— Estoy bien, en serio.
— Si vuelves a decir esto Abigail, te golpeare —observe como Keith la observo mal.— es broma grandote.
— Quiero irme, necesito a ver a tus hermanitos —dije mirando a Keith.
— Ellos están bien, están con mi madre —dijo Vincent desde el sofá desde la esquina.— ahora nuestra prioridad eres tú y el bebé.
— Mi prioridad —dijo Keith.
— Pensé que ya habíamos superado esa etapa —dijo Vincent.
— ¿Que etapa? —preguntó Keith como si no supiera, cuando todos sabemos que si.
— En la que le digo algo a Abby y tú actúas como un perro guardián.
— Vuélveme a decir perro y te enseñaré como gane el campeonato —dice el.
Vincent levantó las manos al aire en señal de rendición. El se acercó, y me beso.
— Hola Doctor —sonrió Grace al ver a mi doctor, el Doctor Colton, quien a simple vista se podría ver de unos 28 años pero muy bien conservado. Con su cabello castaño y ojos azules, sin decir de su piel cristalina y estatura alta.
Mire como Jared miro mal al Doctor.
— Hola señorita Grace —saludo sonriendo.— ¿como se encuentra hoy, Mrs. Morgan?
— No soy Mrs. Morgan —hable.
— No interrumpas al doctor —habló Keith.
— Bueno, lo que quería decir que estás estable, algo deshidratada pero solo un poco más de suero y estarás como nueva. Aunque necesitas subir unos kilos Abigail —sentenció.
— No se preocupe Doctor, la llevaré a cenar. Puede acompañarnos si quiere —finge desinterés Grace.
— Cof, desesperada, cof —dijo Jared. Grace lo golpeó.
— Lo tomare en cuenta —sonríe.
— Tomar en cuenta mis pelotas —susurra Keith.
— ¿Me puedo ir? —pregunte emocionada.
— Me temo que aún no, unos días más cariño-
— No le digas cariño —dijo Keith.
— Keith —le hable severa.
— ¿Que? Amor, no cualquiera te dirá cariño —dice sin mirarlo.
— Bueno, solo debes recuperar tu peso y listo —habla el doctor.
El doctor sale y Grace lo sigue.
— Calma tu ira, perro guardián —dijo Vincent.
— ¿Que tienes con decirles perros a todos? —preguntó mal Jared.
— ¿Puedes dejar de ser celoso? —pregunte mirando a Keith.
— ¿Y tu puedes dejar de ser irresistible? —mi cara de molestia cambia a una buena sonrisa. — ¿ves? No, así que tampoco puedo yo.
No pude responder a eso, así que me limité a sonreír.
— West, quiere hablar contigo —dijo Vincent tendiéndome su teléfono.
— Hermanita —sonreí al escuchar su voz.
— Wéstern, te extraño —hable.
— Pequeña, me alegra oír tu voz y sabes que estás bien. En serio, papá va en un vuelo a verte — esperen... ¿Que?.— le llegó una señal divina o algo por el estilo a nuestra madre Abigail, mamá también va.
¿Que diablos?
— ¿Mis padres? ¿Estas seguros de ellos son los que hablas West O'Connor? ¿Los mismos que jamás llegaron a mis graduaciones o los premios que ganaba? ¿La madre que me dio la espalda por ser la última persona con ver con vida a su hijo? ¿La madre que me hecho, literalmente?
— Abby, basta.
— No, West. Me alegra que mi padre venga, porque fue el único que me apoyó... a medias, pero lo hizo, pero no estoy contenta con la visita de mi madre —bufé, observe como Keith me mirada. — quiero verte a ti, hermano.
— Estaré ahí, en un par de días. Debo entregar un reporte del caso y listo —hablo.— nos vemos hermana, mi encargado viene. Besos.
— Adios West, te amo.
Escuche como el colgó y le tendí el teléfono a Vincent.
— ¿Vendrá, Stephanie? —preguntó Vincent.
— Así es, mi madre después de que me dio la espalda y me abandonó. Vendrá a verme —hable triste. Keith tomó mi mano.
— Estaré contigo, cariño.
Le agradecí con la mirada.
— ¡Adivinen! —gritó Grace entrando por la puerta.— Colton me invitó a salir... ¿porque tienen cara como si hubiera muerto alguien?
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Running for her.
Genç Kız EdebiyatıCerre los ojos. - Hazlo tu, en serio -Dije. - Bien bien. Ella se levanto y tomo las pruebas. - Pues voy a ser tia. #7 /09/2016 chick-lit ❝fecha de publicación 04/junio/2016❞