Es Nuestro Secreto. [KookV]

VI: Tengo un mono en la cara.

Narra Jungkook.

A pesar de todo, Tae me ayudo, se preocupó por mi. Ese es el impulso que necesitaba para recuperarlo.

Es decir, ya me quedo mas que claro que le importo.

Siempre lo hice... Y yo le di la espalda.

Pero preciso ayuda, de Big Hit, de los chicos, de muchas personas. Espero que de verdad quieran ayudarme porque de otra manera no podré decirle a Tae lo que siento sin que me mande a la otra punta del mono sólo porque no puedo probarlo mas que con simples palabras.

Cambiando radicalmente de tema... Todos los humanos, poseemos un olor característico, ya sea proveniente de nuestro cabello, de nuestra piel e incluso de nuestro alrededor. El aroma de Tae es un aroma peculiar, un aroma dulce, entre chocolate y almendras.

Cuando discutimos aquella noche, su olor dejó de envolverme y llevarme a ese trance del que me costaba salir. Aunque siendo francos, nunca quise hacerlo.

Hoy desperté envuelto en ese aroma, como si Tae estuviera justo a mi lado, o como si lo hubiera estado el tiempo suficiente como para que el olor haya quedado impregnado en las cobijas.

Abrí mis ojos, encontrando claridad, ya era de día. Mi cuerpo se encontraba en un trance exquisito del que no quería salir, me encontraba en extrema calma.

La calma que me abandonó hace muchos años.

De fondo se oían murmullos, como si hubieran varias personas en la sala, hablando de temas triviales que obviamente mis oídos no llegarán a percibir.

Giré mi cuerpo, con la intencion de encontrar a Tae a mi lado, más el no estaba en la cama... Quizás espero a que me durmiera y se fue al sofá o quizás ya despertó hace rato y forma parte de esos murmullos fuera de mi habitación.

Como sea, él no se encontraba a mi lado, cosa que provocó que mi cuerpo saliera de esa relajación máxima en la que antes se encontraba.

Me pare y tomé unos jeans del ropero, ademas de una playera holgada color gris, sin olvidar mi ropa interior.

Me adentré en el baño, sólo para relajar mis músculos que ahora sin razón alguna están totalmente tensos. Abrí la ducha de agua caliente y deje al agua deslizarse por mi cuerpo.

Me tome mi tiempo, sin importarme el tiempo que tardaba bajo el agua, o que mi estómago este rugiendo de una manera exagerada.

Una ves listo, me vestí y deje la toalla en mi cuello para que absorba el exceso de agua que empezaría a caer en segundos de mi cabello.

Salí de la habitación dispuesto a comer algo, mi estómago ya parecía un león en época de celo.

Al salir, me encontré a ocho personas en aquella sala.

- ¿CÓMO SE TE OCURRE SALIR EN PLENA TORMENTA SIN NINGÚN TIPO DE PROTECCIÓN? - Pegué un pequeño respingo al oír la voz de Minjae con tanta potencia. - DE VERDAD ESTAS LOCO NIÑO.

- ¡¡NO ME GRITES!! - dije, con toda la furia a flor de piel, de verdad odio que me griten. - No estaba de humor y cuando uno está enojado hace las cosas sin pensar. Lo saben y saben como soy. Aunque no le veo el motivo a que me regañen, es mi cuerpo y son mis problemas. - ignore las miradas que reflejaban estupefacción, claramente... Proveniente de mis amigos.

- ¡¡PUES CLARO QUE TE REGAÑARÍA UNA Y MIL VECES POR LO QUE HICISTE!! ERES UN NIÑO INCONSCIENTE DE TUS PROPIOS ACTOS. - ¿Acaso quería que yo explotara? Lo está logrando.

- Dije que no me grites, no eres nadie para tomar decisiones personales por mi.

- NO ME DIGAS QU.... - no le di tiempo a terminar.