Treacherous [j.b]

Tan malo.

Tan Malo

POV'_____.

Dejemos que pierdan el tiempo. Los rumores nunca me harán cambiar de opinión. Por que cuando me abrazas fuerte. Yo se que vale la pena luchar. Ellos no saben la verdad.

El avión aterrizo en la gran manzana casi a la una de la tarde, estaba nublado y una capa de nieve cubría todo lo que la pequeña ventana de la cabina te permitía ver. Antes de bajar, nos vestimos con los abrigos, gorras y bufandas que habíamos preparado y de esa forma, Justin, Kenny y yo descendimos del avión. Había poco movimiento, en general no fue tan difícil salir del aeropuerto omitiendo a los cinco o seis paparazzis que nos siguieran hasta entrar al auto.

-Hace mucho frio-chille acurrucándome en los brazos de Justin, el frotaba mi hombro- extraño el sol.

Ambos hombres rieron.

La Ranger Rover se trasladaba por las coloridas calles de New York con destino a West Third, en el estéreo sonaba Big Sean y las los vidrios se empañaban por el frio del día.

Cuando el auto se aproximo a mi casa, un escalofrió recorrió mi cuerpo entero, el auto de mi padre no estaba, así que eso quería decir que quien me recibiría seria mamá; obviamente molesta. Trague en seco y trate de tranquilizarme, tarde o temprano debía enfrentar esto. Tener a Justin a mi lado hacia todo un tanto más fácil. El chofer se estaciono contra la acera y apago el motor.

-Vamos.-dijo Justin, Kenny abrió la puerta y los dos salimos.

Me aferre a Justin mientras caminaba hacia la puerta principal. Un poco mas de aire y toque dos veces el timbre.

-¿Estás bien?

-Hum...

-Tranquila-pidió Justin abrazándome por los hombros y estrujándome contra su cuerpo con delicadeza.- Yo hablare con tu madre si te parece bien.

-No, ya hiciste mucho. En el buen sentido de la palabra. Pero gracias.

Esperamos un poco mas y nadie respondió ¿Y si mamá sabe que soy yo y no me quiere abrir? ¿Y si ya saco todas las cosas de mi habitación y ahora se la renta a una pareja de locos? ¿Y si...

-Creo que no está-intervino Justin en mi crisis paranoica. Enfoque mi mirada en él; había saltado los rosales de mi madre y echado un ojo contra la ventana de la sala.- todo está apagado.

Resople aliviada.

-Por lo menos se donde guardan la llave de emergencia. –murmure.

Solo tuve que rasgar un poco de la tierra de una de las masetas de la entrada y encontré la llave. Al abrir la puerta un calor familiar y acogedor me envolvió, al igual que el aroma a hogar. Les hice pasar a los dos hombres detrás de mí y cerré la puerta.

Ciertamente no había nadie. Todo estaba en completo silencio y en paz.

-Llamare a mi padre

Justin asintió y tome mi teléfono del bolsillo trasero. Papá contesto al tercer timbre.

-¿Hola?

-Papi, soy yo, acabo de llegar y no hay nadie, tuve que abrir con la llave de emergencia.

-¡Calabacita! ¿Por qué no me avisaste a qué hora llegarías?

-Aun estaba algo dormida, perdón.

-Bueno ¿Justin viene contigo?

-Sí y su guardaespaldas. Por cierto ¿Dónde está mamá?