Sálvame (4°SAI)

Capítulo 21.

Paranoica.

Es la palabra correcta para mi vida en estos momentos.

Todo por culpa de Sam que no para de decirme que estoy embarazada.

¡No lo estoy!

Bueno eso creo pero es imposible que lo esté si con Giovanni nos cuidamos.

Toda la maldita semana estuve con los mismos síntomas y sólo generaban más dudas en mi.

Pero tener náuseas matutinas, vómitos frecuentes, mareos y mucho sueño no significa explícitamente que sean síntomas propios del embarazo.

¿O si?

Cuando mi vida dentro de todo volvía a ponerse en orden aparecía algo que buscaba tentar con ello.

¿Qué pasaría si llego a estar embarazada?

¿Cómo reaccionará Giovanni?

Tengo miedo de todo lo que puede pasar en estos momentos.

Debía salir de esta duda antes de volverme completamente loca.

Suspire mirándome nuevamente en el espejo, me ponía de perfil buscando algún indicio de que mi vientre este más abultado pero seguía igual a acepción de mis pechos si están un poco más grandes.

Tenía que ir a una jodida farmacia y comprar una prueba de embarazo para salir de mis dudas.

Iba bajando directo a la cocina cuando en mi campo de visión aparecían Sam y Giovanni con su gata en sus brazos sentados en el sillón riéndose.

No me alcanzaría la vida para darle las gracias a ese hombre por todo lo que esta haciendo por nosotros.

Con él no hay tristeza sólo pura risa y alegría.

- Eres una descarrilada - escucho la voz de Gio que le habla a su gata - Te me escapaste y volviste embarazada -

- Es una cualquiera tu hija! - acota Sam con diversión.

Giovanni lo mira mal y le da un sutil golpe en su cuello. - Más respete con mi hija! - dice acariciando al animal.

- Oye pronto serás abuelo - agrega mi hermano también tocando a Casandra.

- Tienes razón ... seré el abuelo más joven y sexy - exclama pensativo.

Ruedo los ojos a veces pienso que se pasan de idiotas.

Terminó de bajar las escaleras y ellos al verme sonríen hasta la gata se baja de los brazos de su dueño y viene a donde estoy.

La levanta y la atraigo a mi pecho, no tarda nada en ponerse mimosa.

- Muñeca seremos abuelos -

Pongo los ojos en blanco. - ¿Seremos? - inquiero divertida.

- Cassandra es mi hija ... bueno tu eres mi novia y ahora su madre así que si serás abuela de todos sus gatitos -

- Ok nos volvimos esa pareja que dicen que sus animales son sus hijos - bromeo siguiendo sus palabras.

- Tenemos a Casandra y a Samuel así que si somos esa pareja - acota riéndose.

- Oye! - se queja mi hermano ofendido y se tira encima de él para empezar algunas de sus absurdas luchas.

Niego divertida y camino directo a la cocina con la gata en mis brazos.

Le sirvo un poco de su alimento y la miro mientras come tranquilamente.

- ¿Qué harás con tus hijos Cassie? - ella me mira y vuelve a su comida. - ¿Qué haré yo con un hijo? - murmuro frustrada.