La Leyenda De Sailor Cosmos [LDPSM 2.0] / Sailor Moon

14.- Dulces que emocionan

#DomingoDeLLDSC
#VolvíActualizar 7u7
#LosDulcesEnamoran

***

—¿Segura quieres hacer esto?— la voz de Mamoru sonaba nerviosa, ninguno de los dos estaba seguro de lo que estábamos a punto de hacer.

—¡Segura!— afirmé— ¡A darle con todo! Lo que único que hay que hacer es cuidar que el lugar esté  ordenado una vez terminemos.

Mamo aún parecía confundido, pero asintió —Que quede claro que soy nuevo para esto. Si lo hago muy fuerte avisas y paro.

—Okey ¡Dale con todo!

Mamo batía con fuerza la mezcla que estaba frente nuestro, cada vez iba quedando más espesa, y mejor para poder cocinarla. ¡Nuestros cupcakes quedarían deliciosos!

Luego de lo ocurrido con Chibiusa, ella me dijo que pasara tiempo con Mamo, debido a que ella admitía que teníamos una buena relación.

—Gracias Hikori— dijo una vez terminado el abrazo— De alguna forma u otra, sentí como si, no se va a sonar raro pero sentí como si mamá fuera quien decía esas palabras, raro ¿No?

Yo la miré con los ojos abiertos como plato. — Si, eso es muy raro.

Sin más me fui a mi habitación, no pasaron ni 10 segundos y mi puerta sonó. —¡Ya voy!— grité, al abrir Chibiusa estaba frente a mi.

—Hikori...— dijo mientras entraba— Sé que esto es raro, ya que hace diez segundos nos despedimos pero quiero pedir algo. Un favor.

—¿Un favor?— repetí de inmediato.

¿Que estás planeando Chibiusa?

—Verás— empezó —, me he dado cuenta de la relación que tenías con mi padre, a decir verdad me sorprende, pasaron mucho tiempo juntos antes de eso, ya sabes. Y quería pedirte que pasaras nuevamente tiempo con él, quizá de alguna forma u otra puede ayudar en su recuperación, ¿Podrías?

Y aquí estamos, haciendo un desastre en la cocina.

Okey, no.

A decir verdad, Mamo y yo somos buenos cocineros. Cuando éramos más jóvenes, antes de asumir como Reyes de Tokio, nos encantaba la repostería (Créditos a Makoto, quién me ayudó a aprender a cocinar bien y me pegó ese hobbie), aunque a decir verdad me tuve que esforzar muchl para mejorar y al final terminé aprendiendo —mis primeras preparaciones eran un asco—,cuando quedábamos de cenar en nuestras casas, terminábamos preparando postres y dulces. Quedaban realmente deliciosos, y no solo yo y Mamo opinábamos así, mamá, papá y el fastidioso de mi hermano también disfrutaban de nuestras preparaciones.

¿Saben? Si no hubiéramos sido coronados Reyes, probablemente habríamos abierto una pastelería. Nos encantaba cocinar juntos, se sentía muy divertido. Aunque con el pasar de los años y junto a nuestras nuevas obligaciones, empezamos a perder el ritmo de cocinar, ni siquiera teníamos tiempo. Pero de vez en cuando —MUY de vez en cuando— nos escapábamos del trabajo de gobernar y nos adentrábamos a la cocina para hacer uno que otro postre.

Y para rememorar esos tiempos, elegí hacer repostería junto a Mamo.

—¿Crees que la mezcla está bien así?— dijo Mamo mostrando lo que había batido. La contextura y su espesor estaban maravillosos.

«Cómo en los viejos tiempos»

Así es consciencia.

Asiento feliz— ¡Se ve muy bien! Ahora hay que poner la mezcla en los moldes.