Capitulo 27. Lagrimas Contenidas

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Antes de abrir mis ojos, los recuerdos de la noche anterior junto a la chica más hermosa del mundo. Estaba feliz, y una sonrisa se formó sin que yo me diera cuenta.

Deslice mi mano por la sabana y la sentí fría al tacto, no encontré a Lucy por allí. Abrí mis ojos de sopetón y observé a mi alrededor, sin dar con su imagen.

Baje de la cama y camine por el corredor con la esperanza de poder verla reposada en la ventana, o tomando un café cerca de las imágenes y libros que tenía en una repisa.

Pero no fue así. Ella no estaba en mi sala, ni en la cocina, ni en ningún otro lugar. Simplemente se había ido. Una vez más. Sin dejar rostro por ningún lugar.

Tomó sus cosas y se fue antes de que yo despertara. ¿Qué se supone que haría ahora? ¿Era una especie de prueba?

—Dios... —Tire de mi cabello de forma suave.

¿En qué diablos pensaba esa chica cuando está aquí y allá? ¿Qué es lo que quiere hacerme?

Encendí mi celular y un mensaje con muchos emojis iluminó la pantalla. Masajee mis ojos para poder ver con más claridad. Era de Destiny.

—Te espero hoy en el bar Zeed, no te me escapara ahora. —Sonreí a penas.

Me da impotencia tener que admitir que Lucy con tan sólo unas pocas palabras y una noche de sexo volvió sobrevivir todo lo que sentí en el pasado. Cuando quizá, jamás vuelva a verla otra vez.

Destiny es una chica maravillosa, pura y con un gran corazón. Me da la importancia que merezco y siempre está al tanto de lo que me sucede. Es inaudito que quede en segundo lugar porque una chica me enamora con su inestabilidad mental.

En medio de mis pensamientos, el celular volvió a vibrar y esta vez, con una llamada entrante. Era Lucy. Contesté.

Llamada telefónica.

—Te fuiste... —Murmure como una queja.

—No pretenderas que me quede en tu casa todo el día. ¿Verdad? —Río.

—Creí que te quedarías al menos hasta el mediodía... yo te hubiese llevado a donde quisieras.

— Lo siento Zeed, pero estoy en la casa de mis primos, por si quieres visitarme algún día. No planeo seguir escondiéndome de ti.

—¿No crees que es un poco tarde para pensar eso? —Fui irónico.

—¿De veras estas enamorado de esa chica Zeed? —Pregunto con un toque de tristeza.

Aguarde un momento para responderle. Destiny era la chica que cualquier hombre querría para que este a su lado. ¿Por qué no puedo amarla? ¿Por qué mi corazón insiste en ser terco y en quedarse con la persona que más nos hace sufrir?

—Por desgracia, no la amo tanto como te amo a ti... —Confesé.

—Zeed, lo siento. Siento mucho haberte dejado, siento haberme ido, siento no decirte cuanto te amo... lo siento...

—Te creo Lucy. De verdad te creo. Pero también se que sufrí mucho por ese error que tuviste, mi corazón estaba devastado y tú no estuviste para consultarlo. Estaba solo con mi soledad, hasta que una dulce chica aparecio. Dándome el consuelo que nadie me había dado, ¿Y sabes? Es injusto que ella quede en segúndo lugar porque mi corazón persiste en que ti debes ser la primera. —Decepcionado, no encontré otra manera de decírselo. Ella no hablaba, y en realidad no sabía si aún estaba escuchando. —Te amo, pero necesito acomodar mis ideas y no podré hacerlo si tu estas cerca de mi.

—¿Quieres alejarte de mi? —Su voz se cortó, y me Di cuenta de que lloraba.

En el pasado, no hubiese resistido el hecho de que ella llorara por un hombre, y mucho menos por mi. Pero hoy, no me importaba si lo hacía.

—Quiero que estés a distancia, como sueles hacerlo. Te acercas y luego huyes, como si tuvieras miedo del resultado...  quiero que hagas lo mismo ahora.

—Bien... haré lo que pidas.

Oí como el llamado se cortaba y colgué mi teléfono. Deslice mi espalda por la pared hasta llegar a sentarme en el suelo. Suspire por un momento, y pensé que le diría a Des.

(...)

Llevaba diez minutos esperando en ese café a mitad de la tarde. Observando el humo del cigarrillo, oliendo el café fresco y los muffins recién salidos del horno.

La especial y alegre voz de Des llamo mi atención. Pidió un café doble y se acercó a saludarme con un beso muy cerca de mis labios. Resisti el impulso de besarla.

—¿Qué hay Zeed? Siento mucho no poder ir ayer... horas extra y necesitamos el dinero. —Exhalo con pesadez.

—¿El trabajo es cansador? —Pregunté.

—Bueno. No eh dormido más de cinco horas en los últimos días. Estoy muerta. —Sonrió. Era una mujer que aunque este del peor animo del mundo, jamás la verías sin una sonrisa.

—Quería hablarte sobre nosotros... —Baje la vista, no quería ver su dolor en los ojos y sentir que es por mi culpa.

—¿Estás bien? —Paso su mano sobre la mía. La observé y ella cambio su sonrisa por un gesto desconcertado. —Volvió... ¿No es así?

Me dolía, saber que todas las charlas que tuvimos acerca de cómo no debíamos querer a la gente equivoca, tenían que irse por el drenaje ya que soy uno de esos imbéciles que permanece enamorado de la chica que lo único que hace es desaparecer.

Asenti levemente, ella se reclino en el respaldo de su asiento y suspiro. —Lo sabía... sigues enamorado de ella... —Soltó una sonrisa, rota.

—Yo... creo que lo mejor es que permanezcamos alejados... necesito aclarar mis ideas y...

—Necesitas saber si quieres quédate con ella o conmigo. Lo entiendo. —Soltó una risa desinteresada. —Tranquilo.

—¿Lo entiendes?

—Claro que si Zeed... —Sonrió. —Estoy acostumbrada a que los hombres me dejen de lado. —Siguió sonriendo. Se levantó de su asiento y tocó mi hombro. —Espero que puedas aclarar tu mente Zeed... —Con un ademán, canceló el café y se despidió de mi. Salió del bar y camino hacia afuera.

Al ver la caminar desde la ventana, pude observar como secaba sus lágrimas, las que seguro quería contener delante de mi.

Cerré mis ojos con fuerza.

—Eres un idiota. —Murmure para mi mismo.

Bueno, espero que no odien a Des, por que ella quiere muchísimo a Zeed.

PD: Me dolió escribir este capítulolo, porque sentí realmente el dolor de Destiny al salir del bar.

Heladito 😘

Mi Chica Ideal ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora