•Capítulo 7

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Pov's Alaia.


Me encontraba en mi habitación cuando siento que tocan a la puerta de mi casa, pero está demasiado tarde para que alguien venga. Bajo las escaleras y me dirijo a la puerta para abrirla sin pensar en preguntar quién es, solo actué. Al abrirla siento como alguien me jala tapando mi boca y me saca de mi casa. Me suben a una camioneta negra y después pierdo el conocimiento cuando ponen un pañuelo en mi nariz.

Cuando despierto me encuentro en una habitación horrible, mis ojos se dirigen a todas partes buscando la puerta, escucho voces a lo lejos fuera de la habitación. Me levanto de la cama y me acerco a la puerta, pero está con seguro. Busco alguna ventana y no la encuentro.

— ¡No me importa!- Escucho que grita una mujer, es Holly.

Veo una puerta a un costado y corro hacia ella, es un baño y tiene una pequeña ventana, por ahí quepo. Subo al excusado y abro la ventana observando que estoy en medio del bloque. Menos mal es una casa de un sólo piso. Trato de meter mi cuerpo y salir, pero me es muy difícil, ya que la ventana es muy pequeña. Escucho que abren la puerta de la habitación y me apuro para salir. Caigo al césped y cómo puedo salgo a correr. Escuché como alguien grita que me escapé, pero no miro atrás, sólo corro y corro como Forest.

— ¡Alto ahí, perra!- Escuché gritar a Holly.

Continué sin mirar atrás, pero escucho sus pasos tras de mí. Sin embargo, escucho un disparo al aire causando que me detenga abruptamente.

— Volteate.- Escuché su voz más fuerte.— Te pesa meterte conmigo ¿Verdad?

— No, no me arrepiento de la paliza que te di.- respondí mirándola.

— ¿O sea qué no te importó la muerte de tu madre?- Preguntó burlona.

— ¡Eres una maldita!- Grité y corrí hacia ella para golpearla, pero disparó otra vez al aire.

— No te atrevas, querida.- Dice con voz fría.— Nos veremos en el infierno.- dispara dos veces en mi abdomen.

— Señorita, tenemos que irnos porque la policía viene en camino.- Escuché decir a un hombre.

Solo los escuché correr dejándome tirada, sola a mi suerte. Pensé que moriría, que este sería mi final, pero de pronto escuché unos pasos acercarse y pude ver un rostro con algunos tatuajes y unos brazos completamente tatuados, pero no pude verlo detenidamente porque veo borroso.

Siento como poco a poco me voy perdiendo en un sueño profundo.



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Me voy despertando poco a poco, abro y cierro mis ojos acostumbrándome a la luz blanca. Rápidamente me doy cuenta que estoy en una habitación de hospital ¿Cómo llegué aquí?

RUTHLESS [Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora