20.- Nada

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Lean la nota al final por favor 💖

***

—Hola...— sonreí al ver esos llorosos ojos escarlata justo frente a mi. La larga cabellera de Chibiusa caía a un lado de mi cuerpo y las lágrimas que derramaba mojaban mi cara. Nuestro eterno abrazo había llegado a su fin. El cálido contacto de nuestros cuerpos había sido cortado por las quejas de mi dolor de cabeza. Chibiusa me había dejado reposar en sus piernas, rodeada de todos las demás personas.

—Mamá...— sus ojos se llenaron nuevamente de lágrimas, no, no eran de tristeza, eran de emoción. De alegría por nuestro reencuentro. Que luego de tanto tiempo habíamos esperado.

Traté de pararme, excusando que esta no era la mejor posición ni el mejor lugar para hablar de los últimos hechos. Con ayuda de mis amigas logramos llegar hasta mi antiguo cuarto para que pudiese descansar. Ya no estaba transformada en mi forma Sailor, en estos momentos traía puesto un vestido blanco corto hasta las rodillas, adornado con flores. Mi cetro volvió a su estado normal —Como debería ser, no un llavero— ahora lo podía hacer aparecer y desaparecer cuando fuese necesario.

Al momento en que me acosté en la cama, las miradas cayeron en mi. Cada uno de esos pares de ojos atentos a lo que ocurriría una vez empiecen las preguntas de parte de... bueno, alguien las tendría que empezar.

Un crudo silencio se extendió por mi habitación. Si había algo que odiase era el silencio, tan lúgubre y tétrico, un sonido inaudible que llenaba todo el espacio para colmarlo de desesperación. Igualmente, había momentos en que los necesitaba, pero para esta situación lo peor que pudiese existir era el silencio. Ninguno se atrevía a tomar la palabra. La fina capa de sonidos, en el tictac del reloj, el viento en los árboles y los pajaritos cantando, se volvían inexistentes en estos momentos. La atención se centraba en un solo punto: Yo. Era el centro de atención en el lugar, pero la abstinencia a querer hablar por parte de los demás volvían aún más incómoda la situación.

Ya no aguantaba más

—Pueden hacer preguntas— les dije indiferente, desviando sus miradas hacia cualquier parte. El silencio me estaba impacientando por lo que había decidido romperlo de una vez por todas.

Todos, atónitos, me quedaron mirando con sus palabras atoradas en sus gargantas, sin que pudieran salir. Chibiusa fue la única que salió adelante y fue capaz de sobrellevar todo.

—Me alegra que estés bien, mamá— me dijo aún sin dirigirme la mirada. Por más que tratará de buscar sus escurridizos ojos rojos, se me era imposible sin recibir un desvío de cabeza por parte de mi hija. —Realmente me alegra... Que todo este tiempo estuviste bien...

Aquí viene...

—Me alegra que realmente estuviste presente, pero ¿Porque? ¿Porque nos mentiste? Y-yo me sentía realmente mal al no tener a mamá cerca, y-y cada vez que llegaba a mi cuarto cansada y estresada por tanto trabajo pedía a la Luna que, si me escuchabas, pudieras ayudarme. Trataba de buscar tu apoyo. Y yo este tiempo tu...

Chibiusa hizo un pequeño silencio, a pesar de mi jaqueca y mi dolor en las articulaciones logré levantarme y quedar cara a cara. Por primera vez notaba nuestra diferencia de porte, Chibiusa era unos centímetros más baja que yo. Nuestras miradas chocaron, pero ella las desvío rápidamente.

Todos estaban expectantes a lo que ocurría. Tomé valor y levante mi mano, llegue hasta el mentón de mi hija y le alce la cabeza delicadamente. Los ojos de Chibiusa estaban llenos de tristeza y preocupación. Las mejillas coloradas de tanto lloras, y sus labios secos de tanto miedo. Le dediqué una mirada sincera de perdón, una sonrisa, una muestra de que estaba totalmente arrepentida de todo.

La Leyenda De Sailor Cosmos  [LDPSM 2.0]  / Sailor MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora