(CANCELADO) Forest Monsters

✴~cap 3~✴

-¡No! ¡Yo no estaba ahí!-una voz muy infantil hablo sobresaltada

-no queremos que nos mientas, ya nos mentiste lo suficiente diciendo lo del olor...

-¡Te juro que olia a caballo! ¡Te lo juro por mis orejas!

Abrazó sus piernas la pequeña alzando en alto sus largas orejitas crema. Mientras que la mayor suspiraba impaciente.

-que oliese a caballo no significa que fuese uno, recuerda que los humanos se trasladan en caballos también-la voz de Avellana era sería y firme

-lo-lo se, p-pero, no quería que Drew la matara, por eso le dije lo del olor...-admitio la pequeña al borde de las lágrimas

La mirada de Avellana se suavizó y se sentó al lado de la conejita en la cama de la habitación en la que estaban.

-debiste haber empezado por ahí, está bien que tengas un gran corazón, pero no que mientas, yo tampoco quería que Drew lastimase a la humana

-pero igual lo hizo, ¿Verdad?

-nicole...-dijo tomando las pequeñas manos de la mencionada- sí, ya estaba herida, y la intenté sanar, pero imagino que la habrá lástimado cuando le dije que la enviase a la montaña

Los ojos de la conejita se cristalizaron más y bajo sus orejas.

-¡debes decirle que la saque!

-en cuanto me digas la verdad, la sacaremos y juzgaremos..

Nicole apartó la mirada y suspiro escondiendo su cabeza entre sus rodillas.

-esta bien, ¡Si! salí de casa y fui a las afueras del bosque, pero era solo porque quería conocer, ¡Cómo los protectores!

-nicole-acaricio el cabello de la niña con suavidad- eres aún una niña, no debes ser como los protectores aún

-solo quería ser valiente como ellos-la voz de la pequeña sonaba rota

-no tienes que demostrar nada aún, tienes solo seis años ¡por el amor a las estrellas!

Avellana abrazo con suavidad a la pequeña conejita teniendo cuidado con su hombro vendado, y ella correspondió limpiando sus mejillas de algunas lágrimas.

-tranquila pequeña... Pero igual deberé decirle a mamá lo que hiciste-dijo Avellana y la pequeña se apartó

-porfa, no le digas a mami, ella me va a regañar. Prometo que no volveré a ir

-¿Segura que lo prometes?

-lo prometo por mis orejas, si miento que me las arranquen y las den a los salvajes-dijo alzando las orejas y chocandolas con las de su hermana mayor

-bueno... Más te vale pequeña-dijo dulcemente y le dió un beso en la frente poniéndose de pie- iré a hablar con Drew, tu descansa

-oki poki-dijo sonriendo un poco acostándose en el costado sano, y arropandose para dormir mirando a la pared

Avellana salió de la habitación y siguió de largo hasta salir de la casa, una casa común, pero estaba llena de muchas flores en todos lados fuera de esta.
Alrededor del lugar habían más casas parecidas, pero de diferentes colores o cosas representativas fuera de estas, plantas en su mayoría.
La coneja camino por el pequeño pueblo donde habían muchos animales distintos y humanoides también, todos ocupados en sus cosas, pero que saludaban con agrado a Avellana en su camino, después de todo. Avellana era muy especial ahí.
No tardó en ver al lobo humanoide sentado en una roca y siendo curado por una lince humanoide peliroja, vestida con un vestido café lleno de flores.