•Capítulo 17

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Pov's Damon.




Nada de lo que me dijo mi padre con respecto a la muerte de mi madre y mi hermana me cuadra. Mucho menos le creeré después de encontrar tales papeles en la oficina que tiene aquí en París.

— Tú no tenías porque hurgar en mis cosas.- Dijo con el ceño fruncido.

— Me importa una mierda eso.- Dije mirándolo fijamente. Mi padre puede intimidar a cualquiera menos a mí, esos tiempos ya pasaron.— Aún no me explicas porqué en estos papeles dice que los frenos del auto fueron alterados.

— Nunca quise decirte que a tu madre y hermana las mataron.- Dijo impasible.— No quería que te sintieras peor por la muerte de ellas.

— Tenías que habermelo dicho ¿Quién diablos las mató y por qué?- exigí una respuesta.— No veo el porqué ocultarme eso.

— No escondo nada y no pienso discutir más de esto contigo.- tomó su saco.— Sólo te diré que los asesinos de Natasha y tu madre ya están bajo tierra.- pasa a mi lado dispuesto a irse.

— No me quedaré con esa simple explicación.- Dije volteandome.

Detuvo su caminar, más no dio la vuelta.

— Haz lo que quieras, hijo.- Dijo saliendo de la habitación.

Aquí hay gato encerrado y voy a descubrir lo que esconde mi padre. Ni siquiera me dijo porqué las mataron. Si fue así yo mismo tenía que matar a los hijos de puta que me las arrebataron.

Revisé mi teléfono a ver si Alaia intentó ver algo, pero no fue así. Por lo menos no es una entrometida.

— Jefe, ya está listo el jet para partir.- Dijo Mark entrando.

— Salimos en quince minutos. Ten listo el coche.- Ordené.

Después de apurar a Alaia para irnos, estamos en el aeropuerto. Pero su refunfuñadera me tiene harto.

— ¿Ahora qué carajos te pasa?- Pregunté fastidiado.

— Pues gracias a tus apuros y no avisarme con tiempo, se me ha quedado el secador en el hotel.- Respondió molesta.

— Pues después te compras otro, mujer.- Dije rodando los ojos.

— Idiota.- Susurró cruzandose de brazos.

Anteriormente me hubiese molestado que me llame así, pero ahora me gusta por su valentía para hablarme tal forma.

— Idiota tú que lo dejaste.- Dije mirándola.

Indignada me observa y abre y cierra su boca varias veces pero de ella no sale nada.

— Te odio.- Dice con una mirada fulminante.

RUTHLESS [Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora