Running for her.

Capitulo 31: Propuesta.

Pude ver como Thomas y Ann corrían hacia mi con una sonrisa, Keith impidió que se me arrojaran encima pero lento llegaron a saludarme.

— Abby —sonríe Annie.

— Hola —les sonreí.— ¿como están la niña más hermosa?

— Ky me dijo que estás bien ahora y también el pequeño Keith —sonríe Ann.— ¿ya patea fuerte?

— Algo, amor. ¿Y Sammy? ¿Mía?

— Están en la escuela, mi hermano los obligó a ir —mire a Keith.— K...

— Amor, ellos deben estudiar. —el cargo a Annie.— como tú, mocosa. Ve a hacer tu tarea.

La soltó y la niña salió corriendo.

— Me encanta como eres con ellos —me acerqué a él.— te extrañé, tanto, tanto.

— Ángel, yo te extrañe mucho más. Mis días no tenían ningún sentido si tú no estabas, en mis peleas no veía el motivo para ganar, tu, yo —se acercó a mi.— el pequeño. Ese era mi único motivo, y tenerlo lejos...

El se detuvo, sentí como su garganta se cerró con lo último. Tome su mano y lo sujeté.

— Fue lo peor.

Lo abrace.

Mi móvil sonó en ese preciso momento.

«Grace; Helado de pistache, palomitas y películas de romance»

— Grace vendrá —informe.

— Jared igual, así que me imagino que Vincent también lo haga. Nos invaden, amor —frunció el ceño Keith.

— Son nuestros amigos, los mejores. Quieren pasar tiempo con nosotros y-

— Cásate conmigo.

¿Que?

— ¿Que?

— Se mi esposa, Abigail —tomó mi mano, dejando un anillo.— compremos una casa para no seguir en tu departamento, es pequeño y con lo de mis hermanos y el pequeño...

— Keith y-yo...

— No te voy a presionar, solo considéralo —camino a mi cocina.

Me quede estática mirando el anillo en mis manos.

— Tommy está dormido —la señora Pharrell salió de mi habitación en silencio. — ¿todo bien, cariño?

— Si, eso creo.

— Se podría decir que; ella es una estupida y el un ciego —habló Grace insultando la película.— digo, si nota que ella está enamorada y este idiota hace sus estupideces...

Niega la rubia.

— Me suena la historia —mencione, ella me miro mal para después girar su rostro viendo a Jared, quien hablaba animadamente con Keith en la cocina.

— Saldré con Colton. Creo que debo superar a Jared —se encoge de hombros.

—Aunque el rubio no te supere —apunte, viendo como le había traído gomitas, las favoritas de Grace.

El sonido de la puerta hizo que giráramos todos a ver. Mía y Sam entraron, dejaron sus mochilas en la mesa y nos mirasen.

— ¡Oh Dios Mío! ¡Abby! —grito Mia corriendo en mi dirección.— te extrañe mucho, también al pequeño.

La sonrisa de Mía es enorme. Me encanta verla tan contenta.

Tuvimos que viajar en avión, cosa que a Keith no le pareció demasiado ya que, con eso de las complicaciones y ahora con lo sucedido con Mark, no quiere arriesgarse a nada. Pero, con la insistencia de Grace ya que nadie quería viajar 48 horas en auto, preferimos en avión. El compró primera clase y tuvimos que soportarlo las horas de vuelo rectificando si todo estaba bien.

— Keith me pidió matrimonio —le dije a Mía y Grace quienes estaban ahí.

La mandíbula de Mía y Grace cayeron al suelo, notando como me observaban atónitas.

— ¡Oh Dios! —gritó la rubia, bueno, fueron ambas rubias.

— No puedo creerlo —ahora fue Grace quien hablo.— ¿Que le dijiste?

— No supe qué decirle, digo, tenemos una relación un tanto complicada y-

— No quieres apresurar todo.

— Exacto, no quiero saber que él me hizo esta propuesta solo por la presión del secuestró o la del bebé, quiero tener algo bien, estable y completamente firme con el —hasta yo misma me sorprendí con mis palabras.

— Tienes razón —hablo Mía.— se como es mi hermano, toma medidas demasiado precipitadas pero... nunca se equivoca con su instinto.

— ¿Le debo decir que si? —pregunte.

— No somos las más indicadas para aconsejarte, ella tiene 17 años y yo una vida amorosa tan desastrosa que podría ser una novela mexicana —se encoge de hombros Grace.— medítalo amiga, solo tu sabrás tu respuesta.

Asentí. Mía fue a cambiarse para que siguiéramos nuestra noche de películas junto a ella, fue tranquilo y pacifico el pasar tiempo de tranquilidad con tus seres queridos. Aunque había algo que me carcomía por dentro, dos cosas a decir verdad.

La mirada de Sam hacia mi, puedo sentir culpa en su mirada y lo que el hermano mayor de los Morgan me había dicho.

— Suficiente por hoy, Mia lleva a Thomas a su cama y tu Sam a Ann —ordenó Keith.— deben dormir, ya.

Los chicos obedecieron inmediatamente levantando a sus hermanitos quienes estaban dormidos.

— ¿Que hacemos con estos dos? —señale a Jared y Grace quienes estaban abrazados, dormidos.

— Déjalos ahí, deben de hablar cuando despierten —estiró su mano hacia mi.— ¿vamos a dormir?

La tome sin rechinar.

— K —lo llame antes de entrar.— no me quiero casar contigo.

Note como en me miro atónito.

— ¿Que?

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HOLA.

perdón por no publicar mucho aquí, he estado ocupada estudiando para mis exámenes de ingreso a la universidad,
deséenme suerte.