KEITH POINT OF VIEW.
— Y usted, tiene prohibido estar cerca de ella, hablarle y ni siquiera puede respirar a 100 metros de ella —puntualizo furioso.— si no hago algo es por que amo a su hija y no estaría bien ofender a la mujer que la pario, porque eso fue lo único bueno que hizo por ella; darle la vida.
— Albert, dile algo —exclamó Marie O'Connor con un tono de desagrado, pensando que algún comentario de su esposo pueda hacer que mi ira descienda.
El señor O'Connor se quedó en silencio. Pude ver como Sky y West estaban en las sillas tomadas de las manos.
— Tiene razón —habló Albert.— el chico tiene toda la maldita razón Marie, tiene toda la razón.
La boca de Marie se abrió con sorpresa.
— ¡Lo único que haz hecho desde que mi hijo falleció fue despreciarla! ¡Culparla por algo que sabes que ella no hizo! —el robusto hombre de quito la corbata y se puso de pie.— pero ya es suficiente, no soportare que por culpa de tu falta de pulcro no quieras a MI hija. Así que vete.
— ¿Que? —exclamó la mujer, sosteniendo su bolso.
— Los papeles de divorcio te llegarán pronto —el hombre señaló la puerta.
La mujer no creia lo que sucedía.
— Wéstern —miró a su hijo. West bajo la mirada.
— Que se largue señora, ¿o quiere que la acompañe a salida? —hable fastidiado.— pero déjeme decirle algo, si a Abby o a mi hijo le pasa algo usted y yo tendremos una buena charla.
No suelo amenazar a personas que se que no tienen oportunidad conmigo, pero estoy tan fastidiado que no lo soporte.
Ella salió de la sala de espera del hospital privado Grant.
Abby entró a luz, por el estrés y el hecho que su madre le reprochara todo en el momento que la deje sola con ella. Me lamento eso.
El primer día fue tranquilo porque solo estuvimos en la fiesta, me presento a algunos primos y amigos de la familia, pero el problema inició cuando las personas comenzaron a irse y Abby tenía que estar más cerca de su madre.
No resistió, los comentarios y demás hizo que se estresara y por ende sucedió esto, a Abby le faltaban 5 semanas.
— Estará bien, no te preocupes —me palmeo el hombro Albert.
Necesitaba a Abby, necesitaba a Jared, necesitaba a mi familia... me sentía como el chico de 15 años problemático que descargaba su ira con cualquier cosa.
Le hable a Jared hace unos minutos, afortunadamente consiguieron boletos de avión y están por salir, mis hermanos se quedarán con la señora Pharrell salvo por Mia quien también viaja, Vincent y Leah también viene.
Mis nervios estaban a mas no poder, caminaba de un lado a otro por toda la sala de espera, Abby llevaba ya mucho tiempo desde que llegamos, quise entrar pero en ese momento estaba demasiado alterado y todos me lo impidieron, así que nadie pasó, mi West ya que él admitía que si entraba se desmayaría y Sky no quería estar bajo ese nerviosismo, la comprendo.
El Doctor entró a la sala de estar limpiándose las manos.
— ¿Familiares de Abigail O'Connor? —un doctor limpiándose las manos entró.
— Me temo que la señorita O'Connor sufrió una hemorragia en el parto —nos miró.— pero pudimos pararlo a tiempo, ahora se encuentra estable pero despertará hasta unas horas.
— ¿Y mi bebé? —espete, tranquilizándome que mi chica está bien.
— El niño está bien, unos gramos bajo de peso pero aun así pedí que estuviera en la incubadora —me dice.— ¿es usted el padre? —asentí.— puede pasar a verlo, solo el, los demás familiares pasarán después.
Asentí rápido, un hombre viejo me quito las palabras con tan solo decir que mi bebé está bien y mi chica también, me quede mudo, no sabía que decir, no sabía que hacer, no sabía cómo actuar. Vete a mi hijo, estoy más nervioso que cuando hable con el juez cuando Mark me metió a prision, más nervioso que cuando vi por primera ves a Abby.
Veré a mi hijo, vete al amor de mi vida, a mi pequeña bola de carne que tiene mi sangre y la de la mujer que amo.
Seguí a la enfermera, limpiándome las manos en el camino. Llegue hasta un pequeño cuarto, ella me pasó una bata de color azul, un gorro del mismo y un cubre bocas blanco, me puse todo.
Mis manos temblaban, no sabía que hacer.
Dios hombre, ten postura.
Trague en seco cuando la enfermera abrió la puerta.
— ¿Donde está? —dije viendo las demás incubadoras que también habían bebés, madres junto a ellos incluso padres.
Pero yo me sentía desnudo, me sentía intimidado por alguna puta extraña razón.
Joder.
— El en medio —señaló. Acercándome a esa incubadora.
Maldicion.
Hora de nacimiento: 16:36
Peso: 2,600 gr.
Sexo: Varón.
Nombre: _______
Madre: Abigail O'Connor
Padre: Keith Morgan.Doble maldicion.
Al leer mi nombre supe que eso era verdadero, tome postura cuando la enfermera me informó donde colocar las manos, el bebé mantenía la cabeza a dirección contraria de donde yo me encontraba. De un movimiento espontáneo el de giro, pero no tenía los ojos abiertos, los mantenía apretados pero sus labios entre abiertos.
— Puede meter las manos para acariciarlo —dice ma enfermera, fue lo último antes de irse con las demás al puesto.
Nervioso, metí la mano.
Toque su carita, el solo apretó más los ojos, de un momento tome su mano.
— Hola mi rey —le hable.— hola Johnny Morgan.
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últimos caps, esta novela está por terminar y quiero llorar :(
Pero pronto verán la historia de Mía Morgan, la hermana de Keith en Fighting for her.
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Running for her.
Genç Kız EdebiyatıCerre los ojos. - Hazlo tu, en serio -Dije. - Bien bien. Ella se levanto y tomo las pruebas. - Pues voy a ser tia. #7 /09/2016 chick-lit ❝fecha de publicación 04/junio/2016❞