La Leyenda De Sailor Cosmos [LDPSM 2.0] / Sailor Moon

15.- Momentos inolvidables

La "Fiesta de Cristal" es una celebración de cada año en Tokio, una de las más importantes para toda la ciudad. Durante meses la gente se prepara para esta fiesta, pues es tan importante la ocasión que todo el pueblo está invitado. Las mujeres confeccionan sus vestidos, ya sean largos o cortos. Los hombres compran el mejor terno o frac para impresionar a las damas. Los niños se preparan para las actividades más divertidas. Todas las personas están ansiosas por esa ocasión, y es que una vez al año, se juntan a celebrar el aniversario de Tokio de Crystal.

Y cómo la Familia Real, debemos presentarnos y dar una buena fiesta al público.

Pero además, como familia, es el aniversario en el que Mamo y yo asumimos como Reyes de Tokio. Más importante aún. La tradición es hacer el "juramento al pueblo" de un año más de compromiso como gobernantes. Mamo y yo iniciamos esa tradición, y hoy al fin podré ver cómo Chibiusa hace su juramento.

Se que ya lo ha estado haciendo durante varios años, pero debido a que me estaba prohibido venir, nunca pude ver a mi hija haciéndolo, ni a Helios.

Como podrán imaginar, todo el Palacio estaba agitado, vuelto loco. Pues los últimos acontecimientos habían retrasado la preparación del baile por lo que Chibiusa estaba muy atareada organizando junto a Helios mientras que los sirvientes corrían de un lado para otro decorando, cocinando, revisando, etc. A lo que voy es que todos estaban agitados.

—¡Hikori!— Ah, claro, excepto....

—¡Señor Mamoru!— digo sorprendida, apareció detrás de mi sorprendiéndome—, ¿Que pasa? ¿Necesita algo?

—No, nada de eso, solo que...— Mamo está meditando un pico que responder— Todos aquí parecen estar muy ocupados, y digamos que estoy un poco aburrido en mi habitación escuchando como pasan de un lado a otro las personas.

Mamo se había sentado al lado mío, estábamos en la sala de estar, acomodados frente al gentío que se presenta a nuestras vistas. Realmente parece un Palacio de locos.

—¿Que tiene en mente?

Mamo se acercó a mi. De no ser porque estoy de esta forma, ya lo habría besado.

«¡Deja de pensar en eso, Usagi!»

—Me gustaría repetir lo del otro día— me responde—, podemos cocinar otra cosa esta vez.

Mis ojos se llenan de alegría al escuchar esas palabras. —¡Si, si, si!— dije dando saltitos de emoción — ¡Vamos directo a la cocina! Que nos vamos a divertir mucho hoy.

Mamo se limitó a soltar una carcajada para luego seguirme por los pasillos del castillo. Al llegar a la cocina nuestros ánimos se desvanecieron, estaba igual de ajetreada que todo el resto del Castillo. Se encontraban preparando el buffet y comida para la fiesta.

—Bueno...— Habló Mamo— Creo que no podremos hacer galletas.

Asentí de mala gana.

—Yo tanto que deseaba pasar tiempo contigo— resoplé.

Una lucecita pareció brillar sobre la cabeza de Mamo.— ¿Y si vamos al lago?, El del otro día, cuando paseamos los tres juntos, no creo que estén ocupados allí también.

Le dirigí una sonrisa se complicidad a Mamo. Lo tome bruscamente de la mano para salir corriendo rumbo al destino fijado.

—¡Creo que eso es un sí! —Dijo mientras corría a mi lado.

Poco a poco nos fuimos alejando del ajetreado gentío del interior del Palacio, la tranquilidad empezaba a percibirse en el ambiente, se notaba que ya no estábamos en esa abrumadora masa de estrés. En el camino al lago no se podía ver a nadie, la servidumbre estaba poniendo su atención a la fiesta.