RUTHLESS [Editada]

•Capítulo 23

Nurka

🖤🖤🖤

Pov's Damon.

Rizzo habla y habla, pero yo no le presto atención, no puedo, mi pensamiento sólo está en lo que ese desgraciado le hizo a Alaia. Necesito matarlo y hacerle pagar.

— Damon.- escuché la voz de Adrien.— Presta atención.

— ¿Qué?- sacudí la cabeza.

— Alguien más está detrás de todo esto. Belcebú, no está sólo.- Dijo Rizzo.— Nulka está de su lado.

— Así que la emboscada que nos dieron hace casi dos meses, fue por Belcebú.- Dije mirándo un punto fijo.

— Pero no creo que el fin era matarte.- Habló Adrien.— Ellos sabían que Alaia estaba en ese bar y en ese baño justo cuando escuchó a esos hombres hablar.

— Sólo era una estrategia para ver si Alaia me salvaba la vida, y que yo empezara a...- Dije dejando la palabra en el aire.— ¿Entonces donde está ella ahora?- Pregunté mirándo a Rizzo.

— Ella debió haber recogido a Belcebú, así que debe estar con él.- Respondió.— Voy a hablar con mis contactos para saber donde están.

Asiento y camino hacia mi auto para partir de ahí. Adrien viene atrás mío.
A mi teléfono entra una llamada de Holly, pero decido ignorarla. No estoy para ella en estos momentos.

Entro a mi apartamento y veo a Ian sentado en el sofá viendo la tele.

— ¿Y Alaia?- Pregunté en cuanto llego a donde él.

— Está en tu habitación. Lo único que dijo fue "Déjame sola por favor".- Respondió mirándome.

Asiento y camino a mi habitación, en cuanto entró a esta veo a Alaia acostada en la cama echa bolita. Camino despacio hacia ella y me siento al borde de la cama, pero realmente no sé que decir.

— Alaia.- La llamo pero no contesta.— Por favor dime algo. Mira no soy bueno consolando, pero... Lamento mucho lo que ese hijo de puta te hizo.

Ella cierra sus ojos fuertemente y suelta algunas lágrimas, pero no dice nada.

— Alaia, dime algo.- Dije cansado.— Te juro que ese poco hombre va a pagar muy caro lo que te hizo.- hablé con firmeza.

Me pongo de pie y salgo de la habitación. Llamaré a Juana para que venga a cuidarla.

Un mes después.

Ya un mes desde lo pasado con Alaia y ella aún no habla mucho, sólo habla conmigo y son muy pocas veces. Mantiene mirando un punto fijo y algunas veces la he visto llorar en silencio. No soporto verla así y eso me enfurece. Sus amigas la han venido a visitar a mi apartamento casi todos los días, mientras yo me encargo de encontrar al hijo de puta de Belcebú y a Nulka.