Real (Una Historia Pre-Epílogo)

Capítulo 3

Siento que la bilis me sube por la garganta y solo alcanzo a correr al lavabo de la cocina antes de devolver lo poco que había en mi estómago desde la noche anterior, cuando termino intento respirar pero solo dejo escapar un sollozo, sé que nunca tuve un lazo con mi madre tan fuerte, al menos no como el de Prim y ella, o el mío con mi padre. Pero desde que mi hermana se fué sólo nos tenemos la una a la otra...bueno, ahora yo tengo a Peeta y sé que él nunca me dejaría, pero esto el algo diferente.

Siento el chirrido de los taburetes y las voces amortiguadas de ambos preguntando si estoy bien, Peeta rodea mi cintura con una mano y con la otra me atrae hacia su pecho donde puedo recuperar la calma después de un minuto. Con un nudo en la garganta logro preguntar:
-¿Qué le paso? ¿Qué tipo de accidente? ¿Porque no me lo dijiste ayer, cuando te vimos en la estación de tren? -Esta última pregunta la hago claramente en tono de reproche, siento la rabia me da fuerzas y Gale se siente culpable porque baja la vista.

-Lo siento- me dice aparentemente arrepentido- es solo que ayer me sentí algo conmocionado y aturdido al ver lo diferentes que son la cosas en el doce desde...bueno tu sabes.
-Dime que es lo que le pasa a mi madre Gale, ¿está mal...acaso morirá? Espera...ella está muerta? Al decir estas palabras Peeta me aprieta la mano y posa su brazo sobre mi hombro, abrazándome. Ese contacto hace que me sienta acompañada, pero no me tranquiliza.
Gale parece extrañado por mis palabras frunce el ceño como si estuviera rememorando cada palabra que salió de su boca. Luego se.muedtra visiblemente arrepentido.
-Katniss, si ella tuvo un accidente pero está viva...déjame explicarte.
Asiento y perra me guía de vuelta al banquillo mientras busca un vaso de agua para mí. Cuando se encuentra de nuevo a mi lado Gale continúa.
-Ella estaba ayudando a establecer un hospital en el distrito 5, ha estado haciendo tareas similares desde...bueno, desde que abandono el Capitolio. El caso es que, en uno de sus días libres decidió ir al bosque del lugar, no me explico porqué, por lo que me dijeron las personas que lamrodean no era algo común en ella rondar ese lugar. El problema fué que tu madre camino muy cerca de la orilla de un río, cayó al agua y la corriente la empujó hacia unas rocas...eso es todo lo que sé. Creo que allá te contarán el resto de la historia.
-¡Eso no es posible!, ¿porque arriesgarse?
-Katniss, lo siento y te repito que es todo lo que sé, a mí solo me pidieron que te llevara con ella.

Nunca fui buena expresando mis sentimientos pero siento que al permitirme llorar he liberado una presa y aunque este más calmada las lagrimas no dejan de salir. Peeta a pesar de su sorpresa al ver mi reacción me abraza y da palabras de apoyo en todo momento y no podría estar más agradecida.

Gale Parece incomodo al vernos, y creo que realmente está afectado por lo de mi madre porque puedo notar como el color iba abandonando su cara poco a poco, pienso que si me mirase en un espejo ahora yo estaría igual, lo miro nuevamente y percibo algo en su mirada, algo que me dice que no ha podido dejar atrás lo que pasó entre nosotros a pesar del tiempo, lo que le provoca el sentirse fuera de lugar junto a nosotros y nuestras muestras de afecto, ahora que lo pienso creo que nunca hubo algo que realmente pudiéramos llamar como un "nosotros", al menos no hasta que Peeta dijo que me amaba y nos convertimos en "los amantes trágicos del doce".

Es raro pensar que alguna vez tuve sentimientos por él, y darme cuenta de que realmente lo que sentía no era amor mas allá de lo lejana que me sentía a ese sentimiento, sino que una amistad, una complicidad que sólo se daba en los bosques más allá de la alambrada y negociando en el quemador.
Peeta es quien me distrae de mis pensamientos y me pregunta que es lo que quiero hacer, nunca me suelta la mano, yo lo miro y me abalanzo sobre él, el único lugar donde me siento en paz y me permito llorar libremente, me abandono a la angustia en sus brazos una vez mas y me olvido de todo lo demás, ni siquiera me doy cuenta de que Gale se levanta y camina hacia la puerta hasta que Peeta abre la boca, sin dejar de abrazarme:
-Gale te molestaría esperarme afuera creo que me gustaría hablar contigo-dice en un tono un poco menos frío-Regreso enseguida, creo que deberías tomarte un té mientras yo vuelvo. Prepara rápidamente una taza humeante para mí y cuando ve que estoy lo suficientemente estable
se encamina hacia la puerta, a medio camino se detiene y se vuelve hacia mi con una calmada sonrisa en su rostro como si quisiera decirme algo, luego sigue caminando y como si un pensamiento lo asaltará se vuelve antes de salir hacia afuera nuevamente, me mira y me dice- Ella estará Bien, ¿Real o no Real? - yo me seco las lágrimas de la cara, no puedo permitir que esto me supere, mi madre estará bien. Miro a Peeta esbozo una sonrisa y contesto.

-Real.