capítulo 8

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Tomo el bolígrafo entre mis manos y frustrada hago garabatos agresivos por toda la hoja, estaba tan frustrada... dejo el lápiz en el mostrador de la misma manera y ahuecó mis manos en mi cara.. saben lo que es, una semana sin hablar con breth? Digo no se ha comunicado conmigo de ninguna manera y estoy a punto de volverme loca, como es posible que esto estw pasandome.

No se imaginan, no se como está... no recibo noticias de él por miedo a preguntarle a mariam y que sospeche, esta semana pasó como si fueran mil años... días sin verlo y siento que desvanezco, desde que pasó lo que pasó en mi casa la otra vez... he ido más seguido a la de mariam, para poder verlo.. pero ahora el que me evade es el y no se en que momento me empezo a importar tanto, digo no debería ser así... ya hace un mes que lo conozco y mira, como ando, parezco niña de preescolar tras un dulce y mira que está vez no es un capricho mio cualquiera, va más allá de eso y hasta de mi propia estabilidad emocional.

Un dulce prohibido, que me sabe a deseo... placer y amor, aunque no quiera sentir nada por el ahora lo que siento es un torbellino de emociones encontradas.

No quiero pero a la vez si, arriesgarme con el... pero eso llevaría a muchas consecuencia y para poder hacer algo de lo que no estás muy seguro, tienes que prepararte para los problemas que le siguen a esta. Y yo se la clase de problemas que me traerá el.

Por eso una parte de mi lucha contra esto, contra lo que en mi concierne comienzo a sentir cosas por el y eso no es debido... pero a la vez es una tentación que quiero tener el placer de tener, de tocarlo... besarlo, hacerlo mío y sólo mío.

Pero eso se ve afectado en demasía por dos palabras, muy joven.

valla mujer, estas mal, ni si quiera has querido desayunar.–dice lexie llegando a recepción.

–Ya dejame, no estoy para juegos ahora, no tengo concentración.–le dije decaída y con un puchero en mi rostro.

–No puedo creer que te hallas enamorado de un chiquillo.. y que te ponga de esa manera, por dios eres marcella clark, hay mejores que el sabes no?–dice ella en un tono neutro mirándome.

–No estoy enamorada.–dije seca, ella no está de acuerdo con lo que yo paso con breth.

Y la entiendo, es una locura.

–Ya deja de estar así marcella, dejalo pasar.. el no es para ti y lo de ustedes no se podrá.–dice ella con un choque de realidad en mi cara, como dicen por ahí...

"es mejor un amigo que te digalas verdades en la cara y no una puñalada a la espalda"

Ella como me escucha también me reclama, es paciente haciéndolo y es la única persona en el mundo que me soporta.

–No puedo, sólo entiendeme.–le dije, y ella me miro melancolíca.

–Entonces ve y habla con el chiquillo.–la miro raro.

–Si hace rato me estabas diciendo que dejara las cosas así...–le dije con la cara arrugada.

–Lo se... pero lo que te haga feliz a ti, me hace feliz a mi... y tratarte de decir que dejes de pensar en el, es como obligar a un elefante a entrar por el hueco de una aguja.–dice ella y yo la miro, sus comparaciones son algo raras.

–Crees que deba?–le dije, no estaba al cien por ciento convencida.

–No... pero es lo que quieres.–dice ella y tiene razón, es lo que deseo.

Buscarlo y besarlo de una buena vez.

–Bueno... veré si puedo cuando me desocupe.–le dije estaba un poco más calmada, esperaré a que salga del colegio.

Joven Tormento©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora