EDITADA CON ALGUNOS CAMBIOS
Para las antiguas lectoras, les cuento que está novela ha sido editada y cambié y/o agregué algunas cosas. Espero les guste mucho.
Pd: perdóname si se me escapó algún error.
•••
Ella.
Todo él gritaba misterio y oscuridad...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
🖤🖤🖤
Pov's Alaia.
Marqué el número de Cárter mientras sonrío con emoción. Le daré la respuesta a su propuesta, ya que aún no se la he dado. Aunque ello me causa emoción también tengo temor porque es un paso grande que daré.
— ¿Nena?- Responde en cuanto contesta.
— Hola, Cárter ¿Cómo estás?- Pregunté.
— Bien, nena ¿Y tú?- respondió y escuché unos ruidos de fondo, más no le presté atención.
— Bien. Quería darte mi respuesta.- Dije con una sonrisa.
— Dime, princesa.- Sentí su sonrisa tras la línea.
— Si iré contigo al viaje. Me hace falta una escapada.- Dije lo último con una pequeña risa.
— Perfecto, nena.- Espetó.— Mañana te paso a recoger al medio día ¿Vale?
— Si.- respondí contenta.— Pero, Cárter, con esto quiero decir que las cosas van más allá ¿Entiendes?
— Si, nena, sólo estoy contigo.- Bramó.
Se despidió de una forma extraña y supuse que estaría liado con el trabajo.
Sonreí viendo la pantalla. Lo que más me gusta es la forma en que me trata. No hablo solo de palabras bonitas, cuando salgo con él y pasamos tiempo juntos sus acciones me hacen sentir especial, como ningún otro hombre lo había hecho.
Al día siguiente.
Me encuentro ansiosa por el viaje, tanto que casi no pude dormir en la noche y me he despertado súper temprano.
El timbre suena sin cesar, así que salgo de mi habitación para ir a abrir, ya que Atenea está en su día de descanso. En cuanto abro la puerta me encuentro con la última persona que esperaba.
— Damon ¿Qué haces aquí?- Pregunté con sorpresa.
Entra sin pedir permiso mirándo toda mi casa buscando a alguien, chocando mi hombro al pasar por mi lado.
— Así que te vas de vacaciones.- Dijo dándose la vuelta y mirándome.
— ¿Cómo lo sabes?- Pregunté y después lo capté.— Nat.- Susurré.
— Y lo mejor, con un imbécil.- Dice sarcástico.
— Imbécil tú.- Espeté molesta.— No tienes porque meterte en mi vida. Él me ha tratado como se trata a una mujer.- Dije y se acercó furiosamente.
— ¿Tan bien te trata qué te endulza el oído mientras está con otra?- Pregunta a centímetros de mi rostro.— ¿Tan bueno es en la cama?
— ¿De qué hablas?- Pregunté con el ceño fruncido.— Y no todo se trata de sexo, Damon, cómo lo era yo para ti, solo un capricho sexual. Él me trata como merezco se tratada.