(CANCELADO) Forest Monsters

~cap 20~

El llamado recorrió el bosque como llamas de fuego esparciendose entre gasolina, y incendiado cada árbol y cada habitante con una alerta máxima y órdenes de captura inmediata.
La coneja de un fuerte salto llegó hasta la cima de roca gigante mientras los tambores no paraba de resonar. En menos de un minuto, entró con su forma salvaje el lobo negro, causante del llamado de alerta, a gran velocidad y saltó junto a Avellana para ver a los habitantes que se reunían.
Cambio a su forma humanoide rápidamente, mostrando un moretón en su rostro que era bastante notable.

-la humana me ha herido y con una espada ha escapado de mis manos, es mí culpa-dijo firmemente mostrando los dientes con furia, y los sonidos de gruñidos y desaprobación se intensificaron

Avellana con las orejas completamente tiesas en el aire, hizo callar a todos poniéndose firmemente al borde de la roca y gritó.

-¡Protectores!

Ni un segundo pasó y aullidos subieron de tono entre toda la multitud. Los protectores, los canidos de toda esa comunidad y encargados mayormente de las patrullas fronterizas, excepcionalmente eficaces y feroces, además de admirados por otras especies que no podían ser como ellos, según lo dictado por los dioses del Aura y los mandatos sobre esa comunidad.
Drew bajó de la roca de un salto y Avellana continuó hablando con dominio y fuerza.

-¡Todos están alertados! ¡Busquen por todo el territorio, bajo cada roca y tras cada árbol! ¡Hasta que esa humana no sea encontrada, nadie dormirá! ¡APURADSE!

Todos los canidos, entre ellos, Mila, Copo, Escarcha, Témpano, y Drew, se agruparon en una salida gruñendo imponentes y mostrándose muy agresivos. Drew lanzó una mirada a los trillizos lobo lleno de decisión.

-es su oportunidad novatos, sed hábiles- los tres lobos blancos ladraron a la vez con determinación. Drew miró de nuevo al equipo, viendo a todos los canidos ya reunidos con él.

Lanzó un fuerte aullido seguido por los de los demás, y cambiaron a su forma salvaje para correr como uno solo al bosque.
Atravesó el pueblo un pequeño zorro blanco con vendas en uno de sus costados para ir tras ellos, pero fue detenido por una lince que se le lanzó encima. Ambos cambiaron a sus formas humanas y Lincesa lo levanto mientras el chillaba adolorido.

-¡Killian, por el amor a las estrellas! ¡No puedes ir!

-¡Van a herir a Dakota! ¡Debo encontrarla primero!

-es justo que la hieran-alzó la voz Ayka que fué hacia ellos- ¡Nos ha desobedecido!

-¡¿Y quien demonios no quisiera escapar con cosas como nosotros rondandola y gruñendole cual salvajes día y noche?!-dijo Killian mostrándose aún adolorido, y soltándose de las manos de Lincesa

-¡Ella es la terca que no ha querido obedecer ni un día!-dijo Ayka con furia

-es gracioso que lo digas Ayka

La voz de Avellana volvió a sonar, aún estaba de pie sobre la roca, la reunión seguía en pie, y con sus grandes orejas oía perfectamente de que hablaban. Le lanzó una mirada algo sería a Ayka.

-lo dice la cabra con la cual jugó y duchó con ella hace nada de tiempo, y que la humana siguió sin tener que recibir gruñidos de tu parte, cabrita -la voz de Avellana era terriblemente seria y clara- y lo dice la cabra que seguramente estuvo viéndola una tarde obedecer cazando más de 100 peces para ese mismo día

Ayka casi se encogió de hombros, aunque su honor simplemente no la dejaba completar eso, aunque ella sabía muy en el fondo que el punto de la coneja era cierto. Avellana volvió a ver a los demás.

-pero hay un punto en el que ahora todos coincidimos, debemos encontrar a la humana, y castigarla-le costó pronunciar esas palabras, pero con ellas satisfajo a su pueblo que dió amplios sonidos de aprobación. Dió un suspiro y bajo un poco sus orejas- cuando la traigan... Dictaré su castigo...