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Toda la clase estaba sentada en el suelo de la clase, la profesora nos obligó a jugar al juego de la botella y ella se fue para que empezáramos a jugar. Esta profesora es muy rara, por suerte solo es la de sustitución.

A mi lado estaban Renjun y Jisung, ya que la profesora nos ordenó de esa manera.

-¿Empezamos?-dijo Hyerin. En serio, odio su voz.

La botella empezó a rodar y, por suerte, después de media hora seguía sin tocarme, solo tenía que aguantar 15 minutos más.

-Jisung, tu turno.-dijo Hanseul mientras pensaba el reto que le daría.-Besa a una de las personas que están a tu lado.

Jisung me miró a mi primero y luego miró a Hyerin. Era obvio que besaría a Hyerin, ya que son novios, así que me puse a hablar con Renjun.

-¿Qué tanto piensa?-le pregunté en un susurro, aunque yo sabía la respuesta.

-Ni idea. Igual no quiere besar a su novia delante de toda la clase.

-Probablemente.

De pronto Taewoon me dio un golpecito en el hombro y, como soy muy tonta, me giré.

—¿Qué-

No me dio tiempo a terminar mi pregunta porque entonces Jisung me besó.

Fue a penas una milésima de segundo, pero toda la clase lo vio, estaba muy avergonzada así que Renjun me agarró la mano para intentar que me sintiera mejor.

La botella continuó girando y terminó por tocarle a Hyerin y Taewoon le dijo el reto.

-Tírale un vaso con agua a alguien de esta clase. -Este es demasiado fan del drama, era obvio que iba a tirármelo a mí.

Hanseul le dio una jarra de un litro de agua helada y me tiró la mitad de la jarra, la otra mitad a Jisung.

La profesora entró en ese momento porque justo pasó una hora y empezó a gritar por el agua que estaba en el suelo.

-¿¡Quién lo ha tirado?!

Hyerin levantó la mano y la profesora la miró sorprendida.

-Se puede saber por qué.

-Usted nos dejó jugando a la botella y ese era mi reto.

-Bueno, por esta vez te salvas. -ventajas de ser hija del director- Vosotros dos -Nos señaló- Id a cambiaros y traed una fregona para limpiar esto.

Salimos del aula y empezamos a caminar.

-Oye, lo del reto...

-Da igual- le dije- Fue tu decisión.

-Sí, pero igual. Te debo una disculpa.

-No me debes nada- dije más cortante de lo que debería- Cállate, no quiero oírte.

Continuamos andando y cuando llegamos a un cuarto de la limpieza cogí una fregona y un cubo para el agua.

-Lo llevo yo- dijo mientras cogía el cubo. -¿Estás enfadada?

-Sí. En un mundo ideal todo sería más fácil pero esto no lo es. Ahora todos dirán cosas sobre mí o nosotros. Odio los rumores y ahora seguramente esté metida en uno.

PUEDO AYUDARTE- P.JISUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora