Sálvame (4°SAI)

Capítulo 2.

Giovanni Salvatore 

Un completo problema en mi doble vida.

No podía sacarlo de encima mío había perdido la cuenta veces lo tuvieron que sacar de sacar del NAIP por acosarme bueno mejor dicho a "Lucero" ese hombre es muy insistente, lo único que rogaba es que no se entere quien era porque no quería que nadie sepa mi secreto por eso hacia lo imposible para que no se me acerque.

Suspire cansada volví a corroborar que mi máscara este bien y caminé rumbo al escenario, cuando la música comenzó a sonar empecé a hacer mi rutina colgada de ese caño, odiaba esa maldita canción menos mal que finalizo rápido, salí porque ya no quería estar ahí.

Cansada por mi largo día volvía a mi camarin cuando una manos me tomaron de forma brusca empujándome contra la pared, un tipo ebrio me miraba atentamente.

- Suéltame! - grite asustada era la primera vez que vivía una situación de estas.

- Lucero - susurra en mi cuello. - Vas a disfrutarlo - sentencia para comenzar a tocar mis piernas tratando de romper mis pocas prendas.

- AYUDA!! - vuelvo a gritar tratando de que alguien me escuche.

- Cállate perra! - sentí un gran golpe en mi rostro y la sangre en mi boca, no podía parar de llorar porque este tipo asqueroso no paraba de tocarme hasta que gracias a dios alguien me lo quita al abrir mis ojos la sorpresa es doble, Giovanni estaba ahí rompiéndole la cara.

- Por favor - le susurro para que se detenga no quería meterlo en problemas, al verme lo suelta y automáticamente me abraza tratando de tranquilizarme, no podía parar de llorar y sentía asco de mi misma.

¿Por qué no podía ser una mujer normal?

¿Por qué mi vida es una completa mierda? 

- Lucero!! - escucho la voz de mi jefa y me separo de Giovanni.

- Perla - comienzo tratando de hablar.

- Tiene que mejorar su seguridad - interviene el molesto. - Si no llegaba a tiempo ese bastando la hubiera violado! -

Mi jefa me abraza. - Todo estará bien cariño, vamos a curar esas heridas -

- Soy médico puedo ayudar - dice pero miro a mi jefa para que lo impida no puede saber quien soy.

- Ya hizo demasiado al salvarla señor, antes era enfermera yo podré con esto - a rasgadientes acepta cuando los idiotas de seguridad aparecen.

Perla con cuidado cura mis herida y trata de cubrirlas con maquillaje para que nadie se de cuenta en especial mamá o Samuel.

- Juli ¿hasta cuándo seguirás haciendo esto? - inquiere preocupada.

- Necesito la plata - me limito a contestar.

- Lo sé linda pero no eres feliz acá, yo te adoro porque eres la mejor trabajando - hace un silencio. - Esta noche has superado tu récord y por eso tienes la semana libre creo que necesitas pensar en todo -

- Gracias Perla en verdad necesito unos días estoy sobrepasada! -

- Por eso es momento de irse a casa! - solo asiento tomando mis cosas.

Cansada tanto física como mentalmente llegue a casa, solo quería darme un baño para luego tirarme a dormir, entre con mucho cuidado para no levantar nada pero mamá ya me esperaba con un plato de comida calentita.

- ¿Cerro tarde el restaurante? - consulta con preocupación.

Muerdo mi labio nadie sabia que bailaba en el NAIP. - Hoy había muchas personas - miento.