Capítulo 17

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Cuando despierto estoy acostada en nuestra habitación y Peeta se encuentra a mi lado, muevo la cabeza y me doy cuenta de que también están allí mi madre, Effie y Haymitch.

-¿qué fue lo que paso?- pregunto y noto el alivio en la cara de Peeta.
-te desmayaste, como me alegro de que estés bien- me dice y me besa en la frente.
-Hija- me dice mi madre acercándose a mí y tomándome la mano- solo es el cansancio y el estrés, pero no es nada malo, solo tienes que descansar y todo estará muy bien.
-eso espero- dice Peeta- casi se me sale el corazón cuando vi cómo te desvanecías.
-¿no pasa nada, lo ves? solo es cansancio, no te preocupes.
-bueno preciosa, creo que es mejor que sigas durmiendo y todos deberíamos hacer lo mismo, al fin y al cabo ya es tarde- todos asienten y me dejan a solas con Peeta que aún se ve preocupado.
- quédate tranquilo Peeta, mi madre ya ha dicho que no es nada.
-lo sé, es solo que estoy un poco incómodo con todo esto aunque sé que es lo correcto, me afecta tener que volver a las cámaras y a todo lo que nos hizo tanto daño Katniss, me despierto a mitad de la noche sobresaltado, y mis pesadillas se están volviendo frecuentes.
-¿porque no me habías dicho nada sobre las pesadillas? Peeta sabes que me preocupo por ti, y sé que los flashback también están volviendo, yo quiero estar ahí cuando me necesitas.
- lo sé y lo siento, es mejor que descansemos mañana será un día agotador y debes tener energías.- Peeta se acerca a mí y me besa la frente, luego de eso se acuesta a mi lado, y poco después se duerme. En cambio yo no puedo, no puedo descansar sabiendo que Peeta en cualquier momento puede tener alguna pesadilla o un flashback así que descanso con los ojos cerrados pero no me permito dormir, debo estar ahí si me necesita.
Al cabo de unas horas el sueño me puede, pero cuando despierto todo está bien, Peeta sigue dormido, así que decido no molestarlo y me dirijo a la sala, allí están mi madre y Annie. Me siento con ellas y al instante aparece Peeta y me abraza por detrás.
-no quise despertarte, pero veo que no me resulto.-le digo a Peeta
-no fuiste tú sino tu ausencia lo que me despertó- me dice dejándome un beso en la cabeza.

Cuando estamos todos en la mesa desayunando aparece Gale por la puerta para avisarnos que en unas horas van a recogernos para hacer el tour por los distritos.
Después de comer todos nos dirigimos a prepararnos y terminar de empacar lo que falte, dos horas después nos encontramos en el tren, Peeta se fue a dormir una siesta y los demás hacen sobremesa después del almuerzo, yo estoy un poco aburrida así que me dirijo al vagón final del tren, el que tiene un cúpula desde la que se puede ver el paisaje, me siento y disfruto de la vista, recuerdo que la última vez que estuve aquí Peeta me pidió que dejáramos de actuar y fuéramos amigos, ahora sé que nunca podríamos haber acabado separados, a menos que alguno de los dos hubiese muerto, nuestro destino era estar juntos.
Estoy distraída mirando por la ventana cuando siento que alguien se sienta a mi lado, me giro sobresaltada y veo lo grises ojos de Gale, instintivamente me alejo. El nota mi incomodidad pero aun así vuelve a acercarse, su mirada no es la misma, no es aquella que yo solía admirar en nuestros días de caza, este no es el Gale que yo conocí en el 12.
-¿Qué es lo que quieres Gale?
-Quiero que aclares tu mente- su voz es más ronca que de costumbre.
-¿a qué te refieres con eso?
-sabes perfectamente a que me refiero, entiendo que el panadero haya estado a tu lado mientras yo no estuve, pero sé que me quieres, lo que sientes por él es solo gratitud no te engañes, no puedes comparar lo que vivimos por años con la gratitud que puedas sentir.
-Gale estás equivocado. Yo...creo que te quiero pero no como crees. Y si es cierto que estoy muy agradecida de Peeta y todo lo que él me ha entregado, pero créeme que después de todo este tiempo tengo claros mis sentimientos, yo sé a quién necesito para sobrevivir.
-¡No, no lo sabes! y no puedes saberlo hasta que estemos en igualdad de condiciones.
-¿Qué quieres decir con eso?- siento como se le acelera la respiración y se convierte es suspiros superficiales, cuando se acerca más a mi puedo sentir el olor a alcohol que emana de su boca, cuando nuestras miradas se encuentran un escalofrío me recorre la espalda, tiene las pupilas dilatadas y sin previo aviso se me tira encima. Intento alejarlo y es en ese momento que siento su mano subir por debajo de mi vestido ¿qué está haciendo?
-Gale ¿qué crees que haces? ¡suéltame ahora!-digo decidida
-olvídalo, te dije que debemos estar en las mismas condiciones, y es lógico que él ya te ha hecho suya, lo mínimo que me merezco es que me correspondas de la misma forma a mí- cuando levanto la vista, sin dejar de forcejear en ningún momento veo su rostro y se está riendo ¡realmente está disfrutando con esto! sé que no se detendrá y también sé que yo sola no podría moverlo , cuando siento que tira de mi ropa interior hasta que la rompe, solo grito.
-¡Ayuda! ¡Por Favor! ¡Gale por favor suéltame, no sabes que estás haciendo!- gracias al cielo, en ese momento entra Haymitch, que al ver mi rostro inmediatamente deduce lo que está pasando, y en una fracción de segundo ya está sobre él. Intento ayudarlo y golpeo a Gale en la entrepierna lo que lo hace bajar la guardia, así Haymitch logra quitármelo de encima. Cuando me doy cuenta ya tengo los ojos llenos de lágrimas y no puedo evitar los sollozos ahogados que salen de mi boca, no puedo creer que Gale haya intentado una cosa así, y cuando pensaba que las cosas no podrían ponerse peor, Peeta aparece por la puerta.

Real (Una Historia Pre-Epílogo)Where stories live. Discover now