Capitulo 13

503 34 0
                                    

-Karen-

Esa mañana un hombre encapuchado había venido a traerme comida y un poco de agua. Soltaron mis manos y me quitaron la venda de los ojos y la gasa de la boca.
-Si gritas, estás muerta- dijo aquel hombre.
Me preguntaba a mi misma si en verdad seguía viva, no sentía mis manos ni mis pies. Mi cara tenía sangre seca, mis piernas y brazos estaba llenos de moretones que había recibido. Tenía varias quemaduras es el pecho donde me habían apagado cigarrillos. La cabeza me iba a explotar. Gracias a Dios habían decidido traerme algo de comida y agua, comí como una completa loca.
Pensaba en mi familia, en mi pequeño Angelito, pensaba en mis amigos en México y en mis amigos de Colombia. Pensaba en Villa. Debí haberme quedado con él.
Pensaba en mi mejor amiga Any, en poco tiempo le había tomado un cariño increíble y me dolía estar lejos de ella, ¿a caso estaría bien? "Monchi la cuida, tranquila Karen" me dije a mi misma.
Quería salir ya de ahí, no aguantaría otro día más.

-Simón-

Habían pasado ya varios días, no sabíamos nada de karen, ni una sola pista, nada, todos estábamos desesperados, en especial Any, villa y Mike.
Any ya no era la misma chica de antes, ya no sonreía, solo quería estar sola.

- Any, es hora del almuerzo, ven vamos - me acerque a ella.
- No quiero Simón, no tengo ganas de nada.
- Any yo se que estas preocupada por karen, todos lo estamos, pero no solucionaras nada quedándote aquí y sin comer, necesitas energía para seguir buscándola.
- Es que si yo no la hubiera dejad..
La interrumpí.
- Bonita, no es tu culpa, deja de decir eso - la abrace.
- Quizá si, yo pude haberla detenido, pero no lo hice - lágrimas caían sobre su mejillas.
- Ven vamos con los chicos - la tome del brazo y salimos del salón.

Al llegar a la cafetería, los chicos ya estaban ahí, todos se veían muy mal.

- Hola chicos - los salude de lejos.
- Hola monchis - abril me saludo.
- ¿Aun no hay nada? - pregunto Any.
- No, seguimos sin saber dónde está, ¡Maldición! - Villa golpeo la mesa- No puede ser, no puedo soportar un solo dia más sin ella - villa se levanto de la mesa.
- Villa espere - lo seguí hasta el estacionamiento.
- usted no entiende simón, tengo un dolor inmenso en mi corazón, ya es casi una semana sin ella, sin saber como esta, si esta viva o... - lágrimas comenzaron a correr sobre su rostro de villa.
- Hey, tranquilo, ella está bien, es una chica fuerte.

A lo lejos vimos que Agustín y sus amigos, se quedaron unos minutos parados mientras murmuraban.

- Ese desgraciado tiene a Karen - dijo villa mientras miraba a Agustín.
- Por favor no vaya a hacer otra locura villa.

Agustín y sus amigos se subieron a una camioneta.

- Voy a seguirlos - dijo villa mientras subía a su auto.
- Hey hey no, no - trate de detenerlo- puede ser peligroso, no puede ir solo.
- El la tiene Simón.
- No estamos seguros de eso villa, por favor.
- Bueno, pues yo lo voy a averiguar - antes de que pudiera decir una palabra, villa arranco. Entre corriendo a la universidad directo a la Cafetería.

- Villa va a hacer una locura - dije mientras recuperaba el aliento.
- ¿Que esta diciendo simón? - isaza pregunto bastante preocupado.
- Estábamos en el estacionamiento, hablando, cuando vimos a Agustín y sus amigos irse en una camioneta, Villa está convencido de que el la tiene y lo siguió.
- No puede ser - dijo martín mientras se agarraba la cabeza.
- Está tarde para seguirlo - Mike me miró- debe de haber una manera de encontrarlo
- ¿Cuál? - pregunté.
- Ya see - Mike se levantó de la mesa - hay que rastrear su teléfono, así sabremos a dónde está o a dónde va.
- Excelente idea Mike, vamos.

  -Villa-
Sentía que Agus sabía algo de Karen. Lo iba siguiendo en mi auto tratando de no verme tan sospechoso. Me pareció extraño que se dirigiera a las afueras de la ciudad, en especial al Cerro de Monserrate pues era algo peligroso aunque fuera temprano.
Un semáforo en rojo hizo que perdiera de vista su auto, pero al menos sabía en que otro lugar buscar.
Estacioné mi auto en un mirador y salí en busca de Karen. Bajaba las colinas y las subía de nuevo, tratando de encontrar algo, alguna casa o lo que fuera donde pudieran tener a Karen. Mientras bajaba tropecé con una piedra comencé a rodar colina abajo, cuando logré detenerme ya estaba lleno de tierra y unas gotas de sangre cayeron de mi cabeza, me había golpeado con una piedra.
Como pude me levanté y seguí caminando, en momentos comenzaba a correr y luego paraba en busca de algo. Nada.
Sentía que podía encontrar a Karen, sentía que estaba en el lugar correcto pero no lograba ver nada aún. Toqué mi bolsillo para ver la hora pero lo había olvidado en el auto, aunque estaba casi seguro que llevaba cerca de 1 hora y media buscando. Atardecía y la temperatura bajaba cada vez más, necesitaba encontrar a Karen rápido. Cada paso que daba era un tortura, las ramas de los árboles me habían hecho pequeñas cortadas en los brazos y en la cara, los pies me punzaban por las piedras en el suelo. Pero estaba decidido a encontrar a Karen.

  -Isaza-
-¿Algo de Villa?- pregunté
-Estoy tratando de rastrearlo pero aún no lo encuentro- contestó Martín que había llegado con Aleja.
-Ahora sí lo voy a matar- gritó Aleja y sacó se celular
Todos tratábamos de contactarlo pero no contestaba su celular. No era algo nuevo que no contestara, siempre ha sido muy distraído.
Habían pasado horas sin saber nada de Villa hasta que escuchamos un grito de Simón y Martín.
-Lo tenemos-
-¿Dónde está?- preguntó Aleja
-Está en... ¿el Cerro de Monserrate?- dijo Simón muy sorprendido.
-Algo no está bien, Villa sabe que no es seguro ir ahí a estas horas, aparte en unos momentos se meterá el sol y si sigue ahí solo se va a congelar- miré a Aleja.
Todo esto estaba demasiado mal, habíamos sabido de chicos que desaparecían en las noches ahí y Aleja más que nadie lo sabía. Pude ver que comenzaba a agitarse y me pareció que de iba a desmayar.
-¡Martín!- grité. Martín corrió hacia Aleja y la tomó de la cintura- Llévala a casa, necesita descansar-
-Estoy bien, quiero ir a buscar a Villa- se trató de levantar Aleja, pero estaba demasiado débil y cayó a los brazos de Martín.
-Te llevaré a casa, necesitas descansar. Estás demasiado débil- dijo Martín
-Aleja, tranquila. Mike, Simón y yo iremos a buscar a Villa y a Karen, los traeremos sanos. Sabes que no me permitiría que algo le pasara a Villa, él es como mi hermano- abracé a Aleja y me despedí de Martín.

Los chicos y yo salimos a buscar a Villa, todo indicaba que debía estar en el mirador de cerro. Al llegar pudimos ver su carro, Simón corrió y trató de abrir el carro pero estaba cerrado, su celular estaba ahí. Mi preocupación creció porque podía estar en cualquier cualquier lugar, solo y pronto oscurecería.  

Contigo La Vida Es Mejor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora