Mi Chica Ideal ♡

Capitulo 16. Estoy Preparada

Llovía, y me refiero a que realmente, llovía demasiado. Como una especie de llanto desesperado caía desde el cielo.

Me preparo para el primer día de escuela con mis primos en un mismo sitio. ¡Genial! Todo mundo ama a sus primos, o eso es lo que yo creo, aunque en realidad no estoy muy segura de si esto valla a funcionar.

Es decir, son cuarto chicos amantes del rugby que miden más de un metro ochenta cada uno y al conocerlos, se que buscarán la manera de estar más cerca de mi. A juzgar por los ojos ajenos, yo podría pensar que comenzarían a verlos más como guardaespaldas y no como mis primos.

Genéticamente, no. No son nada mío, pero es tanto el cariño que mis padres tienen por Aly y por Lucas, que es imposible no contagiarse ese amor. Para mi, Son mis primos.

—Si no te apresuras, llegaremos tarde... —Oí la voz de Robbie detrás de la puerta. Me observé y contemple luego de media hora delante del espejo, lo tonta que me veía.

—En un segundo bajaré... —Tone mi bolso rápidamente y baje las escaleras hasta mi sala. La esencia de diferentes colonias variables estaban en el aire, ahogando el oxígeno.

—¿Estás lista? —Pregunto Tomy.

—Sólo tenemos que desayunar y...

—No hay tiempo para eso... vámonos ya.

Robert y Michael, los mayores, tenían un auto el cual compartían a menudo entre los dos. Ellos se ofrecieron a llevarme luego de que me halla negado a ir en la moto de Tomy y en la de Robert.

—Las motos son peligrosas... —Murmure. Pero recordé el pequeño favor que debía pedirles a los cuatro. —Aguarden un segundo...

Todos me observaron atentos.

—Necesito pedirles un favor... a los cuatro... —Asintieron repetidas veces. —Hay un chico en la escuela que salía conmigo... necesito que lo asusten para... para que deje de ser tan mierda conmigo y con Zeed.

—¿Zeed tiene esas marcas por el? —Pregunto Micky con asombro.

—Si... exacto... es sólo por celos, aunque el y yo no somos nada ya... Supongo que eso aún está fresco...

—Bien, sólo dinos donde está cuando lo veas y nosotros actuaremos.

—¿Podemos golpearlo?

—No Rob, eso no es correcto. Cielos viejo, bajale a tus hormonas de adolescencia. —Rodé los ojos.

—Tengo diecinueve, soy potencialmente un adulto ya. Tomy es el adolescente aquí.

—Pues, te comportas como niño.

—¡Tu eres una niña!

—¡Idiota!

—¡Histérica!

—¡Ya basta! —Michael, el más serio, decidió parar la discusión.

—No podremos convivir ni una semana si siguen comportándose como niños ustedes dos. Deben aprender a llevarse bien. —Robbie, su hermano, lo siguió.

Odio cuando mis dos primos mayores hacen un conjunto en contra de los demás primos. Ya que al ser más grandes que el resto, es obvio quien ganaría las peleas.

—Avísanos cuando veas a ese gusano. Sabremos que hacer. —Tomy, aunque sea el más pequeño, es muy valiente y tiene unas bolas de oro.

El viaje en el auto no me dejaba pensar en otra cosa más que como sería mi vida viviendo con mis primos. Sería alocado, fiestas y alcohol, descontrol y más.