Capitulo 36: Mia.

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MÍA POINT OF VIEW.

El suéter de Jared me quedaba enorme, tuve que doblar un las mangas para que no colgara.

A pasos largos avanzaba alado de mi padre, pero con una distancia considerable.

El viejo y acabado Jesse Morgan vuelve desde la tumba después de años de no vernos, a decir verdad desde que Samuel entraba a la primaria. Si chicos, Annie y Thomas no tienen la desgracia de ser hijos de él asqueroso Jesse.

— ¿A donde me llevarás a comer? —preguntó antes de escupir.

— Hay un puesto de comida muy bueno-

— ¿Que dijiste? —me interrumpió.— ¿puesto? ¿Quien me crees? ¿La zorra de tu madre?

Me detuve rápido ante sus frías palabras.

— También está un restaurante de comida italiana, doblando aquí —gire, el me siguió.

— ¿Que ha sido de Keith? —preguntó, con ese tono de voz que quiere aparentar desinterés pero cuando sabemos que si lo está.

— Pelea bien —fue lo único que dije.

— Eso quiere decir que gana bien —medido.

— ¿Porque regresaste?

Esa pregunta salió de pronto, estaba atascada en mi garganta que no pude contenerla más.

— ¿Porque? Mía, pequeña —toco mi hombro, me estremecí.— son mis hijos, me preocupo por ustedes.

Claro, te preocupaste tanto que te fuiste por casi 10 años. Pero, apuesto que después de enterarse que su hijo mayor comenzó a tener éxito y por ende dinero, misteriosamente regresa.

— ¡Llegamos! —me aleje de él. Entre al restaurante y tome la mesa más cerca al ventanal, para que nos vea cualquiera que pase.

Para que me vea si pasa Keith, Vincent, Jared, Grace o... Kyle.

Kyle Ross, ese estupido y pretensioso chico que quiere protegerme de todo. Yo puedo resolver mis problemas y él opta por meterse siempre, cuando esa chica intentó pelear conmigo, cuando Paul Graham intentó besarme, cuando salí con Nathaniel y lo golpeó.

— Iré al baño —me levante. Casi corrí al baño, no espero que responda.

Saque mi pequeño móvil cuando entre al pequeño cubículo y escribí un mensaje a la primera persona que se me vino a la mente.

«Restaurante Our World» envié.

Me quede en el lavabo unos minutos pensando que hacer, decir o cómo actuar. Pero nada venía a mi mente.

Jamás fuimos unido a nuestro padre más que Marcus o Sam, por alguna extraña razón. Pero, Keith y yo en ningún momento ganamos la placa de los hijos del año, como el jamás ganó la del padre del mes, año, o década.

Abrí la llave y lavé mi cara. Coloque ambas manos alado del lavamanos y suspire.

Debía hacer esto, debía enfrentarlo. Pero ¿cómo? Tenía años sin ver a Jesse Morgan y aún no olvidaba lo que intentó hacerme hace años, ese asqueroso depravado. Solo con pensarlo tengo arcadas. Mi madre, aún siendo una drogadicta se dio cuenta que eso no estaba bien y aún con la paliza que mi padre le dio, lo hecho de la casa en la que vivíamos en ese entonces. Nos fugamos múltiples de veces, porque Jesse de algún modo siempre sabía como encontrarnos.

— Señorita —alguien se asomó a la puerta.— si acompañante me mando por usted.

Guayabas, había tardado demasiado.

Salí del baño y vi a mi padre, sentando con una expresión fría.

— Hasta que vienes, pensé que escaparías como tú madre siempre lo hizo —espetó, fingiendo despreocupación.

— Estaba... ocupada.

— Ya ordene, espero no te moleste cariño —acaricio mi hombro, me hice un lado. — ¿ordenaras?

— No tengo hambre.

El se encogió de hombros y bebió de esa botella de cerveza que tenía a su lado.

— ¿Que ha sido de Keith? Supe que tuvo un pequeño problema con Marcus —me mira.— supe que tu madre falleció, una tragedia.

Notaba el sarcasmo en sus palabras, pero es mejor permanecer callada. Mi padre es un hombre demasiado pasivo agresivo.

— Keith es bueno boxeando —fue lo único que pude decir, observe como abrían la puerta del restaurante fuerte.

— Mia —fue lo primero que dijo.— Debemos irnos, Mia —tomó mi mano.

— Un segundo, Jared Bastardo Gillard —se levantó.— tras esa barba de leche no te reconozco hombre, ven aquí.

Incómodo, Jared se acercó a mi padre y lo abrazó.

— Jesse —saludó de mala gana.— disculpa las molestias, pero debo llevarme a Mia. Debes de entender, unos asuntos. —dejó unos billetes en la mesa y tomó mi mano.

Opte por llamar a Jared por una razón en particular: no es tan explosivo. Keith en este caso ya se le hubiera lanzado a mi padre y golpeado en la cara múltiple veces.

— Entiendo. —toma un trago.— creo que nos veremos prontos —se acercó a mi.— cuídate mucho, mi pequeña Mia.

Sentí pánico cuando escuche eso, ya que más como un consejo sonó como una amenaza.

Tomados de la mano, Jared y yo salimos del restaurante.

— Pequeña, es momento de cambiarnos de casa —hablo Jared cuando comenzamos a caminar por la calle.

— Ya lo se —baje la mirada.

Doblamos por la acera mientras mantenía aún la mirada baja, cuando sentí un fuerte jalón. Alguien había empujado a Jared.

— ¡Oye, imbecil! ¿Que te pasa? —grito el rubio.

Hasta vi de quien se trataba.

— Deja a Mia —bramó el Chico de múltiples tatuajes.

— Jared, no. Kyle, detente.

— Aléjate de el Mia, la chica de tu departamento dijo que estabas en peligro —bufo.— ven, te llevare.

No entendía bien de quien hablaba, aunque apostaba que debía ser Abby.

— Amigo, largo. Ya está a salvo y conmigo —hablo Jared. Aun seguía sujetando la mano su mano.

— No soy tu amigo. Mia... —hablo Kyle.

— Mia...

— ¡Mia, Santo Cielos! —ese grito hizo que todos giráramos nuestros rostros.

— Keith —corrí a abrazarlo.

— Estas bien —suspiro.— ¿todo en orden, Jared? —el rubio asintió, y señal a Kyle.— ¿y tu quien eres?

— Bueno... soy algo de Mia.

Y las miradas caen en mi.

Gracias señor.


💋💋💋

HELLO HELLO HELLO

bien, lamento la tardanza. Por fin conocieron a Kyle Ross y a Jesse.

¿Que esperan de ambos personajes?

Pd: QUEDE EN LA UNIVERSIDAD QUE QUERÍA. 🤪

Running for her.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora