•Capítulo 43 [El Fin]

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Narrador omnisciente.




El hombre enigmático, varonil, frívolo y extremadamente atractivo estaba frente an ella, sentado en la modesta cama con los codos apoyados en sus rodillas, mirando hacia el suelo perdido en sus pensamientos. Allí estaba él, siendo con ella cómo siembre lo fue, sin embargo, lo notó, ella notó lo cambiado que estaba, si bien continuaba siendo un hombre frío y de poco demostrar lo que sentía, ya no tenía aquella aura oscura que siempre lo acompañaba.

— No eres el mismo.- dijo cruzada de brazos.

Él la ignoró.

— ¿Sabes? No olvido el día que te conocí.- sonrió mirando el techo.— Estabas con tu padre, parecía que habían discutido. Estabas muy molesto, tanto que cuando chocaste conmigo no te disculpaste.- soltó una leve risa.— Pensé que era por eso, pero cuando Leonard, te presentó ante mi padre y yo, me di cuenta de que ese era tu carácter de siempre.- cruzó sus piernas esbeltas, sentada en aquel sofá frente a la cama.


Damon se encontraba absorto en sus pensamientos recordando aquel día. No le gustaba aquel recuerdo, así que apretó sus puños.


— "Es un capullo", pensé ese día.- continuó.— Y me gustó.- Él continuaba igual.— Eras malo y eso me gustaba. Me acostumbré a tu personalidad y a tus tratos.- se encogió de hombros.— Nunca me lo tomé personal. Sabía que eras así con todos.

— Que poco te querías.- Habló por primera vez.— Pero qué puedo decir yo. No soy nadie para juzgarte.- la miró por primera vez.

— Si, puede ser así.- asintió ella.— Pero no es así.- se inclinó hacia adelante.— Me amo lo suficiente para saber lo que quiero y conseguirlo a cuesta de lo que sea.- lo miró con seguridad y crudeza.


Él negó con una sonrisa ladina e incrédula, bajando la mirada de nuevo. Estaba batallando dentro de sí mismo, sentía una mezcla de rabia, culpa, tristeza y remordimiento. Sabía dentro de sí que su comportamiento pasado con ella no era tolerable ni justificable y se sentía en parte responsable de que ella se obsesionase con él. Si bien se lamentaba por la persona en la que se había convertido y deseaba disculparse con ella, su orgullo no le permitía hacerlo, era una lucha que tenía consigo mismo desde hace varios meses.


— He estado casi toda mi vida contigo, he estado de tu parte, aguantando de todo.- Habló con ira.— ¿Y tú no eres capaz de amarme? ¿De darme una oportunidad?

— Yo no te obligué, ni te busqué para tener algo. Si es cierto que a veces te buscaba, pero era para sexo y lo sabías.- apretó la mandíbula. Hablar de ello le incomodaba, no le gustaba recordar y hablar de lo malo que fue con las mujeres y en especial con ella.— No estuvo bien como te traté, pero tú eras responsable de ti misma y podías irte, mandarme a la mierda, pero no lo hiciste nunca, estuviste allí porque quisiste.- la miraba mientras hablaba.

RUTHLESS [Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora