-Karen-
Habían pasado varios días desde que aquellos tipos me agarraron, varios días sin una gota de agua, sin comida, cada día perdía la esperanza de que quizá pudiera salir de ahí, cada noche era una tortura, venían tipos a golpearme, dejándome sin ganas de seguir viviendo, mis brazos, piernas, cabeza, todo dolía, sentía la sangre correr sobre mi piel, pensaba en mis padres, mi hermano, en mis amigos. Quien sería capaz de hacerme esto, creo que no he hecho cosas que perjudiquen a los demás. ¿Agustín?¿Fernanda? ¿Por qué me tratan así?
Ira, impotencia y tristeza se apoderaban de mi. Preguntas venían a mi cabeza. ¿Debí tomar enserio las notas que me enviaban? Quien podría ser...gracias a esas notas estoy aquí, en peligro de morir, sola, mal física y mentalmente
Y oportunidad de seguir viendo a ...Villa, no había.-Villa-
Los días pasaban, no sabíamos nada de karen, no podía dormir, cada vez que cerraba los ojos la veía a ella, con su hermosa sonrisa, seguiamos buscando algo que nos pudiera ayudar a encontrarla, todos estábamos muy mal, Any no dejaba de llorar, se culpaba a ella misma de lo que le había pasado a karen, Mike hacia lo mismo, ya no era el mismo de antes, se la pasaba lejos de los demás, al igual que yo.
-Isaza-
Extrañaba a Karen demasiado. Habían pasado días y seguíamos sin saber nada. No podía concentrarme en nada de lo que hacía, pensaba en las notas, di un golpe en la mesa. ¿Por qué no había hecho algo?, pude haber evitado que esto pasara.
Alguien abrió la puerta, era Karla. Estos días se había estado quedando conmigo pues no podía dormir en las noches y me despertaba por unas horribles pesadillas.
-Hola Isa- dijo Karla, se acercó y me besó
-Hola bonita, ¿cómo estás?-
-Pues nada es igual desde que... hablemos de otra cosa. Compré algo de comida de camino hacia acá y renté una película, creo que sería bueno que te distrajeras un poco.
-Gracias bonita, me ayudará mucho. Siéntate aquí- hice un espacio en el sillón.
Se sentó a mi lado y recargó su cabeza en mi pecho, ambos nos quedamos en silencio por un largo rato hasta que escuché el teléfono sonar.
-¿Bueno? ¿Simón?
-¡Necesito que vengas por favor, Villa está... necesito que vengas ya! Estoy en el parque de la universidad.
Tomé mis cosas y Karla y yo salimos directo hacia el parque. Al llegar pude ver a Villa tirado en el suelo y me pareció ver... ¿sangre?. Villa había cometido una tontería.
Me acerqué a él y pude ver que sangraba de la nariz y de la cabeza, Simón había ido a traer algo de hielo para la boca que se veía demasiado hinchada.
-¿Qué pasó- le dije a Villa
-¡Tienen a Karen, la tienen!- gritaba como un loco.
-Bonita, hazme un favor, llama a Aleja y dije donde estamos- le dije a Karla.
Simón se acercó le puso el hielo en la boca y una gasa en la cabeza.
-Monchi, dígame que pasó-
-Venía saliendo de la universidad y decidí pasar por aquí, entonces vi que Villa iba corriendo como un loco e iba contra Agus. Villa le dio un golpe y ambos comenzaron a pelear, pero los amigos de Agus se fueron contra él y mira ahora como está- acomodó de nuevo la bolsa de hielo.
Después de un rato llegó Aleja, se acercó a Villa y lo abrazó.
-¿En qué pensabas Villa?- dijo Aleja
-La extraño mucho, la necesito- bajó la cabeza
-Todos la extrañamos Villa, pero necesitas ser fuerte, por ti, por ella- lo abrazó de nuevo- vamos Villa, iremos a casa a descansar.
Me sentí tranquilo al saber que Aleja estaría con Villa, pero me preocupaba el estado de Villa. Cada día se volvía más violento, él y Mike.-Mike-
Cada día despertar y no ver a Karen cerca me dolía demasiado. Extrañaba hacerle de almorzar, ir a despertarla en la mañanas o jugar a las cartas con ella. Mis notas en la escuela habían bajado pues faltaba o no ponía atención por estar pensando en lo que le estaría pasando a Karen. Cada mañana Abril llegaba al departamento y pasaba el resto del día conmigo, traía comida o hacía algo.
-Hola Mike- se acercó para darme un abrazó pero me alejé.
-Quiero estar solo-
-¿Quieres comer algo? Ya es algo tarde y sé que no has comido. Vamos, podemos ir traer algo- se sentó a mi lado.
-¡Que quiero estar solo!-
-Oh, está bien. Saldré para buscar algo de comida- tomó sus cosas y se fue.
Soy un idiota, me dije a mi mismo. Abril había estado para mí desde que Karen desapareció y no se había alejado a pesar de mi a pesar de mi mal humor, a pesar de como la había tratado. No era manera de agradecerle. Traté de llamarla pero había dejado su celular en el departamento, tomé mi bicicleta y salí a buscarla cerca de ahí. Estuve dando vueltas un buen rato hasta que vi su carro estacionado en el parque, a lo lejos pude verla sentada en el césped, estaba tranquila aunque su cara se veía triste.
-Mayo- grité. Le molestaba que le dijera el nombre de otro mes pero yo adoraba ver su cara de enojo. Volteó a verme, sonrió y se giró de nuevo. Me acerqué a ella.
-Pensé que querías estar solo- dijo tomando su cabello.
-Lamento haberte hablado así ahorita y estos últimos días. Sé que tu no tienes la culpa de lo que esté pasando es lo que, estoy desesperado por saber donde está y nadie nos da alguna pista. De cualquier modo sé que no es excusa para haberme portado así contigo-
-Tranquilo Mike, todos estamos pasando por un momento difícil, sé que a ti te duele más que a nadie, pero estoy para apoyarte. Si quieres estar solo y quieres que me aleje unos días solo dímelo, yo voy a entender...
-No, es que es lo que menos quiero. Quiero estar contigo y encontrar a Karen-
-La vamos a encontrar Mike, tenlo por seguro-
Tomé un mechón de su cabello y lo pasé por detrás de su hombro. Me acerqué a ella lentamente y sucedió lo que había esperado por mucho tiempo. Sentí sus labios contra los míos y su respiración.
-Vamos al departamento, hay algunas películas ahí, compramos algo de comida y descansamos un rato, ¿te parece?- le dije
-Me parece muy buena idea-
Le di un beso en la mejilla y salimos de ahí. Karen no salía de mi mente en ningún momento. Vas a volver a casa Karen.-Villa-
Habían pasado días y días y seguía sin ninguna pista de Karen. Cada noche era una tortura y aunque Aleja se quedaba conmigo no podía evitar sentirme solo.
Recordaba la última vez que la vi, la vez en la que casi nos besamos, si tan solo no la hubiera dejado ir sola. Si tan solo...
-Ven a almorzar Villa, necesitas comer- dijo Aleja tiernamente.
Desde que Karen había desaparecido esa era la primera vez que me sentaba otra vez de nuevo en la mesa. La otras veces comía algo en la sala o simplemente no comía.
-Huele muy bien- sonreí
-Es tu comida favorita, tal vez puedas sentirte un poco mejor con esto-
Me levanté y le di un abrazo, besé su frente y la ayudé a poner los platos.
-Hoy voy a salir a buscarla en toda la ciudad. Iré a todos los lugares que pueda, preguntando a las personas, tratando de encontrar algo que me ayude a saber donde está- comí el primer bocado.
-Yo voy contigo-
-No Aleja, ya haz hecho suficiente por mí. Sé que Martín te invitó a cenar esta noche, así que quiero que vayas con él. Yo estaré bien- la verdad no, estaba muriendo peor dentro. Me estaba volviendo loco.
Terminamos de comer y levanté la mesa. Aleja tuvo que irse para ir a salón a arreglarse. Tomé el coche y comencé a buscar, recorrí todas las colonias de la zona sur de la ciudad, apenas llevaba una parte y había pasado gran parte del día. Mientras la buscaba pensaba en la veces que había salido, la vez que fuimos a comer cuando estábamos en la hacienda de Isaza. Cayeron unas lágrimas. Me detuve cerca del parque que tanto le gustaba a Karen y me bajé a caminar por ahí, a lo lejos vi a un señor en una pequeña tienda y decidí entrar.
-Hola, estoy buscando a mi no... a una amiga. Es alta, de tes muy blanca y cabello largo ondulado, se llama Karen-
El señor levantó la vista y me sonrió.
-¿Karen? Ella venía aquí a comprar una paleta helada y luego se iba a sentar en una banca del parque. Siempre muy alegre ella, venía aquí y se sentaba conmigo a platicar- sonrió
-Es una hermosa chica- dije
-Y sí que lo es. Espero que esté bien. Ella me hablaba de un chico que se le hacía guapo, Victor...Vima...
-¿Villa?-
-Él, se ponía nerviosa al hablar de él-
Sonreí, no pude hacer nada más que sonreír. Le di las gracias al señor y salí de la tienda aún más dispuesto a encontrarla.Eran cerca de las 2 de la mañana cuando recibí una llamada de Isaza.
-¿Villa dónde se ha metido?- sonaba asustado
-¿Qué pasó? ¿Supieron algo? ¿Ella volvió?
-Ojalá fuera así Villa. Aleja me llamó muy preocupada, te estuvo marcando y tu no contestabas-
-No había escuchado el celular, te contesté porque justo lo traía en la mano-
-Villa a Aleja le van a salir canas verdes por tu culpa. Ve ya a casa, estaba muy alterada. Creo que Martín sigue ahí, pero ya vuelve. Es tarde, hablamos mañana Villa, me deja un texto cuando llegue.
-Gracias Isaza- colgué
Para esas horas había recorrido prácticamente toda la ciudad y nada, nadie sabía nada de ella. Nadie la había visto, mi desesperación crecía.
Al llegar a casa entré y me dirigí a mi cuarto. Aleja estaba dormida y Martín estaba a un lado suyo cuidándola.
-Villa, estábamos asustados- se levantó Martín y me saludó
-Lo siento mucho, ¿cómo está?-
-Vas a hacer que le dé un ataque. Ya está mejor, se calmó. Creo que ya es hora de que me vaya- se acercó y besó la frente de Aleja -cuídala
-Gracias por todo Martín - lo acompañé a la puerta y se fue.
Mi corazón estaba destrozado, otro día más sin saber nada de ella. Salí al patio y comencé a golpear la pared con mis manos hasta que comenzaron a sangrar un poco, necesitaba calmarme.
Entré de nuevo a la casa y fui a la habitación donde estaba Aleja, le di un beso en la frente y tomé una almohada para acostarme en la sala.
-Eres un tonto Villa- apenas pude entender lo que decía Aleja
-Adoras a este tonto-
-Si quieres acuéstate aquí, como cuando estábamos pequeños. Solo no me des patadas- pude ver un sonrisa en su cara.
Acomodé la almohada y me acosté ahí. Me tomo cerca de 40 minutos poder quedarme dormido.
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Contigo La Vida Es Mejor
FanfictionLas cosas cambian, de un momento a otro. A veces no sabes cuando ni como. Solo pasan.