(CANCELADO) Forest Monsters

✴~cap 4~✴

El sonar de un gran tambor comenzó a alertar a todos los presentes en el pueblo, y aún más cuando el tamboreo fue acompañado del feroz aullido de Drew.
Avellana tocaba un tambor gigante que estaba a pocos pasos del pueblo mientras que Drew aullaba molestando más de por sí a la ya asustada humana.

Todas las bestias comenzaron a cambiar sus formas a las humanoides y a reunirse bajo una roca gigante cerca a otra salida al bosque. Avellana marcó el camino atravesando la multitud que le habrían paso sin mutarle palabra, y tras de ella avanzó Drew con la humana que finalmente dejo de forcejear para inundarse de miedo por las miradas que comenzaban a llegarle.
Los humanoides la miraban con las orejas bien erguidas y gruñían a la humana, unos intentaban lanzarle zarpazos o mordiscos, pero que todos fueron evitados gracias a que él lobo gruñia a los que intentaban atacar.
Avellana subió a la roca alzando sus orejas en alto, y Drew se puso bajo la roca volteando a ver a todos y aún apresando a la humana.
Los murmullos se comenzaron a intensificar entre grandes y niños, pero que Avellana hizo callar solo con su mirada.

-comunidad... He convocado está asamblea para dar a conocer lo más notable que ha ocurrido a altas horas del inicio del sol. Una humana, ha atacado a uno de los nuestros, que por suerte se encuentra bien. Pero fue porque Drew valientemente la atacó y trajo con nosotros por un error, que no será explicado hoy, puesto a que iremos a lo importante-Habló con firmeza y voz clara- hemos llegado Drew y yo a una conclusión que queremos compartir con vosotros... Esta humana se quedará aquí

De inmediato los abucheos y múltiples sonidos de inconformidad se alzaron contra de Avellana, pero que Drew hizo callar con un fuerte ladrido que hizo eco en todo el pueblo.
Dakota solo estaba presa del shock, y deseaba salir de ahí lo más rápido posible.
Avellana siguió hablando.

-pero no se quedará aquí por gusto... ¡Cumplirá una condena por lo hecho! Trabajará para nosotros bajo nuestra vigía todo el día y todos los días, hasta que sea muy débil para moverse o hasta que sea asesinada si no cumple no que decimos

-¡NO!-gritó alguien desde la multitud- ¡NARANJA JAMÁS HUBIESE PERMITIDO ESTO!

"¿naranja?" Pensó Dakota intentando ver entre la multitud, viendo quien hablaba, era un chico de cabello cafe corto, su cola era palmeada y algo larga, además sobresalían levemente sus dientes superiores.
Y con él muchísimos más de la multitud alzaron un cántico.

-¡NARANJA! ¡NARANJA! ¡NARANJA!-cantaron

-¡No logro entender cómo naranja dejo a alguien como tú dirigirnos!-dijo el mismo chico y Drew gruñó de nuevo

-¡A CALLAR!

-no puedo creer que sigan juzgando después de todo este tiempo las decisiones de naranja... Me decepcionas Clyde...-dijo muy seriamente Avellana- y solo diré que si Naranja me dejó al mando, deberán obedecer mis órdenes. Entonces, nadie atacara a esta humana a no ser que yo lo ordene. Fin de la asamblea

Avellana bajo de un salto quedando al lado de Drew ilesa, y poco a poco la multitud de disipó.

-camina-dijo Drew con un tono menos amenazante pero igual de firme y empujó a Dakota

-lo siento Drew...-casi susurró avellana bajando sus orejas y alejándose

Dakota volteó a ver a ambos al sentir que el lobo la soltaba de una mano, pero que la sostenía con la otra con gran fuerza para evitar que escapase. y esa misma mano libre apreso el brazo de avellana que volvió a verlo.

-no es tu culpa... -Drew hizo algo inesperado, dió una leve sonrisilla, pero demasiado leve a Avellana

La conejo correspondió la sonrisa y luego se fue. Drew volvió a su dura mirada agarrando fuerte a Dakota con las dos manos de nuevo.
La obligó a caminar y está cooperó dando un sonoro y largo suspiro, al cual ni se muto el chico lobo.
Atravesaron un grupo de humanoides y llegaron frente a una casa, era grande, de paredes exteriores rojas y afuera grandes flores también rojas creciendo. Pero ahí no se dirigían.
Al lado de la casa había un pequeño granero de paredes café claro liso y una puerta de metal. Caminaron hasta allá donde abrió Drew la puerta y encendió la luz. Era demasiado pequeño ese lugar, estaba lleno de paja por en suelo en cubos en las esquinas, también habían una pala y un pico minero. Drew tiró a Dakota contra él suelo lejos de él y está apenas pudo ponerse de rodillas.

-mas tarde pensaremos que ponerte a hacer-dijo Drew sin expresiones en el rostro y se fue cerrando la puerta con fuerza.

Dakota miró alrededor, bueno, al menos tenía luz, algo era algo, está solo vio muy arriba de ella una ventanilla circular. Tomó bastantes cubos de paja haciendo una especie de escalera por la cual apenas podía mirar, y para completar su malísima suerte. La ventana estaba pegada al marco y por esta no podría salir, solo podría mirar. Y afuera estaba el lobo hablando con otros humanoides.
No podía escuchar su conversación, pero Drew estaba ordenandoles cosas.

-ustedes, decidles a los protectores que estén alerta, esa humana no venía sola. Un perro salvaje y un caballo salvaje la acompañaban, no permitan que estos se vayan a las llanuras, que los traigan directo al bosque cuando los vean

-¿Cómo era su aspecto Drew?-preguntó una chica que parecía ser una comadreja

-el perro era café naranjo con blanco, y el caballo negro con pelaje en las pezuñas blanco, ¡andad!

La multitud se disipó casi al instante dirigiéndose a las salidas y perdiéndose por el bosque.
Algo era seguro, todos estaban muy alterados y alerta aún a las horas mañaneras que acontecían.
Y ahí Dakota mirando la pocision del sol cayó en cuenta de la hora sintiendo una preocupación intensa recorrerla.
Eran aproximadamente las once de la mañana...

-Ryu...-susurró y bajo corriendo la pila de paja que poco después se cayó

Ella tomó la pala y comenzó a golpear la puerta de metal.

-¡¡¡SAQUENME DE AQUÍ!!!-gritó golpeando la puerta sin parar haciendo mucho ruido

Pero nada pasó. Además de ruido, la puerta nunca se abriría así.
Tiró la pala contra otra pared y se quedó sentada en el suelo pensando en voz alta.

-solo espero que Ryu no se encuentre con uno de estos monstruos... Lo siento hermano...