Mi Chica Ideal ♡

Capitulo 42. Sorpresas

Semana doce de gestación.

—Muy bien...todo se ve de maravillas. —Estamos en uno de los controles rutinarios que se hacían obligatoriamente cada semana.

—¿Qué es ese sonido? —Pregunto Lucy con atención.

—Esos, son ambos latidos. Sus corazones van muy rápido. —Revisó una hoja que tenía en frente y continuó. —Su tamaño es aproximado al de una ciruela... pesan unos ocho gramos casa uno...

—¿Ya podemos saber el sexo de ambos? —Con una sonrisa curiosa, Lucy asintió.

La Doctora novio un poco el aparato sobre ese líquido y negó levemente mientras apretaba sus labios.

—No es posible saber el sexo de ambos bebés... aún... sólo estás de tres meses, quizá en dos semanas o tres más se podría distinguir mejor.

—Oh... —Murmure. Estaba seguro de que esta semana podría pintar su cuarto.

Ambos nos retiramos de allí, y de camino, nos dirigimos al hospital donde de encuentra Jeremmy. El chico despertó hace unos pocos días y está tratando de poder reubicarse de nuevo después de casi un mes en coma.

Lucy se mostró bastante comprensiva con respecto a mi amigo. Aunque puedo observar una especie de temor en sus ojos cuando estamos a punto de entrar a su habitación.

¿Quién sabe? Quizá ella piense que fue culpa de ella el trágico suceso, o quizá piense que Jeremmy no querrá verla.

Era un bonito día soleado, aunque hacía algo de frío en realidad. Lucy estaba abrigada a más no poder. Tiritaba a veces mientras caminábamos de la mano y me abrazaba muchas veces en el día. El invierno es muy bonito.

Lucy se mostraba bastante emocionada por su pequeña hermana, Helena. Es idéntica a ella, con grandes ojos marrones y cabello casi rubio. Pequeña y delicada, me resultó hermoso verla en esa pequeña cuna, y oír su suave llanto. No puedo esperar a tener a mis bebés juntos.

Los parciales se acercan, y me está lleno bastante bien estudiando en mi casa y en mis tiempos libres.

Con respecto a Ethan, este me ha mostrado una faceta de su personalidad que en realidad yo no conocía hasta el momento.

Hablamos muchas veces y casi todos los días el y su esposa están en mi casa, comiendo, comprando obsequios y ayudando con unas pocas remodelaciones restantes.

Entramos al hospital. Una fría brisa invernal nos atravesó en ese instante.

—Diablos... hace frío... —Murmtri Lucy tomando mi brazo para que lo rodeara con el. Sonreí.

Caminamos por los largos y angostos pasillos hasta llegar a la sala de revisiones donde Jeremmy tenía todas sus pertenencias.

Al entrar, este nos observo y marco una gran sonrisa en su rostro.

—¡La feliz familia! — Soltó abriendo sus brazos. —¿Cómo va esa pequeña pancita Lucy? —Pregunto con alegría.

Ella río y se acercó a abrazarlo. Permitió que tocara su vientre y comenzamos a hablar de las revisiones que le habían hecho esta mañana.

Aún tenía una venda en su frente, que rodeaba toda su cabeza con varias vueltas. Si habla no era del todo perfecta, y todavía no podía pararse de la forma correcta, pero me alegro de maneras inimaginables porque aún está vivo.