Capítulo 21

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Siento como si una pluma tocará mi pierna, el sol pega justo en mi cara lo que me hace arrugar un poco mi frente, no le preste muxha atención lo que me hace girarme y así poder seguir descansado pero las caricias en mi otra pierna siguen lo cual me molesta y paso mi mano por allí para tocar otra.

Abro poco a poco mis ojos y miro en esa dirección, y un despeinado Breth me mira... Una sonrisa se forma en mi rostro automáticamente, está solo en ropa interior. El me sonríe igual, en su rostro pega el sol lo que hace que sus ojos se vean aún más claros, desde esra perspectiva su rostro parece un sueño... tallado por ángeles lo que me hace preguntarme, será que el será el que me cuidara siempre?

–Buenos días hermosa–Dice el y yo tapo mi rostro con la colcha sin poder creer que esto este pasando, se que mis mejillas están rojas, podría parecer muy cursi pero en este momento estoy que estalló de la felicidad y la vergüenza.

Estuvimos juntos...

Siento como se posa encima de mí y gatea hasta poder quitar la colcha de mi cara, lo primero que veo son sus hermosos ojos verdes mirándome con amor, se acerca y dejar un beso en mis labios y otro en mi frente, muero de amor y apenas esto comienza... quisiera que no terminará jamás este momento.

–Levantate ya... Tienes que comer algo.–dice con voz dulzona. Yo hago un puchero y lo abrazo lo que causa que caiga en cima de mi, sentirlo cerca de mi creo que se volver a mi adicción más grande.

–No quiero... Quiero quedarme aquí contigo. –Abro mis piernas lo que causa que caiga dentro de ellas. Un suspiro sale de el, ahora que me doy cuenta estoy desnuda y expuesta, lo que me hace sentir su piel contra la mía.

–Dios marcella...–me besa–lo deseo tanto como tú.. pero tienes que comer algo.–Deja otro beso y se baja de mi lentamente, parece no querer alejarse de mi, se camino a la puerta.–te esperó abajo.

Dice y sale, demonios... Siento que me volveré loca en este momento,  me levanto con una gran sonrisa, el no me dejara así no con más ganas de el y de su cuerpo.

Tomo su camisa y la coloco, está me llega debajo de el trasero... Me dirijo al baño, me aseo y salgo en su busca, no podía salir con la boca oliendo mal.

Mi piel huele a el, y siento que estoy viviendo en una ilusión, hicimos el amor... Fue mío, y ahora sé que si lo llegarán a alejar de mi, moriría ahora lo se, se que lo amo a pesar de todo, después de todo el trabajo que hice para alejarlo termine en sus brazos y creo no salir de aquí nunca, ni a rastras.

Llego a la cocina y lo veo, haciéndo lo que creo que es beicon. Demonios desayunare carbohidratos.

Miro la hora en el reloj de mesa y son las dos de la tarde... Vaya si que dormi, entonces sería almorzar. Sip mucha grasa, no estoy acostumbrada.

Pero lo dejaré pasar por hoy, no me importa ya que estoy con el, le llegó por detrás y lo abrazó, siento como ríe y toma una de ellas.

–Ya casi todo está listo–Dice cariñoso y yo beso su espalda. Soy oficialmente una pedofilia... okey lo digo en broma pero vamos, es un chico excepcional y es sólo mio.

El tan solo pensarlo me da algo de risa, me encaminó a la encimera y me siento allí. El pone dos huevos y beicon delante de mi con un gran vaso de gaseosa, miro la comida, se ve delicioso y por primera vez el beicon me da hambre de tan solo verlo, el se sienta delante de mi.

–Es lo único que se hacer–dice y ríe al igual que yo, es tan tierno que no podría creer que es el mismo chico que me hizo suya anoche.

–Me parece increíble–dije y el se dispone a comer todo al igual que yo.

Joven Tormento©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora