quiero saberlo, algo tiene que haber pasado para que haya decidido dejar atrás cosas que eran imprescindibles para ella.
-Bueno, después de todo lo que paso, y la falta de suministros, entendí que no necesitaba nada de eso, todo lo contrario, ya no me sentía bella, y aquí entre nos-me mataban los tacones-dice soltando una risita, y yo la imito.
-creo que te ves mucho mejor, más natural- le digo con una sonrisa y ella toma mi mano entre las suyas.
-gracias, pero cuéntame, como esta todo- y por primera vez entablamos una conversación real, que no tiene nada que ver con los juegos, le cuento todo sobre el distrito doce y sobre mi madre, me gusta bastante hablar con ella, ahora me parece una persona auténtica, ella me cuenta que trabaja con Plutarch en el área de entretenimiento y tv de Panem. Y es cuando estamos inmersas en una conversación bastante amena cuando los veo, Peeta y Haymitch ya han llegado.

En el momento que los ve Effie esboza una amplia sonrisa y se levanta para saludarlos.
-oh ahí están, mis chicos- dice Effie alegremente imitando 0arte de su antiguo tono exagerado.
-¿Effie?- dicen ambos al unísono con un notable tono de incredulidad.
-Que graciosos, como los he extrañado- dice con su voz normal mientras se encamina a abrazar a Peeta y luego a Haymitch, que la mira como si le hubiera salido otra cabeza
-Que bien te ha sentado la república, Effie- le dice Haymitch en un tono que no puedo descifrar, ¿coqueto tal vez?
-Que amable eres ¡y tú que delgado estas!- comenta Effie algo preocupada
-He estado haciendo ejercicio -dice Haymitch y toma una postura de galán que me parece un poco ridícula

-realmente estas tratando de flirtear con Effie? -le digo a Haymitch riéndome.
-quien sabe, ¿está funcionando?-dice mirando a Effie, que se sonroja y suelta una risita.
-creo que no estaría mal que salieran a tomarse un trago, ¿qué te parece Effie? Les dice Peeta, divertido.
-concuerdo con lo de salir, pero podría ser a tomar un café, ya que ya no bebo,¿ lo olvidas?
– claro lo siento- dice Peeta arrepentido.
-¿estás hablando en serio?-dice Effie sorprendida-Creo que si has dejado esos malos hábitos podría concederte un café.
-Perfecto, ¿nos vamos?-dice Haymitch a Effie tan entusiasmado que no puedo evitar reírme, Peeta también lo hace, cuando giro hacia el noto que me está mirando y aparto la mirada.
– ¿cómo,ahora?- exclama Effie exaltada pero a la vez divertida, y noto como se pone nerviosa y se vuelve a sonrojar aún más-pero estaba charlando con Katniss.
-creo que son ellos los que tienen que hablar-dice señalándonos con el dedo a mí y a Peeta- ¿nos vamos preciosa?, luego podemos volver para ver cómo están las cosas- toma del brazo a Effie y se alejan por el pasillo hacia la salida.
–¿Porque no me llamaste?, estaba preocupado por ti-dice Peeta y se le ve un poco nervioso ¿habrá tenido otra alucinación? espero que no.
-no lo creí necesario porque Haymitch iba a ir por ti, supuse que sería mejor hablar en persona.
-bueno ya estoy aquí, pero no me parece un buen lugar, ¿te parece si vamos a otra parte mientras esperas?-al ver mi cara inmediatamente se da cuenta de que no voy a moverme de aquí.
-¿Qué fue lo que le dijiste a Gale?, quiero oírlo de tu boca- de pronto siento mucha rabia y creo que estoy a punto de explotar pero me contengo, quiero escuchar lo que tiene para decirme.
- hablamos de ti obviamente, y de que creo que después de todo este tiempo aun no estás segura de lo que sientes, quiero que sepas que no dudo que me quieras, pero siento que no te permites a ti misma ser feliz.
- Gale me besó - suelto de golpe y noto como la rabia brota de sus ojos pero no dice nada- ¿qué piensas de eso? ¿qué piensas de que le dijiste a Gale que sabias que pasaría algo entre nosotros?...Peeta ¿todo esto es porque no quise casarme?- sin darme cuenta subí el tono de voz y le estoy gritando-¡No puedo creer que dudes de mí! ¡después de todo este tiempo! -Peeta me mira impasible y abre mucho los ojos.
-¡pues sí!...digo no. Katniss, yo...todavía no entiendo porque no te permites ser feliz, todo este tiempo ha sido maravilloso, siempre soñé con tenerte a mi lado, pero no entiendo porque no puedes dejar atrás todo lo malo que nos ha pasado y seguir adelante, Dios sabe que es lo que yo hago el intento a diario-Se le llenan los ojos de lágrimas-lo dije porque Gale y yo necesitábamos saber que pasa por tu cabeza, necesitaba saber que su presencia no cambiaría nada, pero no fue así.
-¿de qué estás hablando? dije que nos besamos y si, al principio yo recibí ese beso, pero no pude seguir con nada de eso. Le di un empujón para que se alejara de mi-Peeta se ve sorprendido y abre mucho los ojos- le dije que yo escogí una vida contigo y que soy feliz en ella ¿acaso no entiendes que no soy yo la del problema?-ya no siento rabia, y el volumen de mi voz ha bajado hasta convertirse casi en un susurro-lo único que quiero es que te des cuenta de que esta es nuestra vida, y que no quiero cambiarla.
-¿A qué te refieres con que no eres tú la del problema?
-Peeta date cuenta, no soy yo la que duda de tus sentimientos, nunca podría hacer eso, menos después de tanto tiempo, entiéndelo, yo te amo.