•Capítulo 31

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Pov's Alaia.
Cinco semanas después.



Vuelvo a teclear en el ordenador reorganizando mis ideas para el ensayo que debo presentar. Es el último trabajo que tengo por entregar, parece fácil pero me está sacando canas. Mi maestro de filosofía es muy exigente y la filosofía no es algo que se me dé muy bien. Escogí esa materia de relleno y me arrepiento. No sé en qué estaba pensando.

Desde que se terminó mi extraña relación con Damon, no he vuelto a saber de él. France no me lo ha nombrado ni me ha hablado nada relacionado con él y se lo agradezco.
Pero si hay algo relevante en mi poco interesante vida. Conocí a un hombre llamado Cárter, fue en una fiesta que realizó una compañera y amiga de la universidad en un club por su cumpleaños Él es amigo de ella y nos presentó aquel día, conectamos rápidamente. Ello nos llevó a intercambiar teléfonos y continuamos hablando todos los días y quedamos algunas veces. Estamos saliendo y conociéndonos, la verdad creo que vamos por buen camino.

Dos horas más tarde decido que fue suficiente por hoy, así que recojo mis cosas y me voy directo al centro comercial porque necesito comprar algunas cosas para el viaje. Cárter me propuso que le acompañase a un viaje de trabajo que tiene en Francia, me dijo que son solo dos días de reuniones y que podríamos tomarnos tres días en Las islas Maldivas. Me lo pensé mucho, pero a la final decidí aceptarlo.

— ¡Alaia!- Gritó una voz femenina.

Me di la vuelta y vi a Nat con uno de los guardaespaldas de Damon.

— Hola, Nat ¿Qué haces por acá?- Pregunté caminando hacia ella.

— Vine a comprar algunas cosas y a tomar un helado.- Respondió después de darme un abrazo.— Quise llamarte, pero no sé si querías verme. Damon me dijo que no se hablan ¿Por qué?

— Oh, súper.- sonreí.— Cuando quieras puedes llamarme, no importa que no hablé con el otro de tu hermano.- guiñé mi ojo en broma haciéndola reír.— Son estupideces de adultos, pero no importan. Hay personas pasajeras en nuestras vidas.- le resté importancia.

— Tienes razón, ha estado como un ogro cada vez que le hablo del tema.- Rodó los ojos.— Tiene problemas.- dijo causándome gracia.

— Déjalo, es un amargado.- Bramé.— ¿Qué te parece si vamos a comer el helado?- Asintió feliz y fuimos a una heladería.

Me contó sobre lo que ha hecho estas semanas y sobre lo que habló con su padre. La noté un poco triste, pero me dijo que ya estaba dejando superándolo y no faltó en nuestra conversación Adrien.

— ¿Y tú, tienes a alguien?- Preguntó subiendo y bajando sus cejas.

Me lo pensé por un momento, ya que ella podría contarle a Damon y... ¿Pero qué estupideces estoy pensando? ¿A Damon qué le va a importar lo que yo haga?

RUTHLESS [Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora